Cómo plantar cara al coronavirus sin alarmismos.

Contenido revisado y validado por nuestros expertos del comité asesor.

Hoy nos vamos a centrar en plantar cara al coronavirus, sin alarmas sociales, desde la prevención natural y con rigor científico.

Quien le iba a decir a una diminuta partícula inferior a la escala milimétrica, con un aspecto externo muy particular que recuerda a una corona, que iba a ser lamentablemente conocido por prácticamente toda la ciudadanía. Efectivamente, la intromisión de un nuevo coronavirus, probablemente mediada por un animal salvaje en la ciudad china de Wuhan a finales del año pasado, añadido a dos focos descontrolados en Italia e Irán, ha provocado el cierre de fronteras y una de las mayores crisis sanitarias, económicas y sociales, de consecuencias, aún, impredecibles. Al menos, temporalmente, le pondremos nombre y apellidos: 2019-nCoV.

Datos, conocerlo para plantar cara al coronavirus

Esta información está en continua revisión.

¿Porqué crea tanta alarma COVID?

Varios son los motivos;

  • Se trata de un virus de una familia (Orthocoronavirinae), que conocemos desde la década de los sesenta, pero este es nuevo. Lógicamente cualquier patógeno desconocido, causa alarma. 
  • Su código genético técnicamente es una cadena de ARN. Esto hace que tenga una elevada replicabilidad una vez que ha entrado en la célula. Se han reportado algunos casos de recaídas en algunas personas infectadas. Esto es debido a que añadido a su elevada replicabilidad aprovechan sistemas inmunitarios débiles. Esta es la principal premisa de este informe, resaltar la extrema importancia de dotar de un sistema inmune fuerte y potente.
  • La tasa de mortalidad es más elevada que la de la gripe, pero afortunadamente muchísimo más baja que la de otros virus de su misma familia. Sabemos que, de las personas afectadas, aproximadamente el 81% no tendrán mayor problema, el 13% requerirá de alguna asistencia sanitaria, mientras que el 4,7% son críticas. De estos últimos casos, sabemos que afectan especialmente a nuestros mayores y a personas con determinadas enfermedades crónicas.

Hay un dato que quiero resaltar. Mientras que, en un país aislado como Italia, realmente la tasa de mortalidad está en un 4,9%, la tasa de letalidad entre los casos graves hospitalizados por gripe en lo que va de temporada, se sitúa en el 13%.

  • La capacidad infecciosa es más elevada que la gripe. Este es un dato clave. Como la población no está inmunizada, por ser un virus nuevo, el hecho de que haya muchas personas infectadas afectará a más personas y, entre ellas, a las del grupo grave y crítico. El problema radica, además del problema social, que un elevado número de personas graves puede congestionar de los sistemas sanitarios de asistencia, especialmente las UCI.
  • Aún no hemos alcanzado el pico de infecciones, previsiblemente para principios-mediados de abril, por lo que debemos estar alertas, pero mantener la calma, ya que en los próximos días habrá más infecciones, fallecidos y, por lo tanto, persistirá la incertidumbre.

¿Algún dato esperanzador?

  • Si, claro que sí. El comportamiento de los virus suele ser el mismo. Se llevan muy mal con el calor. Y vamos cara al buen tiempo. El temporal amainará, sin duda alguna.
  • Se trata de un virus. Estos para vivir, necesitan de una célula, en este caso las del tracto respiratorio. La historia evolutiva de los virus nos ha enseñado que su patogenicidad se amortigua con con el tiempo. 

Siendo el virus de la gripe y el COVID-19, dos virus de familias distintas, mi intuición es que este nuevo coronavirus, tendrá un comportamiento muy similar al de la gripe A, es decir, gran capacidad de propagación, pero mortalidad “baja”. Si esto fuera así y estoy bastante convencido, me gustaría que veamos esta gráfica.

A finales de marzo de 2009 se produjo en México el brote inicial de una gripe al parecer altamente mortífera, por un virus cuyo origen se puede suponer en las granjas de cerdos del sur de Estados Unidos. Se tomaron medidas varias de contención, que no impidieron su expansión al mundo entero. En junio de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el estado máximo alerta, nivel 6, de pandemia por la gripe A, “la primera a la que se enfrenta el mundo en el siglo XXI”. Se previeron millones de muertos y cientos de miles de ingresos en unidades de cuidados intensivos, con proyecciones que llegaban a considerar, incluso, problemas para poder enterrar a todas las víctimas. 

La gripe A fue pandemia en el sentido de distribución mundial, pero su gravedad fue menor a la de una epidemia de gripe estacional. 

 ¡¡Ojalá este coronavirus tenga un comportamiento similar¡!

Confianza con las autoridades sanitarias: Medidas preventivas básicas

Dejando de un lado la alarma mediática, acorde con los tiempos de información al minuto y la globalización que nos toca vivir, mi total apoyo a todos nuestros compañeros sanitarios que día a día afrontan esta compleja situación, así como reiterar la información oficial que las autoridades sanitarias dirigen a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general, en forma de recomendaciones sanitarias y de salud pública de interés general. Recomiendo leer las recomendaciones básicas de protección contra el nuevo coronavirus COVID-19, que aparecen tanto en la página de la Organización de la Salud como en la página web de los ministerios competentes dependientes del gobierno español. 

Medidas preventivas complementarias para plantar cara al coronavirus

No obstante, dejando perfectamente claro que estas son las medidas básicas a adoptar, se pueden “añadir” determinadas propuestas que “complementen” las anteriores. Al respecto quiero aclarar un concepto muy importante. En la actualidad, no hay ninguna medida farmacológica y, por supuesto, no convencional que haya comprobado su eficacia real, ni en la prevención ni en el tratamiento. Mi máximo interés se centra en que nos dotemos de un sistema inmunológico con las mejores condiciones óptimas, de forma que en caso de contacto con el COVID, le resulte difícil colonizar nuestro sistema respiratorio.

Dejando esto claro, el hecho de que adoptemos unas medidas preventivas basadas en pautas alimenticias, así como productos naturales, totalmente inocuos, tomados a las posologías recomendadas, aun no pudiendo asegurar con total certeza su efectividad preventiva, desde el sentido común entiendo que pueden ser muy aprovechables. 

He extrapolado los datos basados en la evidencia científica disponible para otros coronavirus, así como para el virus de la influenza (gripe) para sus distintas cepas, de tal modo que de forma indirecta me permito aconsejar una serie de pautas preventivas basadas en productos naturales.

Estos son los siguientes:

Evitar el miedo desmedido

Las creencias y el sistema de valores de cada individuo permiten que éste pueda procesar situaciones generadoras de estrés, que en función de esas creencias y de esos valores pueden traducirse en sentimientos diversos, tales como el miedo, la indefensión o la desesperanza.

De esta manera, los sentimientos descontrolados como el miedo (provocados por toda esta alerta sanitaria), son inputs negativos, que actúan bioquímicamente a través de complejos mecanismos (que obvio detallar), de interacción y comunicación entre los sistemas nervioso, endocrino e inmunitario. Pues bien, la activación de estos mecanismos como respuesta a una situación de miedo, de estrés crónico, puede suprimir o reducir la respuesta del sistema inmunitario, lo que a su vez permite que se desarrollen cuadros patológicos de naturaleza diversa.
Y, esto también afecta a las infecciones víricas. Un trabajo de fin de grado realizado por la psicóloga Rosaura Rosales Fernández dice:

“Otro de los estudios sobre los efectos que el estrés tiene sobre el sistema inmunológico señala que, entre los efectos observados, se encuentran: una actividad reducida de las células natural killer (NK), que se encargan de eliminar células infectadas por ciertos virus o cáncer, una disminución de anticuerpos, disminución de la proliferación de linfocitos, así como la reactivación de virus latentes” Y como referencia bibliográfica cita el trabajo de Webster y Glaser, 2008. Por lo tanto, prevención y precaución, SI. Pero bien harían los medios de información,… en no meternos tanto miedo en el cuerpo ya que “científicamente” lo único que conseguirán es reducir nuestro sistema inmunitario y favorecer la entrada del coronavirus.

Pautas alimenticias para plantar cara al coronavirus

Tal y como indica el término inmuno-nutrición, el sistema inmunitario está estrechamente relacionado con la alimentación. Sabemos que hay alimentos que en cierta manera ayudan a mantener nuestras defensas y otros, que, por el contrario, las debilitan. Así, en el contexto de una dieta equilibrada (que no falte el aporte proteico de calidad ya que nuestros anticuerpos, son básicamente estructuras proteicas).

Alimentos a incorporar

  • Sopas y caldos calientes. Este tipo de ARN-virus no soporta bien el calor. Incluir la sopa de miso o la sopa de ajo de toda la vida. El ajo es un alimento antivírico por excelencia. Siendo conscientes de que una cosa es afirmar que el ajo es la panacea universal contra el virus, tal y como la OMS alerta de la aparición de bulos, otra muy distinta, es reconocer la efectividad de la alicina, principal principio activo del ajo sobre determinados coronavirus. Por lo tanto, podemos incrementar el consumo de ajo. Conviene consumirlo crudo para aprovechar sus cualidades. Si lo cocinamos, hay que picarlo media hora antes para que interactúen sus principios activos y enzimas.
  • Cereales integrales.
  • Incorporemos los cinco colores de frutas cítricas, verduras y hortalizas en nuestros platos. De este modo, aportamos la inmensa mayoría de antioxidantes.
  • Beber mucha agua.
  • Alimentos fermentados: ayuda al crecimiento de la flora bacteriana que no sólo se traduce en beneficios para el sistema inmunitario, también para el sistema digestivo y el resto del organismo.
  • Usar como condimentos el jengibre y la cúrcuma.

Alimentos a evitar

  • Los alimentos procesados y los considerados “basura”.
  • Los alimentos con azúcares añadidos.
  • Alcohol.
  • Alimentos a los que seamos intolerantes.
  • Alimentos con aditivos y conservantes químicos.

Reitero, todo ello en un contexto de alimentación equilibrada.

Complementos alimenticios y plantas medicinales

Disponemos de variadas plantas medicinales y complementos alimenticios con bastante evidencia de su actividad antivírica y potenciadora de nuestras defensas. Estos son algunos de ellos:

Propóleo

Con la evidencia disponible, se puede afirmar que está indicado para prevenir y tratar procesos infecciosos relacionados con las vías respiratorias, incluso una actividad antivírica comparable con el aciclovir.

Recomiendo propóleo europeo, ya que la inmensa mayoría tiene procedencia china. Además, aconsejo un propóleo que esté estandarizado (titulado), es decir, que contenga una elevada concentración de su principal principio activo, los flavonoides.

Equinácea

Esta es una sustancia fundamental, ya que es la planta que mejor estudiada está para subir las defensas. En experimentos realizados tanto con animales como con humanos, los preparados de equinácea administrados por vía oral o parenteral, actúan sobre el sistema inmunitario produciendo diversos efectos positivos sobre la misma. Varios son los estudios que concluyen, ya no solo que esta planta medicinal inhibe varias cepas de virus, tales como el de la gripe A, sino que es tan eficaz contra la gripe como el tratamiento gripal más habitual, oseltamivir.

Si pretendemos consumir extractos hidroalcohólicos que solo contienen equinácea, es deseable que sea a partir de planta fresca y que en su proceso de extracción empleen la sumidad florida y las raíces.

Aceite esencial de Ravintsara

Este aceite esencial se obtiene de la hoja de un árbol proveniente de Madagascar. La ravintsara, rico en 1,8-cineol (también conocido como eucaliptol), biomolécula constatada como eficaz en su acción antivírica.

Vitamina C

Bajo mi punto de vista y en esta coyuntura, para incrementar el sistema inmunitario es insuficiente con consumir cítricos. Si bien un zumo de naranja puede aportar aproximadamente 50 mg de vitamina C, un número creciente de investigaciones están validando la ingesta de dosis supra fisiológicas (al menos 1 gramos diario) de vitamina C en diversas infecciones, también de aquellas de origen vírico. La eficacia de la vitamina C contra el coronavius se pondrá a prueba en una investigación que se puso en marcha el pasado 11 de febrero en el Zhongnan Hospital de la Universidad de Wuhan, en el epicentro de la pandemia. Por otra parte, el mismo gobierno de Shanghai la recomienda oficialmente frente a COVID-19.

Recomiendo utilizar, al menos, 1 gramo de vitamina C, incluso ampliable a 2 gramos y preferiblemente liposomada o con acción retardada. Mucho cuidado con aquellas personas que tengan afecciones renales.

Remedios homeopáticos

La homeopatía ofrece un tratamiento personalizado teniendo en cuenta no solo los aspectos físicos de la afección sino también los emocionales y las circunstancias vitales por las que atraviesa la persona. Sin embargo, en enfermedades epidémicas se suele utilizar otra estrategia ya que la naturaleza de la enfermedad es distinta. Se trata de buscar, en estos casos, el “genio epidémico”, esto es, el medicamento más efectivo encontrado después de reunir muchos casos de esa epidemia y consignado sus síntomas característicos.

En este enlace, encontraras excelente información que aconsejo por provenir de contrastados profesionales, médicos, con muchos años de experiencia en remedios homeopáticos.

Fitoterapia china

Si prefieres recurrir a la fitoterapia oriental, en este enlace del prestigioso Dr. Bernat Vanaclotxa encontrarás una búsqueda asistida por ordenador (in silico) de plantas medicinales chinas prometedoras por su potencial para inhibir el coronavirus Covid-19.

Otras sustancias naturales para plantar cara al coronavirus

  • Las vitaminas del complejo B
  • Mantener óptimos niveles de Vitamina D3.
  • Magnesio
  • Antioxidantes, como el selenio, el zinc. Hay ciertas evidencias que en aquellas poblaciones donde hay una falta de selenio y zinc, los virus cambian más fácilmente y se vuelven más agresivos. 
  • Cúrcuma y Jengibre. En relación a este último, la presencia de sus principales principios activos, los gingeroles y la zingerona, inhiben la replicación de los virus y que penetren en las células sanas.
  • Micoterapia. La principal propiedad terapéutica de los hongos es que son inmunomoduladores, es decir correctores del desequilibrio inmunológico. Son muchos los estudios científicos que indican que el uso de beta-glucanos y otros compuestos de los extractos de hongos pueden aumentar el número y la actividad de una de nuestras principales células de defensa, los linfocitos T, así como otros mecanismos inmunitarios de tal forma que tienen la extraordinaria capacidad de activar nuestras primeras líneas de defensa.

Algunos de los hongos medicinales más apropiados para mantener nuestro sistema inmunitario en condiciones óptimas son: Reishi (Ganoderma lucidum), Maitake (Grifola Frondosa), Shiitake (Lentinula edodes), Cordyceps (Cordyceps sinensis) y Champiñón del sol (Agaricus blazei).

Protección externa

Aceites esenciales

Existen determinados aceites esenciales con una tremenda actividad antivírica e inmunoestimulante. Además de la ravintsara, otros aceites esenciales muy efectivos por su actividad antivírica e inmunoestimulante son: Eucaliptos glóbulo y radiata, romero quimiotipo 1,8 cineol, cajeput, niaulí, lavandina, tomillo de distintos quimiotipos, menta piperita, árbol del té y clavo.

Estos aceites esenciales son muy versátiles y se pueden aplicar de varias maneras, solos o en combinación.

Algunos de ellos, bien dosificados (esto es muy importante), se pueden administrar por vía oral. Otras formas de administración son:

  • Aplicación externa en distintas localizaciones anatómicas, especialmente en la cara interna de las muñecas y sobre la cadena ganglionar del cuello.
  • Aplicar dos o tres gotas sobre pañuelos de papel, incluso mascarillas. Las inhalaciones de estos aceites esenciales pueden ser una inestimable ayuda para descongestionar y eliminar los virus de las vías respiratorias. Esto es especialmente útil cuando estamos expuestos a zonas masificadas de gente.
  • Incorporarlos a un difusor atmosférico, preferiblemente ultrasónico. Esto es especialmente interesante en los centros de trabajo o en casa, especialmente si hay niños y ancianos. Los profesionales sanitarios deberían de tener uno en sus consultas para protegerse.
  • Aplicar estos aceites en un stick inhalador nasal.
  • La acción de algunos de estos aceites esenciales, como la ravintsara, potencia la acción de jabones o geles desinfectantes.

Recomiendo que los aceites esenciales que utilicemos tengan las siguientes siglas, AEBBD (Aceites Esenciales Botánica y Bioquímicamente Definidos).

Inhalaciones nasales

Los virus suelen infectar a través de su entrada por los orificios que dan paso a las vías respiratorias. De este modo, realizar enjuagues nasales a base de agua de mar isotónica y propóleo, se convierte en una medida preventiva muy interesante.

¿Cómo llevar esto a la práctica?

Pack básico

Para que esta información, que pretende ser divulgación científica e intenta recomendaciones con un bien social, no pueda ser confundida como un panfleto comercial por algún lector malpensado, pongo imágenes cortadas de aquellos productos que conozco bien y que, de forma práctica, recogen todos los aspectos teóricos recomendados anteriormente.

Precauciones y Medidas avanzadas

Las medidas comentadas anteriormente pueden ser tomadas básicamente por toda la población y por tiempo limitado, excepto en bebés y niños muy pequeños, mujeres embarazadas, lactantes y con determinada medicación. Otras medidas más avanzadas deben pasar necesariamente por la personalización. Por ello, recomiendo visitar el cuadro de profesionales sanitarios de la sociedad de la que soy miembro, SESMI (Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa)

Bibliografía

  • Web del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España: https://www.mscbs.gob.es/
  • Web de la Organización Mundial de la Salud (OMS): https://www.who.int/es
  • Mohajer Shojaei, T., Ghalyanchilangeroudi, A., Karimi, V., Barin, A., Sadri, N. The effect of Allium sativum (Garlic) extract on infectious bronchitis virus in specific pathogen free embryonic egg. Avicenna Journal of Phytomedicine, 2016; 6(4): 458-467.
  • Yildirim, A, et al, Antiviral Activity of Hatay Propolis Against Replication of Herpes Simplex Virus Type 1 and Type 2. Medical science monitor: international medical journal of experimental and clinical research. 2016;22:422-430.
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  • La echinacea sería tan efectiva contra la gripe como el tratamiento gripal más habitual, oseltamivir. Fuente: Correo Farmacéutico. Se puede ver en: https://www.diariomedico.com/farmacia/profesion/nueva-evidencia-de-la-efectividad-de-la-echinacea-en-gripe-y-resfriado.html
  • Raus K, et al. Effect of an Echinacea-Based Hot Drink Versus Oseltamivir in Influenza Treatment: A Randomized, Double-Blind, Double-Dummy, Multicenter, Noninferiority Clinical Trial. Curr Ther Res Clin Exp, 2015;20;77:66-72.
  • Hemila, H. Vitamin C and Infections. Nutrients, 2017; 29;9(4).
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  • Jackwood MW. Avian coronavirus infectious bronchitis virus susceptibility to botanical oleoresins and essential oils in vitro and in vivo. Virus Res, 2010;149(1):86-94.

La información proporcionada en cultivarsalud.com ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación que existe entre un paciente/visitante de este sitio web y su médico

Juan Serrano Gandía
  • Licenciado en Ciencias Biológicas, especializado en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Valencia.
  • Analista en el Instituto Valenciano de Oncología (I.V.O)
  • Autor de los libros: Cancer: un enfoque bio-lógico y Poder anti-cancer
  • Divulgador científico sobre temas de Medicina y Oncología Integrativa.
  • Miembro fundador de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI).

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2 COMENTARIOS

    • La estrella de Mar

      Gracias a ti Alberto, nos alegramos mucho que te guste. Saludos.

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