El producto que desde mediados del 2014 está provocando más daños a países como Indonesia y Malasia es el ya conocido ACEITE DE PALMA, que se obtiene del corazón de la palmera aceitera y el cual, tiene innumerables usos a día de hoy.
Que encontramos detrás del famoso “Aceite de Palma”
Las plantaciones de palmeras aceiteras, se han expandido a una gran velocidad por los bosques y selvas tropicales de Indonesia y Malasia, donde se provocan enormes cantidades de emisiones de CO2 por la quema de vastas extensiones de selva y bosque para dejar paso a las nuevas plantaciones.
Pero, quizás lo peor es que, además del desplazamiento que se produce de poblaciones autóctonas e indígenas que dependen exclusivamente de los bosques para sobrevivir, se está acelerando la pérdida de una de las especies de primate más cercana a nosotros, el “Orangután”, el cual se está viendo aniquilado al desaparecer su hábitat natural y se está aprovechando para vender sus crías a cazadores furtivos, zoos, parques turísticos, a coleccionistas, como carne, para extracción de pieles o simplemente como animal de compañía. Esta especie, junto al Tigre de Sumatra y al Elefante Asiático, se acerca peligrosamente a la extinción ya que, dependen enteramente de los bosques tropicales de Borneo y Sumatra para sobrevivir.
Desde ENDEMIC, intentamos luchar contra esta y otras injusticias medioambie



ntales, es por ello que los tensioactivos derivados del aceite de palma que utilizamos han sido obtenidos según la iniciativa internacional RSPO, que ha sido desarrollada para garantizar la seguridad y trazabilidad de las cadenas de suministro con el objetivo de proporcionar evidencias creíbles de que este aceite procede de recursos sostenibles y pretende garantizar que la producción respeta los derechos laborales de las comunidades indígenas, que no se ocupen muevas zonas de elevado valor medioambiental y que no se amenace la biodiversidad animal y vegetal.
ENDEMIC, una marca fiable y respetuosa con el planeta.