Rosas silvestres: «Lagrimus» es una empresa con espíritu emprendedor, que recupera la sabiduría de la montaña, la adaptación al medio y el conocimiento adquirido durante siglos en el Pirineo.

El nuestro es un proyecto de respeto a la naturaleza y al entorno, que tiene siempre en cuenta los bienes y servicios que nos ofrecen los ecosistemas, en este caso, bienes de abastecimiento en forma de distintos productos como las rosas silvestres o la piña de abeto o, recientemente, el escaramujo. Nuestro trabajo recupera, desarrolla y divulga sus propiedades medicinales, alimentarias, culinarias y terapéuticas conocidas por muchas generaciones de montaña.

Recuperar el uso de las piñas de abeto, dándole un toque de actualidad e innovación tiene su origen en un valor cultural popular ya que el jarabe de abeto es una preparación fuertemente arraigada en la cultura popular de montaña. Estos productos, además de encajar perfectamente en la cocina, presentan propiedades que van más allá de las puramente organolépticas, pues debido a los compuestos bioactivos presentes, tienen propiedades depurativas, balsámicas, expectorantes y antisépticas de las vías respiratorias. De la piña de abeto, y mediante un largo proceso de maceración en azúcar biológico, extraemos el apreciado jarabe de abeto a partir del cual elaboramos nuestros caramelos de abeto, el lagrimópolis, la crema de abeto balsámico, etc.

Ahora, una vez estandarizados los procedimientos de elaboración de los productos con base de abeto y su calidad final, y fruto del trabajo constante de valorización de nuestro entorno natural, queremos introducir nuevos elementos vegetales silvestres, y uno de ellos es el escaramujo, el fruto de la rosa silvestre, que ha tenido un amplio uso tradicional como fuente importante de vitamina C (se calcula que tiene una concentración en vitamina C 40 veces superior a los cítricos).

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El rosal silvestre es un arbusto leñoso de hasta 3 metros de altura, con tallos leñosos  cargados de agujones que protegen a la planta de los animales herbívoros; con el tiempo. Las hojas son caducas y compuestas, con el margen dentado, y las flores de unos 5 cm de diámetro con cinco pétalos de color rosa claro o blanco, que aparecen entre junio y agosto. El fruto, carnoso y de color rojo intenso, aparece a finales de verano, y durante otoño, y ha tenido un amplio uso tradicional para la prevención de gripes, resfriados, y popularmente también se ha usado para facilitar digestiones, como diurético y incluso como colirio oftálmico, entre otros usos. Incluso, para los amantes de la cocina, los pétalos de la flor son usados para añadirlos a helados, sorbetes, pasteles y ensaladas. Su recolección es entre octubre y marzo, encontrando su estado máximo de maduración en diciembre y enero.

Aunque se trata de un arbusto muy común y uniformemente distribuido por las zarzas y márgenes boscosos de todo nuestro territorio, los rosales que se utilizan a nivel comercial provienen principalmente de Chile, Bulgaria, Rumanía, Hungría, China o la antigua Yugoslavia.

Por todo ello hemos empezado un proyecto que nos debe llevar a la definición de aspectos relevantes entorno al fruto de las rosas silvestres, aspectos que incluyen el conocimiento de la propia planta (abundancia y distribución, sensibilidad al cambio climático, …), el proceso de recolección (acotar el periodo de tiempo para llevar a cabo la recolección, buscar herramientas y equipos que faciliten la recogida del producto, siempre pensando en un gestión sostenible del recurso), el proceso de producción (generar nuevos productos alimentarios artesanos de calidad, estandarizar los métodos de producción, …), y la distribución final.

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En estos momentos hemos iniciado ya distintas pruebas que nos confirman la bondad del producto, que nos ofrece la posibilidad de crear productos como caramelos, caramelos de palo, yogures con zumo de escaramujo (especial para dar vitamina C a niños), barras energéticas o aceite de escaramujo para cosméticas.

También queremos promover una plantación de rosal silvestre para futuros estudios de recolección, adaptación al medio natural, o posibles implantaciones en diferentes zonas del Pirineo.

Para conseguir todos estos objetivos lanzaremos próximamente una campaña de crowdfunding, mediante la cual obtener la financiación necesaria para un proyecto tan ambicioso. Estamos convencidos que de que con la participación de personas como tú, conseguiremos nuestro objetivo.

Iniciamos pues desde Lagrimus un nuevo reto que quiere valorizar este recurso natural actualmente devaluado, creando un producto que contribuye al bienestar y a la salud, un producto de proximidad que potenciará una gestión sostenible del medio natural y de sus bienes, orientada a un aprovechamiento sostenido en el tiempo, y que generará una actividad económica entorno a su recolección.

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