Hoy nos proponemos desmontar los falsos mitos de la alimentación ecológica. La producción de alimentos saludables crece cada año en todo el mundo de forma imparable. Afortunadamente, la gente cada vez está más concienciada con el medio ambiente y nuestra salud. A continuación, analizamos las falsas afirmaciones de los detractores de la alimentación ecológica.
La producción de alimentos ecológicos no es más sostenible
Aquellos que dicen que la producción de alimentos ecológicos no es más sostenible, mienten. Mantiene el cultivo hidratado, la tierra es tan cuidada como los cultivos. La tierra donde se cultivan es más fértil, más cuidada para que no acabe como un desierto e inutilizable.
La producción ecológica cuida los hábitats de animales salvajes, respeta los ciclos de los cultivos y contribuye al mantenimiento de la biodiversidad. Los animales viven en mayor libertad y crecen más saludables. No utilizan hormonas ni asistencia reproductiva.
Sin duda, es más sostenible a largo plazo, la tierra no está sometida a los ritmos de producción masivos. Puede cuidarse la tierra con tranquilidad. Además, las buenas prácticas en la agricultura fomentan la calidad del agua y de la atmosfera. La agricultura ecológica ayuda reducir la contaminación del agua y del aire. Conseguiremos reducir las consecuencias del efecto invernadero. Esto ayudará a encontrar más fuentes renovables de energía. Una agricultura que ayuda en la distribución en la naturaleza.
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No tienen más nutrientes
Es falso que alimentos cultivados a través de agricultura ecológica no tienen nutrientes. Todo lo contrario, el cuerpo los asimila mejor al estar libres de residuos tóxicos. Hay estudios que avalan que si tienen más nutrientes, son más ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes.
También hay algunos estudios que confirman que los alimentos ecológicos contienen mayores concentraciones de antioxidantes que los convencionales. Incluso la leche y carne orgánicas tienen niveles más altos de ácidos grasos omega-3, relacionados con la reducción de las enfermedades del corazón.
Si muchas veces fuéramos conscientes de los pesticidas que han puesto en la fruta, por ejemplo, no nos la comeríamos. En cambio la agricultura ecológica contiene una mayor cantidad de vitaminas del grupo C y minerales para nuestros huesos. Por ello, tenemos que apoyar a la producción ecológica, para crecer más sanos y menos expuestos a pesticidas. Los cultivos ecológicos tienen niveles más bajos de metales pesados tóxicos, como el cadmio, uno de los tres contaminantes más frecuentes en los alimentos junto con el plomo y el mercurio.
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No están libres de fertilizantes ni pesticidas
No es cierta la afirmación que la alimentación ecológica no está libre de fertilizantes y pesticidas. La agricultura ecológica tiene un sistema de producción regulado desde que cogen el cultivo en el campo hasta el mercado. Todo tiene certificación internacional, pasan supervisiones de organismos nacionales e internacionales. Hay que matizar que la Unión Europea tiene controles y solo permite la producción ecológica, cuando se usan pesticidas naturales/orgánicos. No hay espacio para engaños y todo está muy controlado.
Durante el cultivo de este tipo de productos no se puede utilizar elementos químicos como conservantes, colorantes o pesticidas. Su cultivo es natural, y para evitar las plagas, se utiliza un tipo de pesticida sin componentes químicos, una medida que la Unión Europea mira con lupa para evitar manipulaciones engañosas. Además, notaremos que no tienen productos químicos solo con probarlo, sabrá como más artesanal, con su aroma de origen.
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