¿Prefieres naranja o mandarina? hay quién piensa que la segunda es la hermana pobre, pero no es así. Las mandarinas contribuyen a la prevención de enfermedades y son nutritivas. La naranja contiene más vitamina C, pero la mandarina también es una fuente importante de ese micronutriente.
La mandarina tiene sus orígenes en el sudeste asiático, hace miles de años. La Fundación Española de la Nutrición (FEN) resalta que existen dudas respecto a su origen. Aunque está demostrado que se ha cultivado en China durante varios milenios. Se trata de un fruto de corteza gorda y aromática utilizado en la medicina medieval. La mandarina es el fruto del mandarino, un árbol muy similar al naranjo, pero más pequeño.



Beneficios de la mandarina
La mayoría de los expertos sanitarios coinciden en que estas frutas de color naranja ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Encontramos en ellas vitamina C, A, no son fáciles de encontrar en los alimentos. El poder antioxidante es alto aunque dicen que es mayor en la naranja. Pero en Vitamina A la mandarina le gana a la naranja, pero ambas frutas son una buena fuente de vitaminas.
Su contenido en fibra y vitamina C favorecen la actividad intestinal, evitan el estreñimiento. Aumentan la sensación de saciedad. Nos ayudará a perder peso por su bajo contenido en azúcares. El aporte de vitamina C aumenta nuestras defensas y estimula nuestro sistema inmunológico, nos protege de gripes y resfriados.
Tiene un alto valor nutricional. Esta fruta tiene un alto contenido en agua y bajo aporte en macronutrientes. Su valor calórico es bajo, si comemos dos mandarinas consumiríamos cerca de 60 Kcal.
Estos los nutrientes que nos aporta la mandarina de mayor a menor. Energía, proteínas, grasas, hidratos de carbono, fibra y agua. También calcio, hierro, magnesio, zinc, sodio, potasio, fósforo, vitamina B6, Vitamina C y Vitamina A.



Consejos para aprovechar sus beneficios
Aprovechemos lo mejor de los cuatro grupos diferentes de mandarinas. Podemos elegir entre clementinas, clementillas, híbridos y satsuma. Los expertos nos dicen que para elegir una nos centremos más en las condiciones de cultivo. El periodo de recolección, la insolación que ha podido sufrir el árbol, condiciones de almacenamiento. Las mandarinas suelen venderse en los mercados desde octubre hasta marzo.
Los expertos recomiendan elegir fruta de temporada y de producción local. Seleccionarlas con un grado de madurez bueno. Reducir, en la medida de lo posible, el tiempo de almacenamiento. Mantener la cadena del frío y mantenerlas en ambientes ventilados. Evitar comerlas como postre, siempre que hayan sido cortadas mucho tiempo antes de comerlo. Intentar evitar que estén amontonadas y que se mojen o estén húmedas.
Trucos de cocina
Las mandarinas conviene tomarlas al natural como fruta fresca o en zumo. También es útil para confeccionar mermeladas, sorbetes, helados y licores. En países de oriente confeccionan salsas para acompañar carnes y pescados. Incluso utilizan mandarinas para crear ensaladas combinadas con vegetales. Los gajos muchas veces aparecen como elementos decorativos en tartas y pasteles, pero como ingrediente decorativo.
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