Los pensamientos saboteadores se multiplican en Diciembre. Las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina por no decir que ya están aquí, aunque falta algo más de un mes el tiempo pasa volando. Te invito a que tomes conciencia de cuál es el pensamiento recurrente relacionado con tus hábitos de alimentación cuando estás con comidas familiares, de empresa, amigos…etc.
Aquí te dejo algunos de los ejemplos típicos de estas fechas:
1. ¡Seguir la dieta es demasiado duro!
2. ¡Ya lo compensaré después!
3. ¡No es justo que no pueda comer esto!
4. ¡Por un día no pasa nada!
5. ¡Nadie me observa!
6. Tampoco tengo tan altos los valores de colesterol, azúcar etc etc
7. ¡El dia 1 de enero empiezo de nuevo!
8. ¡Me estoy dando un capricho, me lo merezco!
9. ¡Si no me lo como se enfadarán!
10. Otros
11. Cuando pase la Navidad me apunto al gimnasio y ya está.
Acabemos con los pensamientos saboteadores, siguiendo estas pautas
· El primer paso es tomar conciencia de cuáles son esos pensamientos saboteadores y las emociones que llevan asociadas. Toma un momento y para, preguntante cuándo aparecen y hazte la siguiente reflexión:
¿Realmente tomar determinados alimentos o bebidas en exceso me alejan o me acercan a mi objetivo de salud?
· El siguiente paso es plantearte objetivos a corto plazo, que no te agobien, sencillos y alcanzables.
· Y pasa a la acción dando pequeños pasos en cada una de las celebraciones que tengas alrededor de la mesa.



Consejos para que tus fiestas de Navidad sean lo más saludables posible:
1. Antes de acudir a las celebraciones toma un pequeño tentempié, por ejemplo, fruta, zumo natural, yogurt, infusión…
2. Si eres tú la anfitriona planifica bien el menú e incluye opciones saludables. Por ejemplo, carnes magras, pescado con pocas salsas y procura que haya, al menos, una verdura cruda en la mesa, tipo ensaladas variadas… También hay platos de verduras típicas tradicionales en Navidad que puedes valorar incluir.
3. Respeta la velocidad a la hora de comer (al menos 20 minutos). No comas con prisa, mastica muy bien los alimentos y saboréalos. Todo ello te ayudará a comer con moderación disfrutando del momento.
4. Entre plato y plato intenta mantener un espacio de observación para ver tu sensación de saciedad en el estómago. ¿Crees que estás satisfecho con lo que has comido ya, tu estómago está ligero o estás lleno solo con el primer plato?
5. Ten mucho cuidado con el alcohol, ya sabes que suma calorías vacías, recuerda tener un vaso de agua para ir alternando con el vino o cerveza (o incluso intenta evitar estas bebidas)
6. En la sobremesa puedes tener a mano siempre una infusión, mejor si es digestiva, y en la medida de lo posible apartar los dulces de tu alcance. Un truco consiste en ¡¡cepillarte los dientes para evitar tentaciones!!
7. Sé compasivo/a contigo mismo/a, disfruta del momento. No te castigues si no has cumplido todos tus objetivos nutricionales. Lo importante es tomar conciencia y aprender de las situaciones.
8. Siempre aconsejo dedicar 10 minutos cada noche para hacer un pequeño repaso y plantearte las siguientes reflexiones, con el único fin de saber si estás en línea con tus objetivos:
¿Qué no ha funcionado? ¿Cómo puedo mejorar al día siguiente? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que sea como yo quiero que sea el día? ¿Qué cosas ya no estoy dispuesto a hacer para que sea como YO QUIERO?
9.- Y, sobre todo, intenta mantenerte entretenido…. Ríete, canta y muévete mucho, pasea, baila, juega con tus hijos… Así acabarás mucho antes con los pensamientos saboteadores que intenten boicotear tus planes nutricionales en estas navidades.
Feliz y saludable Navidad!!!