La expresión “vegano pero a ratos” aparece en Estados Unidos en la década de los 90.En esa década el chef Helga Morath crea un restaurante con la filosofía “flexitariano”. Calculan que el 17% de la población española lleva a cabo está forma de comer, según datos del Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias.
Cada uno se marca los días y la cantidad de alimento animal que puede consumir
Lo bueno de esta forma de comer es que no hay normas. Cada uno se marca los días y la cantidad de alimento animal que puede consumir. El periodista del “New York Times”, Mark Bittman, escribió un libro “Vegano antes de las 6”, por la mañana es vegano y por la tarde “flexitariano”. Por motivos de salud tenía que cuidarse más. Decidió ser vegano a medias, le gusta la carne y el pescado, además, es difícil salir a cenar con los compañeros o amigos siendo vegetariano.
Por tanto, flexitariano es aquella persona que basa su alimentación en una dieta vegetariana. Pero de manera puntual y cada uno con sus razones, consume comida de origen animal. Suelen comer ocasionalmente carne, aves, marisco o pescado. Los veganos son muy estrictos en la alimentación y no consideran esta filosofía con un subtipo. Los excluyen de los veganos al comer carne y pescado.
Cuidado de los animales
La importancia del cuidado a los animales y al medio ambiente es primordial en los veganos. Pero en los que optan por una opción intermedia no cumplen este requisito pero sí se preocupan por el origen de los alimentos. También muestran su preocupación por la pesca sostenible o la agricultura biológica. Los veganos más estrictos quieren evitar el sufrimiento de millones de animales en la cadena alimenticia, pero también tienen la dura tarea de aprender a moverse por el mundo no vegano sin que les miren como bichos raros.
Los beneficios de ser vegano, pero a ratos
Comer siguiendo criterios “flexitariano” es una dieta saludable. Combina los beneficios de los productos de origen vegetal con los nutrientes que nos aporta la carne y el pescado de manera ocasional. Además, al comprar mucha menos carne o pescado, tendremos más presupuesto para vegetales de origen biológico con más calidad.
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