La piel es un órgano vivo en constante cambio sobre la que el paso del tiempo va dejando huellas inexorables. El proceso de envejecimiento cutáneo es imparable, sin embargo, podemos ralentizarlo siguiendo unos cuidados básicos y apropiados. La resistencia a los radicales libres disminuye con la edad. A través de la cosmética natural podemos ayudar a neutralizar esas reacciones bioquímicas que producen ese daño oxidativo.
Con el transcurrir del tiempo las glándulas encargadas de la producción de colágeno y elastina natural se vuelven progresivamente más perezosas. El deterioro de un nivel óptimo de nutrición desencadena una serie de factores que influyen determinantemente en el envejecimiento cutáneo. El tono se apaga; la membrana celular pierde fluidez; se disipa parte de la película hidrolipídica y la piel se fragiliza afectándole más cualquier agente externo negativo. Con el envejecimiento los cambios en el tejido conectivo reducen la elasticidad y los pigmentos se agrupan de forma irregular provocando la aparición de manchas.
El proceso de envejecimiento cutáneo depende del código genético individual. Sin embargo, está influenciado por la acción de muchos factores de nuestra forma de vida como son: alimentación cada vez menos natural; radiaciones solares, progresivamente más peligrosas; el acelerado ritmo de vida; el consumo de tabaco u otras sustancias toxicas o la contaminación medioambiental. Todos estos condicionantes estimulan el proceso de aparición de radicales libres que llegan a dañar nuestras células, fibroblastos, cadenas de ADN, membranas celulares y, por tanto, contribuyen a deteriorar el aspecto de la piel. La falta de oxigenación y una alteración del equilibrio metabólico ocasionan una degeneración prematura.
El descanso se refleja en tu rostro. Intenta dormir un mínimo de 8 horas. Mantén una dieta variada y equilibrada. La fruta es uno de tus principales aliados para luchar contra el envejecimiento. Incluye en tu menú diario hortalizas y verduras. Bebe un mínimo de dos litros de agua al día. El deporte es excelente para oxigenar las células. Una piel sana deja entrever que existe un equilibrio emocional y una actitud mental positiva. La relajación física y psíquica es imprescindible para disfrutar de una piel bonita. Limpieza, hidratación y protección son necesarias a cualquier edad.
A los 20…
La piel vive una de sus mejores épocas. Se debe comenzar una rutina de belleza sencilla, pero constante, que incluya limpieza, hidratación y protección, así como desarrollar hábitos alimenticios sanos. Es preferible optar por la cosmética natural, evitando el uso de jabones antibacterianos, demasiado abrasivos, que pueden secar antes las lesiones del acné pero como contrapartida irritan la piel. Nunca se debe “estrujar” los granitos sin las necesarias condiciones de asepsia. Ciertas plantas como el espliego, la menta y el tomillo poseen gran poder desinfectante. El Aloe Vera es un excelente cicatrizante.
A los 30 y los 40…
Las claves son: hidratación, nutrición y protección. Para combatir los signos visibles de envejecimiento pueden utilizarse activos naturales capaces de estimular y fortalecer las células, además de mejorar el aspecto externo de la piel y contribuir a reducir las pequeñas arrugas. La biocosmética nos ofrece formulas remineralizantes, vivificantes y revitalizantes. Cócteles de vitaminas provenientes del reino vegetal, capaces de satisfacer las carencias vitamínicas que pudiera presentar la piel. La exfoliación devuelve la transparencia de la lozanía, quedando la piel más suave y tersa.
A partir de los 50…
Los cambios hormonales hacen que la regeneración celular se reduzca casi al 50%. Es el momento de utilizar fórmulas intensivas que ayuden a renovar, reparar y fortalecer la piel madura. Son muy recomendables los principios con acción antioxidante, reafirmante y redensificante, que estimulen la producción de colágeno y elastina. Los aceites de borraja, onagra, soja, rosa mosqueta y el extracto de edelweiss estimulan la regeneración celular y elastizan la piel. El uso de pantallas protectoras evita la activación de los procesos de melanogénesis. Ha de utilizarse una pantalla solar los 365 días del año, ya que la exposición a la luz solar comienza en el mismo momento en que se sale a la calle.
Maripi GADET
Autora de “Mascarillas Naturales para una Belleza Radiante”, publicado por Arcopress
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