Soy una fiel creyente del poder de los cuentos, y como dijo la gran poeta Emily Dickinson, para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro. ¿Vienes? ¡Sube que te llevo!
La capacidad de percibir, sentir y expresar se debe desarrollar desde la edad más temprana, y es por eso, que la unión de la literatura infantil y la música, desde los fundamentos de la musicoterapia -como los uso yo-, es una herramienta muy potente puesto que promueve y fomenta habilidades y valores primordiales, desde los más pequeños hasta los más mayores.
Un cuento sonoro o musicalizado -como me gusta llamarlo- es un recurso literario musical de expresión, una herramienta didáctica e incluso podríamos decir que una técnica terapéutica, por medio de la cual podemos trabajar dificultades a nivel cognitivo, conductual, emocional, etc. concretas; así como también tienen mucha eficacia en la prevención, educación en valores y desarrollo de la inteligencia emocional.
A través de la interacción dialéctica-musical entre magia y lógica, permiten a los más pequeños el inicio de la construcción de la identidad personal propia y su acercamiento al mundo, con la finalidad de pasar un momento agradable y fomentar diversas habilidades a las madres/padres con sus pequeños.
Como ya he venido comentando en los artículos anteriores, cabe tener en cuenta que la música es un elemento muy importante en la vida de las personas, puesto que vivimos en un universo lleno de sonidos y ruidos. Esto mismo, ya se puede ver durante la gestación, donde según diversas investigaciones sobre memoria prenatal, hay una clara preferencia de los recién nacidos por los sonidos que ya han escuchado en el útero materno: el flujo sanguíneo, el latido del corazón, la respiración materna, las voces familiares… De esta manera, la preferencia persiste y se sigue construyendo desde el nacimiento.
¿Cómo lo hago?
Esta experiencia musical la llevo a cabo adaptando un cuento literario infantil y/o juvenil utilizando el sonido, el canto, la entonación, el fraseo, el timbre, el ritmo, la pausa, el volumen, el movimiento, el tacto, la creación, y un largo etcétera. Siempre atendiendo a los objetivos marcados, mientras el niño va descubriendo y tomando contacto con el mundo y el cuento, creando un ambiente mágico en tiempo y espacio, (según la edad y las circunstancias, acompañado por su adulto favorito o con su grupo de iguales) mientras comparten una experiencia de aprendizaje, comunicación y juego.
Los pequeños de la casa, son seres creativos y sonoros de manera innata, quienes poseen una capacidad extraordinaria para utilizar la imaginación e integrar lo que les rodea, por lo que esta experiencia puede convertirse en una fuente inagotable de placer, entretenimiento y fantasía, además de un espacio creativo donde los más pequeños puedan traspasar los límites y poner en marcha todo su potencial.
Por eso, gracias a los cuentos, podemos acercarnos al mundo interior del niño, a su lenguaje, a su simbología, mientras experimentan con su propio cuerpo y con su entorno, a la vez que se potencian aspectos que serán cruciales en el desarrollo de su propia personalidad.
¿Qué puedes hacer?
- Potenciar las diferentes habilidades cognitivas e intelectivas, desarrollando así esa área
- Fomentar la imaginación y la creatividad
- Ejercer una buena influencia para crear un buen hábito lector
- Desarrollar diferentes valores fundamentales en el crecimiento personal y grupal
- Incidir en el desarrollo óptimo del área del lenguaje, a través del ritmo, la discriminación auditiva, la comprensión, la expresión…
- Mejorar la comunicación y expresión interpersonal, así como dar un modelo y/o apoyo en la resolución de conflictos internos y/o externos
- Acercarte al mundo interior para conocer y cuidar el mundo emocional de los pequeños y no tan pequeños
- Crear lazos afectivos y comunicativos hacia un crecimiento sano y feliz
- ¡Entre otras muchas cosas!
¿Qué debes tener en cuenta?
- A quién va dirigido (edad, necesidades, recursos…) y su nivel de receptividad y de atención.
- Por ejemplo…
- Para los más pequeñitos, hasta 1 año: cuentos ilustrados, con colores, formas, texturas… y con poco contenido semántico.
- Entre los 2 y 3 años: cuentos cortos y sencillos, añadiendo actividades de juego simbólico y con un toque de fantasía, donde además pueda ir participando de manera activa (como asociar y señalar con el dedo, entre otras muchas formas).
- Por ejemplo…
- Cuidar el ambiente, promoviendo un ambiente sano (y lo sonoro también juega aquí, obviamente), por lo que intenta eliminar y/o evitar sonidos inútiles, agresivos e inadecuados.
- Acompañar la narración de un lenguaje fácil y sencillo, jugando con las entonaciones e incentivando el lenguaje corporal (gestos, exageraciones…) para favorecer la inmersión del “público”.
- A través de esa interacción entre magia, lógica y música de y en los cuentos, con sus personajes y sus historias, puede ser un facilitador de expresión y gestión emocional.
- Acabar con un final “bueno” y resolutivo, proporcionando siempre una opción hacia la resolución de cualquier situación, para que quede impregnado y pueda interiorizarse dicho mensaje.
Algunos ejemplos de cuentos por temáticas, para diferentes edades:
- “Tinc un drac a casa”, “Te quiero, Valero”, “En este cuento no hay ningún dragón”, “El pequeño Jorge y el dragón, “Érase una vez un dragón”, “Pichín, pichón, caballero y dragón”, “El dragón Zog” – Sant Jordi, San Jorge/ El día del libro
- “Por cuatro esquinitas de nada”, “Las jirafas no pueden bailar”, “Monstruo rosa”, “Max, el artista”, “María, la alegría en la diferencia”, “Pajarraco”, “Elmer”, “El punto”, “Otra cosa”, “El cazo de Lorenzo” o “Érase otra vez un bosque” – Diversidad
- “Orejas de mariposa”, “Rojo o por qué el bullying no es divertido”, “El niño que no quiso llorar”, “El pollosaurio” o “El libro invisible” – Bullying
- “El pato y la muerte”, “El faro de las almas”, “Un monstruo viene a verme”, “Para siempre” o “El bondadoso rey” – Duelo
- “Nunca te olvidaré”, “Un poema para mis abuelos” o “La isla del abuelo” – Abuelos/ personas mayores
- “El monstruo de las emociones”, “El gran libro de las emociones”, “Emocionario”, “Una mochila para el universo: 21 rutas para vivir con nuestras emociones”, “Diario de las emociones”, “Emociones tóxicas”, “Emociones y sentimientos”, “El arte de emocionarte”, “Feliz”, “Las pequeñas y grandes emociones de la vida” o “Un món d’emocions” – Emociones
- “El libro valiente”, “Mi-Edo”, “Grisgris” o “El gato Guille y los miedos”, “Cómo hacerse amigo de un fantasma”, “Mi miedo y yo” o “Yo y mi miedo” – Miedo
- “Pequeño peludo: El hospital de los doctores Toc-Toc”, “Edu va al pediatra”, “Eva va al pediatra”, “Cuentos de Lucía, mi pediatra” – Miedo a los médicos/hospitales
- “Las olas que vienen y van”, “No tengas miedo cangrejita”, Valentín”, – Miedo al agua/playa
- “El libro valiente”, “Mi-Edo”, “Grisgris” o “El gato Guille y los miedos”, “Cómo hacerse amigo de un fantasma”, “Mi miedo y yo” o “Yo y mi miedo” – Miedo
- “Malena Ballena”, “El abrigo de Jana”, “El espejo de Marta”, “Yo voy conmigo”, “Soy yo”, “Serafín”, “El jardín de Violeta”, “De mayor quiero ser feliz”, “Creo en ti”, – Autoestima
- “Bongo tiene un secreto”, – Empatía / Amistad
- “El lápiz mágico de malala”, “No me cuentes cuentos”, “Historias de las buenas noches para niñas rebeldes”, “Daniela, la pirata” – Papel de la Mujer / feminismo
- “Vida en marte”, “Paco y el rock”, “Las rockeras no se rinden”, “Una canción” o “Little niño descubre a _____” – Amor por la música
- ¡Entre otros muchos!
¿Los conoces? ¿Los has escuchado? ¿Te vienen otros cuentos y temáticas a la cabeza?
Puedes comentar el post y compartirlo, para engrandecerlo y poner de relieve la gran importancia de los cuentos.
Además, te invito a conocerlos, y si eres musicoterapeuta, tenemos un curso sobre el cuento sonoro como herramienta en Musicoterapia, que igual te puede interesar.
Así que, aprovecho para animarte a cuidar la cultura literaria y sonora, porque los cuentos también educan, por lo que debemos intentar que esa educación también sea de calidad.
Sin mucho más que añadir, me despido con otra frase, de un personaje de cuento conocido por todos.
Y como dijo Peter Pan… “NO DEJES NUNCA DE SOÑAR. SOLO QUIEN SUEÑA, APRENDE A VOLAR…”.
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