cultivarsalud INCLUSIVO: Audio para personas con dificultades en la lectura
¿Cómo condiciona nuestro pasado a nuestro presente?
No se si en algún momento de tu vida te has parado a pensar sobre el poder que tienen tus experiencias pasadas en tu momento presente. Sobre todo las negativas.
¿Eres consciente de cómo condicionan esas experiencias tus decisiones?
¿Sabes como pueden llegar a influir en cada acto tuyo diario?
Voy aún más lejos ¿Sabes cuales son esas experiencias negativas pasadas que tanto te están condicionando o ni siquiera las reconoces en el momento actual?
Te sorprendería saber cuanto poder le otorgamos a nuestras experiencias pasadas, en la mayoría de los casos de manera inconsciente e involuntaria. Pero es importante empezar a prestarle atención ya que te asombraría descubrir cuanto de presentes están esas experiencias traumáticas o negativas que un día sufriste en el pasado.
Hemos hablado ya en muchas ocasiones del poder de nuestra mente subconsciente. Ya sabes, y sino te lo recuerdo ahora, que es en nuestra mente subconsciente donde se van almacenando todos nuestras experiencias, vivencias y sucesos que de uno u otra manera han tenido impacto en nosotros y que nos han “dejado huella”.
Hoy vamos a centrarnos en el poder que tienen las experiencias negativas ya que en la mayoría de los casos, estás experiencias negativas, simplemente las hemos escondido pero aún no nos hemos liberado de ellas.
Es común ver como los patrones de conducta en los seres humanos se van repitiendo una y otra vez. Y el tema de hoy, créeme, es uno de los patrones más recurrentes cuando te dedicas al estudio de la mente humana.
Hemos aceptado como regla general que las malas experiencias las tenemos que ir guardando lejos de nuestra mente consciente. Cuanto más escondidas estén mucho mejor. En ocasiones hemos guardado estás experiencias en lo más hondo de nuestra mente porque nos causaban dolor, otras por pura vergüenza y otras muchas porque hemos asumido que el tiempo lo cura todo. Craso error.
Podemos hacer ver como si no hubiera pasado nada, podemos intentar olvidar nuestras experiencias más traumáticas pero jamás podremos engañarnos a nosotros mismos ni a nuestra mente subconsciente.
Es importante tomar consciencia de esas experiencias que nos marcaron negativamente en un pasado para que no sigan condicionando, ni nuestro presente ni nuestro futuro. Al no tomar consciencia de ello le otorgamos un poder, en la mayoría de los casos inconscientemente, que puede condicionar, literalmente, nuestras vidas.
Intentar esconder este tipo de experiencias simplemente es huir hacia delante intentando escapar de algo que, tarde o temprano, saldrá de nuevo a flote por la circunstancia menos esperada. Y aún hay más, mientras no salga a flote y permanezca escondido sigue y seguirá condicionando nuestras decisiones y por tanto nuestros actos.
Yo, al igual que tu y la gran mayoría de seres humanos viví durante mi infancia y mi adolescencia una serie de experiencias duras que condicionaron totalmente mi manera de ver el mundo y por tanto de enfrentar la realidad. En el absurdo e inútil afán por ganar tiempo al tiempo y que estás experiencias se esfumaran como por arte de magia, no me enfrente a ellas y eso tuvo un alto coste para mi.
¿Cuáles son esas experiencias que están condicionando tus decisiones? ¿Sabes porque actúas frente a determinadas situaciones como lo estás haciendo? ¿Has repetido patrones de conducta que has visto, por ejemplo, en tu casa y juraste jamás cometer los mismo errores? Curioso verdad.
Hoy te invito a descubrir cuales son esas experiencias pasadas, desagradables o traumáticas, que a día de hoy siguen condicionando tu presente, ya sea de forma consciente o tal vez, en el peor de los casos, de forma inconsciente. Por eso hoy quiero proponerte un juego. ¿Aceptas?
Coge un papel y un bolígrafo y sin pensar demasiado, sin emitir juicios ni utilizar demasiado el hemisferio izquierdo te invito a que pongas las tres experiencias pasadas más duras o difíciles que te vengan a la memoria. Tiene que ser rápido, sin juicios ni análisis.
A continuación, detente. Quiero que las leas despacio, con calma y que las revivas por un instante. Revívelas y ahora piensa, siempre contándote la máxima verdad, cuanto pueden estar condicionando estas experiencias pasadas tu realidad actual. ¿Crees que no te condicionan? ¿Piensas que están superadas? Ni hablar, te equivocas.
Desde el momento en que decidiste escribir estás experiencias quiere decir que no están olvidadas, sino escondidas. Es por eso que pueden llegara a hacerte tanto daño, precisamente porque no somos conscientes de ello.
Estas experiencias que escribiste, de alguna u otra manera, están condicionando tus decisiones porque conforman parte de tus miedos, parte de tu sistema de creencias y por tanto, como estás percibiendo ahora mismo parte de tu realidad.
¿Qué hacer con ellas? ¿Es imposible cambiarlas o transformarlas? La gran noticia y te lo digo por experiencia propia, es que estás experiencias se pueden transformar, no solo para que nos jueguen a favor, sino para que además puedan ayudar a las demás personas.
Vuelve a leerlas. Obsérvalas y míralas. Ahora pregúntate algo muy poderoso:
¿Qué aprendizaje vital te han enseñado estas experiencias que no se aprenden ni en el colegio ni en ningún sitio? Si amigos, la vida, en cualquier caso siempre nos hace “auditorías gratis”. Esta es la magia.
Ahora cuando descubras que te han enseñado estas experiencias que no te hubieran enseñado en ningún otro lugar piensa algo más poderoso aún:
¿Cómo puede ayudar esta experiencia que tu y solo tu has vivido para que otras personas no pasen por lo mismo que yo pase.
¿Poderoso verdad?
Mi vida estuvo condicionada durante 36 largos años por experiencias que me esforcé en intentar ocultar. Ahora gracias a ellas estoy viviendo una vida plena y llena de abundancia ya que cuando entendí su lección y me dispuse a aplicar sus aprendiza
jes todo, como por arte de magia, cambió. Tu puedes hacer lo mismo.
Amigo, cuanto más tardes en abrir puertas y ventanas y airear tu mente subconsciente de esas experiencias que un día te condicionaron pero que a día de hoy no tienen porque estar vigentes, ante podrás transformar su poder. Es solo una decisión. Es tú decisión.
El pasado nos hace como somos en el presente, y si hemos tenido cosas malas, por equivocación o mala suerte, la única forma de olvidarlas, es haciendo cosas buenas y positivas para el futuro, si pueden ser novedosas, mucho mejor, asumiendo el pasado para dejarlo atrás definitivamente.
El pasado construye nuestra historia, pensamos y decidimos sobre lo que hemos vivido, todo lo que hayamos realizado nos condiciona en el presente. Nuestros errores, malas o buenas decisiones, nuestras relaciones, nuestros viajes, la gente que hemos tratado y conocido, es lo que nos define como somos. Si olvidáramos todo del pasado no sabríamos que hacer ni que pensar, no tendríamos referencias, para saber con lo aprendido lo que deberíamos hacer, estaríamos completamente perdidos, es como si volviéramos a nacer y empezar desde cero cada día, sería horrible, no sabríamos por donde tirar, una verdadera tortura.
En el amor es importante no forzar el tiempo, por eso es conveniente vivir siempre en el presente, nunca pensar en el pasado ni en el futuro en todo rato, si queremos tener visos de que dure ese amor.
ARTURO KORTÁZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA ©
Asi es, sin duda. Gracias por tu comentario, un saludo.