Una reflexión más, sobre el sufrimiento

«El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional» decía Buda.

A mi me gusta hacer una diferenciación: el sufrimiento real y el sufrimiento innecesario. El sufrimiento innecesario es aquel que es posible evitar ya que es fruto de la ignorancia sobre uno mismo, de la vida y se puede trascender o eliminar. Es este último el que domina muchas vidas y del que tiene sentido hablar en este espacio. El sufrimiento tiene muchas caras y muchos grados: ansiedad, miedo, compulsión, inseguridad, falta de vitalidad…

El sufrimiento es opcional…

La mente y la imaginación además de sueños e ideas útiles, tiene expectativas y pensamientos repetitivos, inútiles y sin fundamento. Por ejemplo, un enfado del pasado puede repetirse en la mente ahora y crear un estado de sufrimiento innecesario ahora.

Pensar en que algo irá mal sin que necesariamente tenga que ser así, te hace sufrir antes de tiempo. O dar por supuesto que irá bien, no medir bien la situación, y caer cuando podías haberlo evitado. Hay miles de ejemplos de situaciones mentales que no se ajustan a la realidad objetiva y que uno sufre de antemano o a posteriori sin ver su futilidad. Esos pensamientos deambulan y se repiten sin control alguno. A veces uno cree ser esos pensamientos y no poder salir de esa realidad subjetiva.

Esos pensamientos, ¿por qué nacen? Las experiencias nos hacen crear dentro de nosotros un libro de registros sobre lo que es bueno y/o malo para nosotros y como consecuencia nacen miedos, prudencia y prejuicios e, incluso, atrevimientos. Esos registros crean alarmas con las que activamos nuestras respuestas de anhelo o rechazo ante todo con lo que nos relacionamos.

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Lo que damos por válido y verdadero es por nuestra interpretación de la experiencia o bien porque viene de alguien a quien respetamos o admiramos y lo creemos sin dudar. Vivimos persiguiendo repetir lo que nos gusta y rechazando lo que no nos gusta, constantemente.

Qué es en realidad el sufrimiento

Pero, ¿qué hay de verdad en eso que damos por bueno o malo? Si un perro te mordió en una ocasión en la infancia, puede que ahora tengas miedo o rechaces los perros. Pero, no es verdad que todos los perros muerdan y merezcan tu distancia o rechazo. Así, con cualquier cosa. El sufrimiento también nace en la incongruencia interior: una parte de ti te dice derecha, pero acabas yendo hacia la izquierda.

Pero ¿cuál es la dirección que quieres en realidad? ¿Por qué motivo estás dividido? ¿Quién eres tu? ¿El que dice derecha? O, ¿el que dice izquierda? Sabes que debes decir algo a alguien por el bien común pero el miedo al rechazo hace que no lo digas. Pero, ¿quién decide qué y por qué? Sabes que no te conviene fumar, pero fumas. Sabes que puedes adelgazar, pero luchas y sufres. Sabes que no te gustaría que criticasen, pero criticas. Incluso enseñas cosas a tu gente querida o hijos que tú mismo no cumples. ¿Existe lo correcto? ¿Qué es la lucha? ¿Qué es el sufrimiento?

Origen del sufrimiento

El sufrimiento es pura ignorancia e incongruencia interior y la cura es hallar la verdad que se puede descubrir tras cada estado de sufrimiento. Y, si indagas lo suficiente acabarás viendo que el origen de todo sufrimiento es la mente en sí misma, los valores que uno ha adoptado y el propio ego. Lo que hace sufrir a una persona, no lo sufre igual otra. ¿Por qué? Porque tienen experiencias y pasados distintos, valores distintos y formas de responder distintas ante una misma situación. Los pensamientos desencadenan en emociones y las emociones tocan el cuerpo. Uno vive en un ciclo repetitivo como una montaña rusa y eso, agota.

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El sufrimiento nace en la ignorancia e incapacidad de leer la vida con una mirada limpia de condicionamiento, sin prejuicios. El sufrimiento es pura reacción e impotencia, cárcel y repetición. La mente es información, memoria, conocimiento, experiencia y es vieja.

¿Podemos dejar de sufrir?

Así que el sufrimiento se perpetúa dentro de un estado de inconsciencia, compulsión e ignorancia de cómo funcionamos como seres humanos: la mente, el cuerpo, el ego y el propio Ser.

Pero si uno se da cuenta un día, toma consciencia real, que no es su mente y descubre esa pequeña distancia entre lo que uno realmente Es y lo que uno piensa, hay salida. Uno mismo es quien puede cambiar de pensamientos, no hacerles caso o incluso eliminarlos. Muchos pensamientos no son verdad ni necesarios. Si somos capaces de discernir entre lo que es verdad y lo que no lo es, discernir entre lo que es accesorio e inútil y lo que es importante y útil y que viene de la mente, habremos encontrado el inicio del fin del sufrimiento innecesario.

Más que nunca hay que dar importancia e invertir tiempo a ver qué es eso de Ser Humano y no solo vivir compulsivamente sin reflexionar un mínimo, porqué nos comportamos como lo hacemos y hacia dónde nos lleva.

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Biografía de Sílvia Cantos Pi 

  • Autora del libro Verdad Objetiva y el Ser Humano,
  • Facilitadora de Procesos de Introspección Personal y Comunicación Objetiva desde hace 15 años.
  • Mentora de Programas de liderazgo y de Cultivación Interior.
  • Fundadora de la Escuela de Transformación Interior Verdad Objetiva.
  • Instructora de Meditación Reflexiva y Contemplativa y Hatha Yoga Clásico

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