En este artículo de Mágia Rúnica seguimos explorando la acción terapéutica de las Runas; en esta sección, a un nivel más profundo y tratando de comprender los fundamentos y alcances de su utilidad.
Para la cosmovisión nórdica, la realidad no es unívoca sino que se manifiesta simultáneamente en nueve “planos causales”, estos nueve planos de manifestación o existencia son narrados en la mitología en la imagen de los Nueve Mundos del Yggdrasil.
El Yggdrasil es un árbol mítico (imaginado como un fresno colosal, por estar atribuido a Óðinn) que sostiene y da medida a todo el universo visible e invisible. Es el “Árbol de la Vida” para nórdicos. Sus tres raíces se alimentan de sendas fuentes enterradas, sus ramas son el soporte de los “cielos” y en su tronco se inscriben runas.
Los diferentes Mundos que se despliegan en el Yggdrasil son: el Ássgard (“recinto de los dioses”) representa la Consciencia Divina – el Jötunheim (“hogar de los gigantes”), habitado por las fuerzas conservadoras del pasado – el Vanheim (“hogar de los comunes”), que representa las fuerzas naturales que impulsan el futuro – el Helheim (el infierno) el infra-mundo nórdico habitado por lo muerto – el Álfheim (“hogar de los duendes”) asociado al aire elemental y la Mente Superior – el Niðavellir (“enjambre de corrupción”) o Svartalfheim (“hogar de los duendes negros”), asociado a la tierra elemental y al conocimiento oculto – el Muspelheim (“hogar de las brasas”), asociado Fuego elemental y los demonios – el Nifflheim (“hogar de la niebla”), asociado al Hielo elemental y el vacío – y finalmente, en el centro de todo, el mundo en el que habita nuestro cuerpo encarnado y en el que desplegamos nuestra experiencia cotidiana: el Miðgard (“recinto central”), asociado al Agua elemental.
Transitar el futhark como una senda triple de ocho pasos (los tres Aettir u octetos en que se distribuyen sus letras), es un camino directo para el desarrollo de la conciencia que nos conecta con el potencial puro, con lo increado, lo no manifestado. Una vía de iniciación en donde se puede manifestar su Potencial Absoluto, en donde toda realidad puede surgir. En otras palabras el futhark fluye del caos universal (las tres fuentes en las que se alimenta el Yggdrasil) desde donde podemos modelar cualquier Realidad y dar forma a todas sus infinitas posibilidades.Entre estos Mundos se desarrolla toda la existencia, la interacción entre estos Nueve Planos de la conciencia da lugar a flujos de energía que concreta que contienen una carga semántica individualizada y representada en las 24 Runas del futhark antiguo.
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