Seguro alguna vez has escuchado la palabra musicoterapia, ¿pero conoces realmente de qué se trata?. Aquí te lo explicamos.
La musicoterapia es una forma de utilizar los elementos que construyen la música, tales como ritmo, melodía, tempo, etc; de una manera terapéutica. Bruscia, quien es una de las personas más reconocidas en este campo, explica que la musicoterapia es un proceso constructivo, en el cual el terapeuta ayuda al paciente a mejorar, mantener o restaurar un estado de bienestar, utilizando como fuerza dinámica de cambio, experiencias musicales y las relaciones que se desarrollan a través de ésta”. (1999, p 7). En otras palabras, es importante conocer, que tal como sucede en la terapia psicológica, la relación entre paciente y terapeuta es esencial, sólo que en este caso, priman la música y el sonido como formas de comunicación.
Modelos y métodos de musicoterapia
La musicoterapia maneja diferentes modelos y métodos, esto depende el tipo de formación que se reciba. Como modelos se encuentran:
Modelo analítico
Su base teórica se plantea desde la psicología psicoanalítica. Sus creadores Mary Priestley, Marjorie Wardle y Peter Wright, aplicaron esta teoría a sus terapias, donde encontraron que para algunos pacientes, era imposible comunicarse de manera verbal, por tanto, hicieron uso del sonido y la música, identificando otras formas más precisas y creativas para poder relacionarse con él, de esta manera, podían acercarse al inconsciente de un sujeto.
Modelo Humanista-transpersonal de Nordoff y Robbins
Este modelo tiene como base la improvisación y la composición musical, de una manera no estructurada, partiendo de los recursos brindados por el paciente, a esto lo denominaron “niño musical”. Para estos autores, el niño musical se encuentra en todas las personas, independiente si tienen o no una patología o diagnóstico, demostrando que todos los seres humanos somos musicales y respondemos a estímulos sonoros.



Modelo (Guided, Imagery and Music) GIM
En español Modelo de Imágenes Guiadas con Música, desarrollado por Helen Bonny en los años 70, el cual surgió debido a una experiencia propia al tocar en su violín la obra “El Cisne” del “Carnaval de los Animales” de Saint-Saëns, donde experimentó sensaciones diferentes e inexplicables en su cuerpo y su mente, mientras ejecutaba la pieza musical. Este modelo menciona que existe un espejo musical, donde el paciente (viajero) explora diferentes mensajes que le son dados por la música, estos mensajes buscan llegar a lo más profundo del ser.
Modelo de Benenzon
Creado por el médico, psiquiatra y músico Rolando Benenzon. Este modelo presta mayor importancia al principio de la Identidad Sonora corpóreo no-verbal (ISO), es decir, que el ISO es la identidad sonora que caracteriza y forma parte de la personalidad de un sujeto, este depende de su genética o herencia, de su desarrollo gestacional y de su desarrollo cultural y social, teniendo en cuenta la teoría de Lev Vigotsky.
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Métodos de Musicoterapia
Los métodos hacen referencia a un tipo de experiencia musical que se utiliza a lo largo del proceso musicoterapéutico, independiente del modelo, para Bruscia (2007, citado en Tavera, 2018) existen cuatro métodos musicoterapéuticos:
Método de Improvisación.
Dentro de este método el paciente crea su música, ya sea a través de instrumentos, el cuerpo o con el uso de su voz, se puede dar de manera individual o grupal, donde el terapeuta es un apoyo a su lenguaje sonoro musical, al brindar los recursos necesarios para que se dé la improvisación. Como objetivos principales, se pretende establecer un canal de comunicación diferente al lenguaje hablado, promover la autoexpresión, explorar aspectos del Yo y de su relación con el mundo, el desarrollo de habilidades sociales, así como incentivar la creatividad y la cognición.
Método re-creativo.
El participante o cliente ejecuta o reproduce de cualquier manera una pieza musical que ya ha sido compuesta previamente. Como objetivos este método contribuye a desarrollar habilidades sensomotoras, estimular el comportamiento adaptativo y ordenado, mejora la atención y la memoria, promueve la empatía y ayuda comunicar ideas y sentimientos.
Método de composición.
El terapeuta ayuda al participante a crear canciones, donde le da soporte armónico y melódico. Los principales objetivos de este método son: desarrollar habilidades organizacionales y de planificación, desarrollar habilidades creativas, comunicar experiencias interiores, promover la exploración de temas terapéuticos a través de las letras y desarrollar la habilidad de integrar y sintetizar las partes de un todo.
Método de receptivo.
Dentro de éste método el participante escucha música o diferentes sonidos ya sean realizados en vivo o pregrabados, ejecuciones o composiciones, y responde a la experiencia ya sea de forma silenciosa, verbal o con instrumentos. Como objetivos este método están: promover la receptividad, evocar reacciones corporales específicas, estimular o relajar, desarrollar habilidades motoras y auditivas, evocar estados y experiencias afectivas, estimular la memoria, la reminiscencia, la imaginación y la fantasía, así mismo conectar con la escucha activa.
Mitos sobre la musicoterapia
Existen recetas musicales
Algunas veces me preguntan qué música es buena para relajarse, para el insomnio, la concentración, etc. Y la verdad es que no existen “recetas” musicales para los distintos requerimientos que pueda tener una persona. Si bien existen ciertas generalidades acerca de los efectos fisiológicos de la música con ciertas características, lo que para una persona puede resultar reconfortante o relajante por ejemplo, para otra puede ser sumamente estresante.
En estas respuestas que cada individuo puede tener hacia distintos tipos de música pueden estar influenciadas por algunas variables como los gustos personales, el contexto en que se escucha, el estado emocional, o la historia musical y de vida de la persona que asiste a terapia. De esta manera no puede existir una pieza o género musical definida que “cure determinado problema de salud” y usualmente el proceso terapéutico es más profundo que sólo escuchar la música.
La musicoterapia sólo trabaja con ciertos tipos de música “sanadora”
Otro de los mitos sobre la musicoterapia es que se trabaja solamente con determinados tipos de música (por ejemplo new age o música clásica) y se hacen a un lado géneros “dañinos” como el metal o el reggaeton.
Aunque podemos encontrar algunos modelos de musicoterapia que utilizan géneros específicos de música (por ejemplo, el Método Bonny, que utiliza principalmente música clásica), en una sesión de musicoterapia se puede utilizar cualquier tipo de música, dependiendo de aspectos como historia musical, los objetivos propuestos o los gustos de la persona o grupo que asiste a terapia. Incluso, hay métodos de musicoterapia en los que no se hace uso de ningún tipo de música en específico, y en vez de esto, se utiliza la improvisación junto con el paciente.
La musicoterapia consiste en escuchar música para relajarse
Aunque dentro de los objetivos terapéuticos que contempla la musicoterapia puede estar el lograr una relajación corporal y/o emocional, o aprender técnicas de relajación y autoconsciencia, este no es el único objetivo que busca un proceso musicoterapéutico, el cual puede dirigirse a distintas metas a nivel físico, emocional, mental, social y/o espiritual.
Si quieres profundizar más en el campo e trabajo de la musicoterapia puedes leer este artículo «Musicoterapia una alternativa para la salud»
Cualquier profesional que utilice la música en su trabajo hace musicoterapia
Seguimos con los mitos sobre la musicoterapia. Se puede pensar que personas que utilizan música en su actividad profesional (profesores, músicos, psicólogos, masajistas, terapeutas alternativos, etc.) hacen musicoterapia.
Un musicoterapeuta formado debe tener conocimientos tanto en música, psicología, fisiología, como en los métodos y técnicas para utilizar las experiencias musicales acorde a los objetivos terapéuticos para lo cual existen diversos programas de pregrado y postgrado en musicoterapia.
Si no sé de música, no puedo asistir a una sesión de musicoterapia
Más mitos sobre la musicoterapia. Este puede ser un miedo que tengan algunas personas interesadas en experimentar un proceso con musicoterapia. Sin embargo, no es necesario tener conocimientos musicales para asistir a estas sesiones, ya que se trabaja con la “música interior” y la conexión con la música de cada persona y se aprovechan las posibles habilidades del paciente tal cual son para entrar en una mayor consciencia de sí mismo, expresarse, desarrollar alguna habilidad, etc.
Poner música en mi casa es musicoterapia
Seguro hemos tenido ocasiones en las que ponemos música en nuestra casa y nos relajamos, cambiamos nuestro estado de ánimo o cantamos al tiempo que esta suena y liberamos nuestras emociones. No obstante no podemos decir que nos hemos hecho musicoterapia, pues no ha habido un proceso sistemático de tratamiento en el cual se logre tratar y transformar el tema en cuestión, para lo cual sería importante solicitar ayuda profesional.
Beneficios de la musicoterapia
Es sabido que la musicoterapia es una forma de realizar una terapia no invasiva, que utiliza la música como recurso principal de intervención (ver artículo anterior: “¿Qué es la musicoterapia?). Aunque los inicios de esta profesión se dieron después de la Segunda Guerra Mundial, es pertinente mencionar que los seres humanos, miles de años atrás, han utilizado la música y los sonidos como formas de intervención, ya sea desde rituales de sanación o en ceremonias, es decir desde un sentido espiritual o social. En la actualidad, la musicoterapia ha tomado mayor auge, y se ha especializado tanto en espacios académicos de pregrado y posgrado. Su ejercicio debe realizarlo una persona con formación suficiente tanto teórica como práctica.
Teniendo claro lo anterior, es importante resaltar que la musicoterapia tiene grandes beneficios en el bienestar integral de las personas, estos beneficios dependen de los objetivos que se planteen en una valoración, así como las características y necesidades del usuario o grupo.
De modo general, los beneficios que tiene la musicoterapia son
A nivel cognitivo
La musicoterapia ayuda en los procesos de memoria, tanto a corto como a largo plazo, además, contribuye en la memoria emocional, ya que al recordar canciones, podemos recordar épocas, etapas y personas que han hecho parte de nuestra vida. De igual manera, puede facilitar los procesos de atención, ya que la música facilita recursos para una mayor concentración por periodos prolongados de tiempo, también permite que las personas identifiquen, clasifiquen y categoricen diversos sonidos, acorde con los objetivos y las actividades musicoterapeuticas realizadas. La musicoterapia contribuye con las funciones ejecutivas, como es la planeación, esto se visibiliza, cuando se le pide al usuario crear o componer una canción, aquí la persona puede organizarse, guiarse y evaluarse.
Ahora bien, en cuanto al lenguaje, la musicoterapia facilita el uso de palabras, ayudando en la articulación y en la fonética. En niños con diagnóstico de autismo, se ha demostrado que promueve la comunicación verbal y no verbal, ya que la música es un canal de comunicación directo, donde se pueden relacionar los niños con mayor facilidad. Otro tipo de ayuda es aprender reiki



A nivel emocional
La musicoterapia ayuda en todo lo relacionado con la inteligencia emocional, es decir, la regulación de las emociones, porque a través de la música, bien sea creada o escuchada, se logran expresar emociones y sentimientos, que en ocasiones son difíciles de manifestar. Además, beneficia no solo la expresión, sino también la regulación emocional, donde a través, por ejemplo en la musicoterapia receptiva, el usuario escucha los sonidos, bien sea en vivo o pregrabados, que pueden facilitar estados de relajación, allí el usuario aprenderá a controlar las emociones como la ira y la frustración. De igual manera, dentro de la inteligencia emocional, un proceso importante es identificar las emociones propias y de otras personas, lo cual se puede realizar por medio de actividades musicoterapéuticas, al generar mayor empatía, y ayudándole al usuario a responder adecuadamente a las emociones de otras personas.
A nivel conductual
La musicoterapia favorece el seguimiento de instrucciones, esto se puede realizar a través de actividades como realizar diferentes sonidos, cantar diferentes melodías, seguir patrones o secuencias rítmicas. Además, se pueden disminuir algunas conductas disruptivas, muy comunes en algunos niños con autismo, como son las autolesiones o la agresividad con otras personas.
A nivel físico
La musicoterapia posibilita la motricidad fina y gruesa, a través de diferentes actividades, las personas pueden mejorar la condición física, por ejemplo, al pedirle a los usuarios que caminen o bailen por un espacio con cierto ritmo, facilita la marcha, siendo importante para la persona con alguna discapacidad. De igual forma, utilizar algunos instrumentos promueve el agarre y la coordinación visomotriz.
A nivel social
La musicoterapia facilita el acercamiento y el encuentro con otras personas, en el cual pueden comunicarse no solo a través de palabras, sino también desde la musicalidad. Al resonar con otras personas, se puede sentir empatía a partir de la afinidad musical. Así mismo, fomenta el trabajo en grupo y facilita las habilidades sociales, especialmente en personas tímidas. En empresas u organizaciones, la musicoterapia se utiliza para promover el trabajo en equipo y mejorar el clima laboral.
Como se puede evidenciar, la musicoterapia contribuye en las diferentes áreas del ser humano, generando un bienestar integral, que no solo beneficiará a la persona que lo reciba, sino también al medio en el cual se desenvuelva.
Sigue leyendo: Musicoterapia y autismo
Referencias
- Benenzon, R. (2011). Musicoterapia de la teoría a la práctica. Edición Ampliada. Barcelona: Paidós
- Bruscia, K. (1999). Modelos de improvisación en Musicoterapia. Salamanca: Editorial Agruparte
- Bruscia, K. (2007). Musicoterapia. Métodos y prácticas. México, D.F: Editorial Pax México
- Tavera, J. (2018). La musicoterapia como contribución a la construcción del sentido de vida en una población de mujeres adolescentes de 12 a 15 años de edad de la fundación nuestra señora de las mercedes en la ciudad de Bogotá. (Tesis). Universidad Nacional de Colombia.
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Contenido claro, conciso, bien escrito, profesional pero al alcance de todo público. Felicidades a la escritora y a la página web.
Muchas gracias por tu comentario Oscar, nos alegra mucho que te haya gustado y seguro que a la autora también. Saludos!!!