Causas invisibles, consecuencias tangibles

¿Qué hacemos aquí trabajando en descubrirnos?

Los niños crecen. Todos hemos sido niños. Lo que te importa en una edad, deja de importarte en otra. ¿Por qué cambian los intereses? ¿Qué nos lleva de una etapa a otra?

El capítulo de la vida

Durante muchos años vamos de capítulo en capítulo de forma semi-inconscientes persiguiendo el siguiente objetivo condicionado en parte por la sociedad a la que pertenecemos. Nada de malo en ello, faltaría más. Las sociedades y las culturas existen. Pero sí hay algo que parece que va de menos a menos: el conocimiento del verdadero potencial o las verdaderas opciones del funcionamiento humano.

Hay personas que se les ha llamado visionarias: han sabido ver condicionantes que desembocarían en consecuencias que muchos otros no podían ni sospechar. Y acertaban. No hablo de videntes ni de poderes extraordinarios. Hablo de gente denominada sabia. Lo vemos a menudo, personas que saben predecir, aconsejar de forma asertiva. Otras en cambio, solo creen que ven lo correcto. ¿Qué diferencia hay entre una persona que ve la Realidad Objetiva y acierta y una que no la ve y suele no acertar? ¿Qué puede saberse y verse y qué no?

Mejorando la visión

De momento, haciendo pequeñas pruebas e insuflando una gran cantidad de consciencia y derrumbe de conceptos viejos, parece que se va abriendo un espacio para mirar mejor. Se va disipando cierta niebla y el paisaje más cercano nos queda más nítido. Entonces, al ver mejor, uno no tiene que hacer nada para cambiar. El hecho de ver la información correcta le hace comportarse de forma distinta, más cooperativa o más útil o resolutiva. El cambio no pasa por forzar una mentalidad u otra. El cambio pasa por la genuina visión de cómo son las cosas y cómo nos afectan o podemos afectar la realidad.

Te puede interesar:  Voz y emociones ¿Refleja la voz el estado de ánimo?

Ver que uno no ha estado viendo con claridad puede “doler psicológicamente”. Crear una reacción en alguna dirección. Uno puede sentirse de muchas maneras. Todos esos sentimientos, deben explicarse. Tienen una razón de ser.

Solemos ver las consecuencias, pero las causas quedan ocultas a alguien que no tiene una lente específica. Las consecuencias son claras: vemos las reacciones, vemos las creaciones, vemos los resultados, vemos nuestro estado anímico, pero no siempre sabemos ver el origen de esas consecuencias o resultados. No solemos verlo porque le atribuimos una razón que no siempre se corresponde con la verdad de aquello que ha provocado ese resultado, estado o consecuencia. No ver ni saber, provoca un sentido de “que las cosas ocurren”, pero ¿hasta qué punto se pueden evitar, tocar, transformar o provocar?

Para poder llegar a ver la verdad detrás, hay que aprender a llegar a ello alguna vez por uno mismo. Casi siempre nos lo dan todo masticado: la ciencia ya está escrita, las recetas hechas y las conclusiones ligadas a ciertas causas. ¿Quién mira de nuevo para revisar, comprobar o investigar? Casi nadie. La tendencia es ir a la respuesta a golpe de click y otro click hasta que encontramos una respuesta que encaja con una lógica propia que puede estar condicionada y aceptar como válido algo que parece coherente.

Claro está; no debemos ir a descubrir de nuevo y explicar la electricidad por nosotros mismos.

Observar la reacción

Pero sí podríamos investigar cualquier concepto que nos afectara en las decisiones que tomamos cada día como padres de familia, líderes o seres sociales. El primer paso es saber llegar a la causa de cualquier concepto validado en nuestra personalidad y descubrir si es necesaria, verdadera, útil y si lo hemos elegido o solo ha sido un préstamo de la influencia del entorno.

Te puede interesar:  Conoce a las personas altamente sensibles

Existe la experiencia de hallar la verdad dentro sobre nosotros mismos. Podemos empezar por detectar una reacción cualquiera y tratar de indagar el motivo por el cual esa reacción se ha producido: a un sentido injusticia le sigue un concepto propio sobre lo que es la justicia, lo que es justo y lo que no, para quien si y para quien no y ello nos conecta con los valores que tenemos como seres individuales y luego podemos ver si esos valores o el orden de esos valores nos parecen correctos, acertados o congruentes con nuestro propio criterio.

Y al final del camino, habremos detectado alguna incongruencia o habremos descubierto una pieza más de aquello que nos define.

Solo hay dos opciones: vivir en automático ignorando opciones o vivir conscientemente detectando opciones.

Si decides vivir plenamente y fuera del automatismo debes deshacerte de lo que impide que veas la verdad y seas de verdad.

Así que se hace imprescindible volverse maestro de uno mismo e investigar quién es uno en realidad y qué potencial tiene en realidad. En la realidad objetiva y no en la realidad que ahora ve con su condicionamiento. El condicionamiento no tiene por qué ser malo solo que es limitado. No es lo mismo moverse solo de adelante a detrás y viceversa y de derecha a izquierda y viceversa que poder moverse en todos los ángulos posibles. Las opciones de vida cambian por completo y el tiempo y la calidad del uso del tiempo se ven totalmente alterados.

Así que, ¿qué hay que hacer? Investigar.

¿Qué esconde cada reacción? No solo las reacciones hablan de cómo somos, ayudan a conocerse a sí mismo y a saber qué conceptos hemos validado. Pero las reacciones son fáciles de detectar y nos dan un hilo para trabajar con garantías de llegar a ver algo importante por nosotros mismos.

Te puede interesar:  Conociendo el autismo

Desde una consecuencia tangible como es una reacción, llegamos a una causa invisible escondida dentro y que nos llevaría irremediablemente a repetir capítulos ante el despiste del observador si no se detecta y se decide desvincularse de esa conexión entre causa y efecto.

Ver, ¿importa? ¿Por qué? ¿Para qué?

Artículo anterior10 Frutas con menos calorías
Artículo siguienteMejores Vapeadores Naturales CBD 2023

Biografía de Sílvia Cantos Pi 

  • Autora del libro Verdad Objetiva y el Ser Humano,
  • Facilitadora de Procesos de Introspección Personal y Comunicación Objetiva desde hace 15 años.
  • Mentora de Programas de liderazgo y de Cultivación Interior.
  • Fundadora de la Escuela de Transformación Interior Verdad Objetiva.
  • Instructora de Meditación Reflexiva y Contemplativa y Hatha Yoga Clásico

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí