Una visión holística sobre el concepto tradicional de las enfermedades.
Mi intención es ofrecer lo que he investigado en el transcurso de 10 años, desde que fuí diagnosticada de cáncer.
La enfermedad se origina del desequilibrio interno de todo nuestro organismo.
Cuando estamos desconectados de nosotros mismos, cuando existe el caos emocional, cuando descuidamos nuestra alimentación, cuando nos llenamos de odio, de resentimiento, frustración, dolor, sufrimiento generamos emociones nocivas que contaminan todo nuestro sistema orgánico hasta llegar el momento de colapsar y es allí cuando aparece la enfermedad. Todos como seres humanos, traemos una historia marcada en nuestra memoria celular, esos nudos, como yo les llamo, obstaculizan el libre y la armoniosa circulación de nuestra energía vital.
Nuestro cuerpo se convierte entonces en el campo de batalla de nuestras emociones.
Nunca se nos enseñó a describir nuestras situaciones emocionales frente a los acontecimientos dolorosos de la vida. Crecimos con la incapacidad de poner nombre a nuestros propios sentimientos, convirtiéndonos en ignorantes emocionales incapaces de encontrar una vía para la resolución de nuestros propios conflictos.
Cuando aparece el malestar físico nos dirigimos al médico confiando en que él nos pueda ayudar.
¿Y qué recibimos como ayuda? Una receta con un medicamento que solo aliviará el dolor, siguiendo así por mucho tiempo mitigando un malestar que tarde o temprano se mostrará en enfermedad.
Artículo relacionado: Sanar tu mente sana tu cuerpo
Somos el milagro olvidado.
Desde siglos somos vistos como máquinas biológicas, en los libros de medicina aparecen estos conceptos:
- El cuerpo humano es una máquina armada con piezas móviles, que al igual que toda máquina se desgasta con el paso del tiempo.
- El cuerpo humano se encuentra siempre en riesgo de contaminación y enfermedad.
- Las células y los órganos están separados entre sí y deben estudiarse por separados.
- Todo lo relacionado con el cuerpo evolucionó por cuestión de supervivencia, con la meta final de encontrar pareja y reproducirse.
Somos pacientes con piezas que se desgastan, nuestros síntomas se reducen a problemas tratables con antibióticos para rechazar la invasión de bacterias. Pero cada ser humano lleva una historia de vida que no tiene que ver con la máquina que se descompone o que necesita repararse.
Te gustará leer: Ocúpate de tu evolución personal
Pero ¿que somos entonces?
Seres emocionales con esperanzas, aspiraciones, amor, sufrimiento y nuestro cuerpo es el vehículo necesario para experimentar todas esas emociones y sentimientos y así dar sentido a la existencia y a la inteligencia sagrada de la naturaleza. Somos un milagro olvidado.
¿En qué momento entonces nos separamos de nuestra esencia sagrada?
Cuando nos identificamos como máquinas biológicas moldeadas a un sistema cultural, social, religioso, político y económico. Y esto, a través del tiempo a generado creencias que estan fijadas en nuestro cerebro. Nuestro cerebro muchas veces actúa de manera automática enviando señales a nuestro cuerpo para que actúe en consecuencia, tenemos una rutina diaria mecanizada:
- Nos levantamos.
- Nos lavamos los dientes.
- Desayunamos.
- Y nos preparamos para ejercer nuestras tareas y compromisos diarios
Pero ¿qué sucede cuando “algo” nos hace repentinamente y de manera radical o violenta cambiar nuestro patrón de vida?
No enfrentamos entonces al caos emocional, estrés, miedo, angustia, enfermedad. Y somos incapaces de tomar decisiones correctas. Nos empequeñecemos a nosotros mismos mentalmente y emocionalmente sin poder ver oportunidades ni soluciones.
El arte de reinventarnos.
Claves de la felicidad de Thich Nat Ham
Sanar o curar…Sanar el cuerpo a través del alma.
¿Podemos ver oportunidades en nuestros problemas?
Absolutamente SÍ.
Nuestro cerebro está hecho para encontrar soluciones, las dificultades nos activan y nos impulsan a buscar soluciones para reinventarnos la vida de nuevo y crear un nuevo yo mas inteligente y con una nueva visión mental.
Iniciar un nuevo camino en pos del rescate de nuestra alma.
El 90% de los seres humanos creemos tener un alma, sin embargo ignoramos que solo a través de ella podemos experimentar el lado profundo de la vida.
El alma es lo DIVINO que nos conecta al amor de Dios.
Y en la medida que nuestra alma nos vaya guiando mostrándonos el amor, la verdad y belleza nuestra vida irá recobrando paso a paso su verdadero sentido espiritual.
Si alimentamos el cuerpo a través de las emociones positivas del alma, automáticamente se genera una retroalimentación en nuestro organismo, las hormonas de nuestro cerebro se activan llevando equilibrio a todo nuestro sistema orgánico.
“Si hay caos dentro de nosotros habrá enfermedad. Si hay equilibrio interno entre cuerpo, mente y emociones generamos salud.”
Ungidos por la GRACIA.
La sanación. La transformación.
Si bien la enfermedad puede ayudarnos a hallar nuestra esencia sagrada, la unión con Dios, con la humanidad y con todo ser viviente, entonces bienvenida es.
Como podemos entender, la sanación va mucho más allá que la curación del cuerpo físico. Es un proceso interior de amor hacia nosotros mismos, de autoconocimiento y mucha aceptación. Es aprender a desaprender a soltar creencias mentales y emocionales, es abrirnos completamente a confiar en ese ser espiritual que somos. Es el redescubrirnos a la vida y a nuestro verdadero propósito en este planeta. Sanar es entonces regresar a nuestro estado puro de integridad. Sanar es el poder de nuestra consciencia abierta a llevarnos más allá de lo físico.
Y tú ¿Qué tan dispuesto estás a sanar?
Cultivar el agradecimiento: el frasco de la gratitud
Índice de contenidos