En el ámbito de la atención médica, las inyecciones son un pilar fundamental, aunque quizás muchos le tengan pavor y no quisieran volver a tener que recibir ningún tipo de pinchazo. Estas intervenciones, que involucran la administración de medicamentos, vacunas y otros tratamientos mediante agujas y jeringas, desempeñan un papel crucial en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades, como por ejemplo: la enfermedad aguda o crónica

Este artículo tiene como objetivo brindar una guía completa sobre las inyecciones, desde su importancia en la atención médica hasta los tipos de inyecciones disponibles, las técnicas adecuadas y consejos esenciales para garantizar una administración segura y efectiva. Tanto si ya eras personal de la salud o solo estás estudiando, esta guía será una herramienta útil para ofrecer cuidados de calidad, mejorando la salud de tus pacientes.

¿Qué es una inyección?

La inyección es un procedimiento terapéutico que implica la introducción de una sustancia líquida o un medicamento directamente en el cuerpo de un paciente a través de una aguja y una jeringa. Su técnica es fundamental para administrar medicamentos de manera eficaz, permitiendo una rápida absorción y acción en el organismo. 

La principal función de las inyecciones es garantizar que lo que se inyecte alcance el destino deseado en el cuerpo, evitando la degradación que podría ocurrir si se administrara por vía oral.

Su historia se puede decir que comenzó en el antiguo Egipto, ya que se cree fueron ellos primeros en practicar la inyección, utilizando tubos de caña para introducir líquidos en el cuerpo. Sin embargo, estas primeras técnicas eran rudimentarias y se usaban principalmente para rituales religiosos y no con fines médicos.

El verdadero avance ocurrió en el siglo XIX. Alexander Wood, un médico escocés, desarrolló la primera jeringa hipodérmica en 1853. Esta invención permitió la inyección de medicamentos directamente en el tejido subcutáneo y marcó el comienzo de la era moderna de las inyecciones. 

Con el tiempo, se perfeccionaron las técnicas y se desarrollaron jeringas más avanzadas. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, se introdujeron agujas más pequeñas y afiladas, haciendo el proceso menos doloroso y más preciso.

Luego se fueron creando técnicas más avanzadas de inyección, como las inyecciones intravenosas. Estas permiten administrar medicamentos directamente en el torrente sanguíneo, lo que acelera la acción de los medicamentos y es esencial en situaciones de emergencia. Con el tiempo, las jeringas y agujas han experimentado mejoras tecnológicas significativas.

Tipos de inyecciones y dónde se ponen

Existen varios tipos de inyecciones, cada uno diseñado para una función y efecto específicos, comprender cada uno es fundamental para garantizar la administración adecuada de tratamientos. La elección del tipo y sitio de inyección se basa en el medicamento, la condición del paciente y la experiencia del profesional de la salud. 

Inyecciones intramusculares (IM)

Las inyecciones intramusculares implican la introducción de medicamentos en el músculo. Esta técnica se utiliza para administrar sustancias que requieren una absorción rápida o para evitar la irritación de los tejidos circundantes. Los músculos más comunes para inyecciones incluyen el deltoides en el brazo, el vasto lateral en el muslo y el glúteo en la parte posterior. La elección del músculo depende del medicamento y de la edad del paciente.

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Inyecciones subcutáneas (SC)

Las inyecciones subcutáneas se realizan en el tejido adiposo justo debajo de la piel. Se usan para administrar pequeñas cantidades de medicamentos, como insulina o heparina. Los lugares comunes de administración son el área alrededor del ombligo, la parte superior del brazo y el muslo. La elección del sitio depende de la cantidad de grasa subcutánea y la facilidad de acceso.

Inyecciones intravenosas (IV)

Las inyecciones intravenosas son aquellas que van directo en el torrente sanguíneo a través de una vía venosa, permitiendo una absorción inmediata y precisa. Los lugares típicos para inyecciones IV son las venas del brazo, la muñeca o la parte posterior de la mano. Se utilizan cánulas venosas o agujas especiales para este propósito.

Inyecciones intradérmicas (ID)

Las inyecciones intradérmicas implican la administración de medicamentos en la capa más superficial de la piel, conocida como la dermis. Es utilizada para pruebas de alergia, como la de la tuberculina, y en ocasiones para la administración de ciertas vacunas, como la de la varicela. 

¿Cómo aplicar una inyección? Paso a Paso

Una habilidad esencial en la atención médica es la correcta aplicación de una inyección, ya que ésta garantizará que los tratamientos sean efectivos y seguros. A continuación te queremos explicar como hacerlo con un paso a paso sobre cómo aplicar una inyección de manera segura, abordando la preparación, la selección del lugar y su técnica de administración.

Paso 1: Preparación

Antes de cualquier procedimiento, es fundamental asegurarse de que las manos estén limpias y desinfectadas. Usa agua tibia y jabón durante al menos 30 segundos y sécate con una toalla limpia.

Asegúrese de tener todo lo que se necesita, incluyendo una jeringa estéril, una aguja adecuada, el medicamento prescrito, gasas, alcohol y un recipiente para desechar objetos punzantes.

Revisa el medicamento para confirmar su nombre, dosis y fecha de vencimiento. Asegúrate de que coincida con la receta médica.

Paso 2: Selección del lugar de inyección

Dependiendo del tipo de inyección, selecciona el lugar adecuado. Si es intramuscular, los músculos comunes incluyen el deltoides, el vasto lateral o el glúteo. Para inyecciones subcutáneas, recuerda elegir un área con suficiente tejido adiposo, como el abdomen o la parte superior del brazo.

Usa una gasa empapada en alcohol para limpiar suavemente el área elegida. Haz movimientos circulares desde el centro hacia afuera para desinfectarla.

Paso 3: Técnica de administración

Extrae el medicamento siguiendo las instrucciones del vial y retira las burbujas de aire golpeando suavemente la jeringa, empujando el émbolo para expulsar el aire.

Manteniendo la jeringa en un ángulo de 90 grados para inyecciones IM o un ángulo de 45 grados para inyecciones SC, introduce la aguja con un movimiento firme y rápido. Administra el medicamento lentamente, evitando movimientos bruscos.

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Después de administrar el medicamento, retira la aguja en el mismo ángulo en que se introdujo. Usa una gasa estéril para aplicar una ligera presión en el lugar de la inyección.

Finalmente, coloca la aguja usada en un recipiente para objetos punzantes designado y desecharla correctamente. Lávate nuevamente las manos.

Ángulos de las inyecciones

Determinar si la inyección es IM, SC o IV, dictará el ángulo de inserción adecuado, pero esto no es lo único a tener en cuenta, ya que debes examinar el lugar de administración, el punto exacto donde se administra teniendo en cuenta toda la anatomía del paciente. No tengas miedo, debes mantener un pulso y una seguridad para no lastimar a quien estés inyectando y mantener siempre el ángulo de inserción. Habiendo aclarado esto, los ángulos correspondientes a cada tipo de inyección son:

Variación de ángulos

  • Para inyecciones IM, el ángulo de inserción es de 90 grados, lo que significa que la aguja debe penetrar perpendicularmente en el músculo.
  • En inyecciones SC, el ángulo de inserción es de 45 grados. Esto permite que la aguja alcance el tejido subcutáneo, ubicado justo debajo de la piel, para una absorción más lenta y controlada del medicamento.
  • En el caso de inyecciones IV, el ángulo es de aproximadamente 15 grados o menos. La aguja se inserta casi paralela a la superficie de la piel, lo que facilita el acceso a la vena sin dañarla.

Técnicas de Inyección

La administración de inyecciones requiere habilidad y precisión. Además de los pasos básicos, existen técnicas adicionales. En esta parte, describimos dos técnicas fundamentales: la aspiración para asegurarse de no estar en un vaso sanguíneo y la liberación lenta de la medicación. También te comentaremos cómo evitar errores comunes durante la administración.

Aspiración para asegurarse de no estar en un vaso sanguíneo

En inyecciones IM, es crucial verificar que la aguja no haya perforado un vaso sanguíneo antes de administrar el medicamento. Para hacerlo, debes:

Una vez que la aguja esté en su lugar, retira el émbolo de la jeringa ligeramente hacia atrás.

Si aparece sangre en la jeringa, significa que la aguja está en un vaso sanguíneo y no se debe administrar el medicamento en ese lugar.

En caso de no ver sangre, la inyección puede proceder de manera segura.

Liberación lenta de la medicación

Cuando se administra el medicamento, la liberación lenta implica inyectar el líquido de manera gradual y constante. Esto evita la incomodidad y reduce el riesgo de irritación en el lugar de inyección. Para lograrlo:

Mantén un control cuidadoso sobre el émbolo de la jeringa para asegurarte de que el medicamento se administre de manera uniforme.

Evita inyectar el medicamento de manera rápida, ya que esto suele causar molestias.

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Errores comunes

  • No aplicar suficiente desinfección, asegúrate de limpiar adecuadamente el área de inyección antes de proceder.
  • Elegir una aguja inadecuada, una aguja demasiado larga o corta afectará la administración.
  • No verificar la alergia o sensibilidad antes de administrar el medicamento, asegúrate de que el paciente no sea alérgico o sensible a ninguno de los componentes.
  • No seguir las pautas de eliminación de residuos después de la inyección, desecha adecuadamente las agujas y objetos punzantes en un recipiente seguro para evitar accidentes.

¿Cómo aplicar una inyección intramuscular sin dolor?

La administración de inyecciones intramusculares puede ser un proceso incómodo para el paciente. Si estás buscando consejos para minimizar ese dolor durante la administración, aquí te los daremos, no solo sobre la técnica en sí, sino también sobre la selección de agujas adecuadas y el uso de anestesia tópica si es necesario:

Evita áreas con vasos sanguíneos, nervios o tejido cicatricial

Si el paciente es especialmente sensible al dolor o la ansiedad, considera el uso de una crema anestésica tópica. Recuerda esperar el tiempo necesario para que la anestesia haga efecto antes de administrar la inyección.

Habla con la persona para que se relaje, dile que respire profundamente antes de la inyección. La tensión muscular generalmente aumenta el dolor.Administra la inyección de manera lenta y constante

Evita movimientos bruscos

Un calibre más pequeño (por ejemplo, 25 a 27 G) suele ser menos doloroso que uno más grande. La longitud de la aguja debe ser adecuada para el músculo y la edad del paciente.

En resumen, la administración de inyecciones intramusculares puede ser un procedimiento más cómodo para el paciente si recuerdas y aplicas los consejos que te hemos dado.

Conclusión

Podemos concluir diciendo que, la capacidad para administrar medicamentos de manera eficaz y segura contribuye significativamente al bienestar de los pacientes y al avance de la medicina.

Hemos analizado técnicas esenciales, como la elección adecuada del lugar de inyección, la selección de la aguja correcta y la aplicación de anestesia tópica cuando sea necesario. También hemos explorado técnicas para minimizar el dolor y asegurar una administración precisa.

La seguridad en la administración de inyecciones es de suma importancia, hay que evitar errores comunes y seguir procedimientos precisos para garantizar que los pacientes reciban el tratamiento adecuado sin riesgos innecesarios.

Queremos enfatizar la importancia de administrar inyecciones de manera segura y precisa en la atención médica. La comprensión de los tipos de inyecciones, las técnicas adecuadas, la selección de agujas y el uso de anestesia tópica, cuando corresponda, serán los puntos clave para lograr realizarlas de manera exitosa.

En un campo médico en constante evolución, el conocimiento y la aplicación adecuada de las técnicas de inyección son competencias cruciales para profesionales de la salud y estudiantes. Con esta guía, esperamos haberte proporcionado una base sólida para comprender y practicar la administración de inyecciones de manera segura y efectiva.

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