Se trata de equipos de protección individual que, tal y como su nombre indica, su principal función es proteger a los trabajadores mientras desarrollan su tarea laboral. Aunque son esenciales en numerosos sectores, hay que decir que se vuelven imprescindibles en algunas áreas, como es el caso de los laboratorios.
Tal y como se ha indicado, un EPI es un equipo de protección individual que permite proteger a los trabajadores de cualquier riesgo que se pueda producir mientras desarrollan su tarea. Lo cierto es que los EPIs protegen tanto en materia de seguridad general, como la salud de los empleados, sabiendo que dependiendo de la actividad a desarrollar o el sector en el que se trabaje, así habrá que dotarlo de diferentes elementos.
En este sentido, los Epis de laboratorio se han vuelto muy importantes, teniendo en cuenta que en estos espacios se manipulan numerosas sustancias o elementos, pudiendo provocar, especialmente, enfermedades.
Hay que saber que el uso de un EPI y sus características dependen de la evaluación de los riesgos que se haga previamente de la actividad desarrollada. Así, para determinar un equipo de protección concreto, es importante identificar el riesgo en cuestión, la magnitud del mismo, las vías de entradas o las condiciones ambientales en las que se trabaja. También es importante tener en cuenta las características de cada tarea que se realiza, así como las propias características de los trabajadores.
¿Cuáles son las ventajas de los EPIs de laboratorio?
Los equipos de protección individual para laboratorios son muy necesarios, ya que ofrecen seguridad a todos los niveles. Hacer uso de estos EPIs es bastante ventajoso, siendo uno de sus principales beneficios, que normalmente están compuestos de productos deshechables y, por tanto, se garantiza mucho más la higiene.
Hay que decir que los elementos que forman parte de este tipo de equipos son prácticos, funcionales y versátiles, pudiéndose adaptar a cualquier trabajador y situación, sin olvidar que apenas requieren limpieza, debido a su naturaleza de usar y tirar, a lo que se añade que es una opción mucho más económica.
Los elementos más habituales en los EPIs de laboratorio
Son muchos los elementos que se pueden incluir en este tipo de equipos de protección, sin embargo, hay algunos que se vuelven esenciales en prácticamente cualquier tarea que se precie.
En este sentido, dentro de estos equipos es habitual encontrar elementos de protección facial, tales como cubrebarbas o mascarillas. También son frecuentes aquellos que protegen las extremidades superiores, siendo los guantes los productos más utilizados.
Claro está, no pueden faltar otros elementos textiles como los monos, batas o delantales, pudiéndose utilizar de manera individual o combinados.
También se pueden añadir productos de protección para el calzado, como zapatillas específicas o cubrezapatos. Igualmente, los gorros monouso para la cabeza también son frecuentes.
¿Qué características presentan estos equipos?
Con el fin de ofrecer la mayor protección, los EPIs de laboratorio deben cumplir con una serie de características concretas y de esta forma, reducir los riesgos al máximo.
En este sentido, además de recomendarse que sean de monouso, estos elementos también deben ser impermeables. Asimismo, otras características que no pueden faltar en estos productos son su resistencia a los impactos y su gran capacidad para dar protección sobre sustancias químicas perjudiciales. También deben ser productos microbiológicos, elaborados con materiales de calidad y sencillos de poner y quitar sin que provoquen riesgo alguno.
¿Cómo mantener uno de estos EPIs?
Debido a que suelen ser productos de monouso, lo habitual es que el mantenimiento de este tipo de equipos sea bastante sencillo. No solo su uso, también su limpieza y desinfección, de ahí que se diga que son equipos que ayudan a mantener notablemente la higiene. Lo habitual es que se sigan las instrucciones de cada fabricante, en función del tipo de artículo que se va a utilizar en cada momento, no obstante, su naturaleza de usar y tirar, hace que no haya que preocuparse demasiado.
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