Las políticas de responsabilidad social cobran cada vez más importancia para las empresas, por ello cada vez se eligen más los proveedores sostenibles. Dentro de ellas, la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son factores esenciales. En una sociedad cada vez más concienciada, parte del prestigio, la reputación y la confianza de los consumidores se consiguen trabajando en estas áreas.
Pero no es suficiente con que los procesos de la compañía sigan criterios de sostenibilidad. Dentro de una política integral, el trabajo comienza mucho antes, en la elección de proveedores sostenibles. Y un requisito básico debe ser que cumplan con esas mismas exigencias.
En ese sentido, productores de materias primas e industrias se involucran cada vez con más interés. Hoy es habitual la implantación de medidas destinadas a mejorar la eficiencia y el ahorro energético a la vez que la productividad. Son soluciones como las que ofrece Endress+Hauser en aspectos como medición de caudal o de presión, análisis de agua y propiedades químicas o soluciones de software.
Tener en cuenta el grado de implicación de los proveedores en la conservación de entorno es, por tanto, una cuestión que las empresas productoras deben considerar. La elección no siempre es sencilla y es esencial tener en cuenta toda una serie de cuestiones fundamentales.
Claves para elegir proveedores sostenibles
La lista de criterios para seleccionar proveedores sostenibles es amplia, pero hay algunos que cobran especial relevancia:
- Responsabilidad Social Corporativa: también a los proveedores se les puede exigir que dispongan de políticas en este sentido. No hay mejor muestra de compromiso medioambiental.
- Certificados: aunque no en todos los aspectos, sí que en algunos se pueden exigir certificaciones que acrediten buenas prácticas medioambientales. Un ejemplo sería el de la obtención de madera en bosques controlados. Si se quiere dar un paso más, la certificación ISO 14001 de gestión ambiental es irrefutable.
- Transparencia: es un criterio esencial. Que el proveedor pueda justificar con datos la huella de carbono o hídrica que produce o el nivel de reciclaje y reutilización en su producción supone un plus de confianza.
- Aplicación de nuevas tecnologías y uso de energías renovables. Las primeras implican una optimización de los recursos. Las segundas, una reducción de la factura energética y las emisiones. Dos aspectos clave en la sostenibilidad.
- Cercanía: no es una cuestión que dependa del proveedor, pero sí es importante. Hoy en día, la gran apuesta es la de la economía circular, con cadenas de suministro cortas que reduzcan el coste medioambiental que supone el transporte de las materias primas y favorezca el desarrollo de las comunidades locales.
Cuando de lo que se trata es de elegir proveedores sostenibles, basar la elección en estos criterios no implica mayores dificultades. El inconveniente surge cuando se trata de proveedores con los que ya se trabaja desde hace tiempo. Es posible que no cumplan estos criterios, lo que obligará a negociar con ellos un cambio de estrategia o a buscar otros que sí trabajen con criterios de sostenibilidad.
Hay que tener en cuenta que hoy en día los consumidores son cada vez más exigentes con las empresas y exigen procesos respetuosos con el medio ambiente. Alcanzar el máximo compromiso en este sentido implica no solo trabajar por el bien general que es el cuidado del planeta, sino también por el prestigio de la compañía. Y esto último se traduce en mayores y mejores oportunidades de negocio.