Pisables, o no, verdes o con multitud de flores, las plantas tapizantes nos alegran y decoran con alfombras vivas, desde un arriate de un jardín hasta un macetero e incluso un jardín o cuadro, vertical.

Alfombras vivas

También se conocen como rastreras y están compuestas por especies que, una vez que germinan, cubren la totalidad de una superficie y, sobre todo, del suelo.

Las plantas tapizantes o también denominadas rastreras son plantas capaces de crecer por todo el terreno y cubrir por completo un espacio formando una cubierta que podríamos llamar alfombra viva o alfombra vegetal.

Algunas especies se pueden pisar, otras no, incluso hay plantas tapizantes acuáticas. Su bajo mantenimiento y poca necesidad de agua las convierten en una alternativa estupenda al césped tradicional. Se emplean en terraplenes, taludes, superficies irregulares e incluso en paredes.

Vamos a estudiar algunas de las más usadas para conocer mejor sus características, necesidades y utilización.

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5 Plantas tapizantes

Ruschia lineolata

Una fascinante planta, dura como el acero.

Es de las pocas tapizantes que admite el pisoteo.

Como crasa que es, necesita dos cosas, sol y poca agua. El excesivo riego las pone amarillas y detiene el crecimiento, afeando mucho la planta.

Nos llega de Sudáfrica. Y su tamaño pequeño, no supera los 7 cm la hace perfecta para convertirla en un césped de la tan de moda xerojardinería.

Florece no en exceso en primavera y sus flores de tono morado la hacen muy atractiva.

Es una planta también rústica en cuanto a sus necesidades de terreno, aguantando perfectamente una situación cercana al mar.

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De precio elevado en relación con otras tapizantes, podemos multiplicarla nosotros fácilmente por esquejes y cuidándolas un poco pronto tendremos un número suficiente de plantas para realizar el ajardinamiento que busquemos.

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Hedera helix minor

Estas hiedras de pequeño tamaño son perfectas para pequeñas zonas sombreadas de nuestro jardín.

También son muy interesantes en la confección de jardines miniatura, jardines colgantes, jardines verticales y cuadros verticales.

En paredes y techos bioclimáticos es una de las plantas más utilizadas.

Las hojas pueden ser verdes o variegatas
(matizadas con blanco o con amarillo).

Su borde puede ser liso o festoneado y su limbo puede ser de muchísimas formas, todas ellas realmente atractivas

Es tan grande  el número de variedades de  estas hiedras que hay viveros que se dedican a su multiplicación comercial prácticamente en exclusiva.

Las presentaciones en el mercado suelen ser o bien en macetas de pequeño tamaño, normalmente estas plantas están cultivadas dentro de naves de producción (viveros).

Contenedores de pequeño tamaño, provistos de un tutor de bambú o de madera, sobre el que la planta crece.

Atención al excesivo riego y a los ataques de plagas como por ejemplo los pulgones, que suelen apoderarse de los brotes jóvenes. Se pueden corregir sin el menor problema.

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Drosanthemum, floribundum

También llamado popularmente Rocío rosa, el archipopular mesem de los viveristas.

Según el tamaño de la hoja la clasifican como mesen grueso o mesen  fino.

Floribundum hace referencia a la abundancia de su espectacular floración.

Es una planta suculenta, bastante rústica y  que soporta algo de frío, hasta – 5 grados, por lo que es perfectamente válida para su utilización en xerojardinería.

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De crecimiento muy rápido si tiene agua, se llena en primavera de una cascada de flores que la hacen sumamente atractiva.

De fácil multiplicación, se comercializa en macetas de pequeño tamaño normalmente, por lo que si tratamos de que cubran o cuelguen una extensión o longitud considerable habremos de comprar varias macetas. Un inconveniente que siempre le he visto a esta planta, es que con el tiempo, las ramillas se van lignificando y esto da un aspecto envejecido al tapiz por lo que es, más que aconsejable, reponer las plantas cada año o cada dos.

Myoporum parvifolium.

Planta no muy conocida, pero de un atractivo y prestaciones que nos dejarán sorprendido.

Se trata de una planta australiana de características tapizantes, que no pierde la hoja en invierno y que posee un crecimiento rápido y vigoroso.

Solo tiene dos problemas, le cuesta algo adaptarse a su nueva ubicación cuando la trasplantamos de la maceta de cultivo y necesita riego frecuente.

Por lo demás funciona muy bien en terrenos semisombreados y su floración blanca, aunque no tan abundante como en el caso del mesen resulta muy atractiva.

Se la está utilizando como alfombra verde en zonas donde se prefieren plantas tapizantes a una pradera.

Si la utilizamos como planta colgante, nos admite el recorte para darle la forma y el tamaño deseado.

Aptemia cordifolia.

Esta suculenta de comportamiento rastrero, y de rápido desarrollo es otra de nuestras plantas tapizantes.

Es perfecta para cubrir el suelo.

Debido a la carnosidad de sus hojas, no admite el pisoteo.

Es una planta bastante florífera dando flores parecidas a las margaritas (de muchísimo menor tamaño) y de color rojo fucsia entre otros colores.

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Pero tiene un problema, amarillea fácilmente y se deprecia al tomar un aspecto no tan lustroso.

El suelo debe tener un buen drenaje y en la época fría hay que espaciar bastante los riegos.

El régimen de abonados será modesto, no es una planta exigente en estos. Cualquier abono orgánico nos dará buen resultado.

Existe una variedad variegata que resulta cuanto menos botánicamente muy interesante.

En un próximo trabajo hablaremos de mas plantas tapizantes algunas de las cuales las podemos utilizar también como parte de un jardín vertical, cuadro vertical, pared o techo bioclimático.

Ecotonio: El mundo de las Plantas a Tu lado. Beautiful Plants . Beautiful World.

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  • Licenciado en Biología en la Universidad de Valencia
  • Especialista en producción de plantas de interior y exterior
  • Docente en cursos de jardineria y viverismo

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