El planeta se calienta a un ritmo acelerado. Greenpeace ha colocado una sartén gigante frente a la costa de Murcia, España, para alertar del calentamiento global. Con esta llamativa imagen, Greenpeace, quiere alertar sobre el aumento de temperaturas, especialmente en los océanos, que acumulan gran parte del calor. Denuncian que los veranos son cinco semanas más largos. Las olas de calor son más severas, 10 veces más frecuentes, 1,09 ºC más en el Mediterráneo son algunos de los datos que evidencian el cambio climático.
Los océanos se calientan a un ritmo acelerado
Más de 20 activistas de Greenpeace han denunciado el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles. Según informan el planeta se está calentando más de lo que lo había hecho desde que existe la civilización humana. Los océanos acumulan la mayor parte de ese calor, lo que provoca borrascas y huracanes cada vez más intensos. También fenómenos de “gota fría” y subida del nivel del mar. Con esta imagen la organización quiere demandar a los gobiernos europeos que reduzcan sus emisiones hasta cero neto en 2040.
Aumenta la temperatura
La organización ecologista recuerda que la temperatura atmosférica media global ya ha aumentado 1 ºC desde la época preindustrial. Mientras que los grados de la superficie de los océanos han subido en más de 1,1 ºC. Recientes estudios desvelan que las temperaturas superficiales del océano se han incrementado incluso más rápido de lo que se pensaba. La temperatura de la superficie del mar Mediterráneo ha aumentado 1,09 ºC desde 1982. En 2018, el tramo principal de océano, desde la superficie hasta los 2.000 metros de profundidad, estuvo más cálido que nunca. Algo más de una décima de grado Celsius más cálido que la media a largo plazo, tras casi tres décadas de calentamiento constante.
Esto es debido a que los océanos absorben y acumulan el calor. El grupo de personas expertas sobre cambio climático de Naciones Unidas (IPCC), estima que los océanos han absorbido más del 93% del exceso de calor retenido por los gases de efecto invernadero desde la década de los 70.
El aumento de las temperaturas del mar contribuye directamente a la subida del nivel mar. Esto es debido a la expansión que sufre por el calentamiento del agua. Tiene graves consecuencias meteorológicas como la formación de lluvias más intensas o incluso de huracanes más peligrosos. Además supone una enorme amenaza para la fauna marina. Al ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero el 17 % del total de la vida marina desaparecería para el año 2100 por el incremento de las temperaturas oceánicas.
El mar está también cada vez más caliente y desde 1993 el nivel del mar ha subido 3,4 milímetros. Esto está ocurriendo especialmente en el mar Mediterráneo, punto caliente en materia de cambio climático. Desde 1982 hasta hoy su temperatura ha aumentado 1,09 grados, superando los dos grados en algunas zonas.
Los últimos cuatro años han sido los más cálidos registrados en la historia de la humanidad.
Según la Agencia de meteorología AEMET, el verano se ha alargado en España cinco semanas más, con “olas de calor” cada vez más frecuentes e intensas. Junio ha sido el más caluroso jamás registrado. Durante la última ola de calor que ha azotado España y Europa hemos pulverizado récords de máximas mensuales en 33 observatorios de la red principal española, según la AEMET. En Francia se batió el récord de temperatura nacional con 45,6 ºC.
La AEMET informa de que la frecuencia de las olas de calor severas, debido al cambio climático, han aumentado en diez veces desde principios del siglo XX. El nivel del mar podría crecer por encima de los dos metros de altura antes de que termine el siglo XXI. Unos 187 millones de personas se verían obligadas a desplazarse hacia el interior.
¿Qué podemos hacer?
La Unión Europea trabaja por conseguir las emisiones netas a cero en 2040 y reducirlas en 2030 en un 65% respecto a 1990. España debe reducirlas al menos un 55%, no el exiguo 20% que propone actualmente. La iniciativa quiere evitar que las temperaturas globales aumenten por encima de 1,5 ºC. Este es un compromiso del Acuerdo de París, y evitar así los peores impactos del cambio climático.
El barco de Greenpeace, Rainbow Warrior, está recorriendo las costas europeas en su campaña En marcha por el clima. Tras visitar Rumanía, Bulgaria, Grecia e Italia, el barco visita España durante un mes, recalando en los puertos de Barcelona, Málaga y Vigo. En esta campaña, Greenpeace está reuniendo a numerosos colectivos que ya están “en marcha por el clima”. Entre ellos los movimientos climáticos juveniles, representantes de la comunidad científica (con una especial atención a la meteorología y climatología). También con personas que ya están contribuyendo a luchar contra el cambio climático con su modelo de energía, formando parte de la denominada ciudadanía energética. Todos sus testimonios han sido recogidos en el informe, presentado en Barcelona, Cambia la energía, no el clima.
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