Este mes me he propuesto cumplir con una guía de recomendaciones para romper con el plástico, voy a hacer una lista de cosas fabricadas con este material que podemos sustituir por materiales sostenibles, ¿lo conseguiremos?.
Os dejo esta lista de cosas de plástico que podemos sustituir, empezando por el cepillo de dientes, champú, la esponja de la ducha, botellas de agua, bastoncillos de oído, toallitas, discos desmaquillantes o los estropajos para fregar.
Cambiamos de cepillo de dientes, bastoncillos de los oídos, botellas de agua y estropajo para fregar
Lo primero que hago por la mañana es limpiarme los dientes, sustituyo el cepillo de plástico por uno de bambú. Este tiene muchos beneficios porque no emite CO2, sino que lo absorbe, además es resistente, duradero y no deja huella en el medio ambiente, primer objeto que hemos cambiado para mejorar.
Uno de los objetos de higiene más usados son los bastoncillos de los oídos, también podemos elegir la modalidad ecológica, son aquellos fabricados con bambú, cartón o algodón 100% reciclables y biodegradables. Cada uno de los bastoncillos reutilizables reemplaza 1000 bastoncillos de un solo uso, el medio ambiente nos lo agradecerá. Además, los de bambú se limpian con facilidad con un poco de agua y jabón, también puedes usar un desinfectante o frotarlo con alcohol.
Voy a probar a cambiar la botella de plástico por un termo de doble pared de acero inoxidable y bambú, descubro una ventaja a parte de la medioambiental, mantiene la bebida fría o caliente durante más de 12 horas.
A la hora de fregar, escojo por primera vez un estropajo de luffa, son 100% naturales, no desprenden tóxicos, tienen envoltorio biodegradable y están fabricados en el país que vivo, por lo que el impacto ambiental de su transporte es mucho menor. La luffa es una planta de origen tropical, crece en la zona del sudeste asiático, de su fruto se extraen láminas para utilizarlas como material exfoliante gracias a sus propiedades fibrosas y porosas. Estas esponjas son conocidas por todo el mundo como loofah, pepinillo, estropajo de esponja, musú o buchados paulistas. Ahora toca desprenderme del estropajo de toda la vida, que he descubierto que está formados por fibras plásticas que van desprendiéndose cada vez que los usamos.
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Probamos la pastilla sólida de jabón, esponja de luffa y discos desmaquillantes
Ahora toca la ducha, encontramos la botella del jabón y del champú, voy a sustituirlo por una pastilla sólida de jabón y otra de champú. Tiene muchas ventajas, están libres de sustancias agresivas, es un producto local fabricado a pocos metros de distancia y además no está testado en animales. Para ser naturales tienen que contener ingredientes como aceite de ricino y de coco, glicerina vegetal, manteca de cacao y karité, avena molida, ahora añadimos hidrolato de manzanilla, arcilla blanca, arcilla rosa, aceite de almendras.
El modo de empleo es importante para que dure más tiempo, si aprovechamos bien el jabón, puede durarnos para más de 50 usos. A la hora de lavar el pelo, primero lo humedecemos, extendemos el jabón sólido haciendo masajes circulares y aclaramos con mucha agua.
Una vez salimos de la ducha, es importante dejar secar el champú para que luego podamos aprovecharlo más veces. Estoy orgulloso del cambio, ahora utilizo un producto 100% natural y libre de plásticos, espumoso, apto para veganos y de proximidad.
En la ducha también son muy importantes las esponjas, vamos a probar con las de luffa, que están hechas a mano. Empezamos comprobando que proceden de cosechas 100% sostenibles, que están fabricadas en el país que vivimos, es decir, que es un producto local. Me inclino por este tipo de esponjas también porque es 100% biodegradable y natural. Los fabricantes cuidan todos los detalles y nos la venden con un envoltorio sostenible, algo que merece un punto positivo.
También es muy práctica la manopla exfoliante de luffa, está limpia en profundidad, previene la celulitis y estimula el riego sanguíneo.
Por último, resaltar que no suelo utilizar toallitas desmaquillantes, pero sí me encuentro muchas por el suelo en la calle y muchas de ellas acaban en el mar. Por eso, voy a recomendar la alternativa eco, que es reutilizable.
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