Por suerte, cada vez son más las iniciativas que se ponene en marcha para limpiar la basuraleza, es alarmante la basura que podemos encontrar en ríos, bosques, playas. No podemos mirar a otro lado mientras la naturaleza se llena de bolsas de plástico, colillas, latas e incluso electrodomésticos y neumáticos. No todo vale a la hora de deshacerse de los desperdicios, hay que concienciar y dar visibilidad al problema de la basuraleza. El objetivo es mantener los espacios naturales libres de basura y de este modo liberar mucha más vida en favor de la biodiversidad.
Las asociaciones ecologistas denuncian que las medidas adoptadas por los gobiernos suelen ser lentas, por ello, miles de voluntarios se han puesto manos a la obra para intentar frenar la tendencia de la basura en nuestros entornos. Por ejemplo, recientemente, aprovechando el Día Mundial de la Limpieza (World Cleanup Day) habitantes de más de 150 países han hecho una acción común de limpieza de playas, bosques y riberas donde había desperdicios. Europa también ha mostrado interés con la celebración de la Semana Europea para la Reducción de Residuos.
Qué es la basuraleza
La basuraleza son los residuos generados por el ser humano, abandonados en la naturaleza, que alteran el equilibrio de los ecosistemas. Podrían considerarse agente del cambio global que afecta a las especies y espacios naturales. Estas son las definiciones al término basuraleza que pone Libera, un proyecto de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes cuyo objetivo es evitar el littering en nuestro territorio.
El proyecto Libera ha creado el término “basuraleza” para definir una palabra que comunique el fenómeno de liberar a la naturaleza de basura. Una palabra alternativa en español que ayude a prevenir y concienciar. Basuraleza es el equivalente al término “littering”, que no está incluido en el Diccionario de la Lengua Española de la RAE y las posibles traducciones propuestas no siempre convencen para describir la realidad del fenómeno. En inglés, la propia palabra littering puede generar confusiones porque también se emplea en contextos de suciedad urbana o para aludir a la hojarasca y a los desechos orgánicos.
El responsable del área Social de SEO/BirdLife, Federico García, destaca que “estamos ante una catástrofe ambiental que requiere de acción de todos. Necesitamos la implicación de la ciudadanía, sectores productivos y administraciones en todos los niveles, desde el local al internacional. La basuraleza no es solo la escombrera ilegal o la isla de plástico del Pacífico. Es cada colilla, cada papel de aluminio para el bocata o cada envoltorio que se abandona en la naturaleza. Ese acto puede tener efectos directos, por ejemplo en la degradación o destrucción de hábitat. También indirectos, ya que la presencia dispersa de basuraleza en casi cualquier ambiente puede convertirse en una fuente de contaminación difusa, a menudo invisible, pero de consecuencias impredecibles a gran escala”.
Tiene que ver con: #NoTeComasElBosque: Ley de deforestación ¡Urgente!.
Consecuencias ambientales de la basuraleza
El hábitat natural de muchas especies cada vez está más degradado por el crecimiento de los residuos en los bosques, mares, etc. Un reciente estudio calcula que el 90% de las aves marinas han ingerido plástico y que, de seguir así, el número llegará al 99% en 2050. Los estudios del impacto en especies terrestres son menores que los realizados en el mar. Por ello, organizaciones ecologistas piden que aumente la investigación en este terreno para conocer el impacto.
Los residuos más encontrados suelen ser piezas de plástico de 2,5 a 50cm. seguido de colillas, piezas pequeñas de plásticos (0-2,5cm), botellas de plástico y embalajes industriales. Este año se han sumado las mascarillas y los guantes, un nuevo tipo de basuraleza muy peligroso porque aumentan la mortalidad de la fauna y flora.
Las campañas de concienciación inciden en la idea de que cada persona cuenta, cada acción es importante, un simple bastoncillo tirado por el inodoro puede terminar interactuando con un caballito de mar en una isla del Pacífico.
Por suerte, empiezan a escucharse voces que sitúan a la basuraleza como un agente del cambio global, el conjunto de cambios en el medio ambiente provocados por el ser humano. Esto incluye realidades como el efecto de las emisiones de gases de efecto invernadero, la pérdida de especies y de espacios naturales como consecuencia de la destrucción de hábitat, el urbanismo descontrolado o la intensificación agraria.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el planeta ha perdido 178 millones de hectáreas de bosque en los últimos 30 años. Un problema ya que los bosques acogen a más del 80% de todas las especies de flora y fauna terrestres. Son necesarias las acciones para concienciar a la sociedad sobre la importancia de no generar basuraleza.
Mira también: Educar a los niños en el respeto al medio ambiente.
Necesitamos buscadores de basuraleza
Casi todas las ONGs buscan a voluntarios y organizan campañas para limpiar montes, playas, ríos, embalses o pantanos, entre otros parajes naturales. Son unas acciones básicas para limpiar y recopilar información sobre la basura que hay en la naturaleza, ya que no es rentable para las empresas de estadística contabilizar los desechos. Los datos pueden ayudar a concienciar para avanzar a un modelo de economía circular donde la palabra basura no exista porque todos los residuos se convertirán en recursos nuevos.
Hay una creciente necesidad de obtener un mayor conocimiento de la basura que termina en nuestros entornos naturales para poder ofrecer soluciones efectivas. Por ello, es importante recoger datos sobre el volumen, la cantidad y la tipología de la basura abandonada en el campo, los bosques y el monte. Ayuda a plantear estrategias más efectivas para acabar con este problema ambiental. Para ello, se ha empleado para la caracterización de los residuos la app móvil donde los datos obtenidos se integran en la base de datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECORD) de España.
Muy interesante: El lobo y su importancia en los ecosistemas.
Índice de contenidos