¿Son realmente contaminantes los Cepillos de Dientes de Plástico?

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Los cepillos de dientes juegan un papel esencial en la higiene bucal. Ayudan a mantener la boca limpia y libre de bacterias que puedan dañar su salud como el sarro, placa y las caries.

Sin embargo, los cepillos de dientes pueden desempeñar un papel importante en la transmisión de enfermedades y aumentar el riesgo de infección, ya que pueden servir como contenedores de microorganismos en adultos sanos.

La contaminación es la retención y supervivencia de organismos infecciosos que ocurren en objetos animados o inanimados. En adultos sanos, la contaminación de los cepillos de dientes se produce poco después del uso inicial y aumenta con el uso repetido. Por eso es primordial renovar el cepillo de dientes frecuentemente y conservarlo en un ambiente adecuado.

Los cepillos de dientes de plástico representan el 1% de los desechos de los océanos. Se deben cambiar al menos cada 3-4 meses, por lo que cada año se tiran más de 4.500 millones de cepillos de dientes de plástico.

Actualmente se pueden encontrar en el mercado cepillos de dientes de bambú que a pesar de ser una opción más ecológica, todavía hay quienes dudan de sus beneficios.

Los cepillos de dientes convencionales están hechos de diferentes tipos de plásticos por lo que no se pueden reciclar y tardan más de 400 años en descomponerse y finalmente terminan en los océanos, dañando el medio marino.

Durante siglos, el cepillo de dientes básico se fabricó con materiales naturales. Sin embargo, a principios del siglo XX, los vertiginosos primeros días de la innovación plástica, los fabricantes empezaron a sustituir materiales por el nailon y otros plásticos en el diseño.

Además, debido a que el plástico es esencialmente indestructible, eso significa que casi todos los cepillos de dientes fabricados desde la década de 1930 todavía están en el mundo en algún lugar.

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El Auge del Plástico

A medida que la demanda de los cepillos de dientes se disparó, aumento la producción, ayudada por el desarrollo de nuevos materiales llamados plásticos.

A principios de la década de 1900, los químicos descubrieron que podían fabricar un material fuerte, brillante, moldeable y ocasionalmente explosivo a partir de una mezcla de nitrocelulosa y alcanfor, una sustancia oleosa y fragante derivada del árbol de laurel alcanfor.

El material llamado «celuloide» se podría hacer en formas prácticas, fantásticas y baratas perfectas para los mangos de los cepillos de dientes.

Pronto, las cerdas también sucumbieron. En 1938, un laboratorio nacional japonés ideó una sustancia fina y sedosa que esperaba que sustituyera a la seda utilizada para fabricar paracaídas más duraderos para sus militares.

Casi al mismo tiempo la empresa química DuPont, con sede en EE. UU., lanzó su propio material liso y de fibras finas: nailon.

Un material sedoso, resistente y flexible que resultó ser un sustituto perfecto de las costosas y quebradizas cerdas de jabalí. En 1938, una empresa llamada Dr. West’s comenzó a empaquetar las cabezas de sus «Dr. West’s Miracle-Tuft Toothbrush ” con hilos de nailon.

El material sintético decía que era «100 % impermeable … con mayor limpieza y mayor duración» que los viejos cepillos de cerdas naturales.

Desde entonces, nuevos tipos de plástico reemplazaron al celuloide en el mango y los diseños de las cerdas se volvieron más complicados, pero el diseño básico empaquetado en plástico ha demostrado ser tan duradero como el propio material.

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En respuesta, algunas empresas han vuelto a utilizar materiales naturales, como la madera del bambú o las cerdas de jabalí. Los mangos de bambú pueden resolver parte del problema, pero la mayoría de los cepillos de bambú del mercado todavía tienen cerdas de nailon, por lo que al menos esa parte del cepillo debe desecharse.

Algunas empresas también anuncian cerdas de nailon-4, que se ha demostrado que se biodegradan en determinadas condiciones.

Sin embargo, una mirada más cercana demuestra que la mayoría están hechas con cerdas de Nylon-6 que de hecho no son biodegradables.

Una manera fácil de verificar qué tipo de cerda cuenta el cepillo de dientes es en las instrucciones de reciclaje en la parte posterior del empaquetado. Si necesita quitar las cerdas antes de poder compostar el mango, entonces probablemente sean de Nylon-6 o de otras propiedades plásticas.

Otra ventaja del bambú es que es naturalmente antimicrobiano. Hay una razón por la que las tablas de cortar y los utensilios de cocina están hechos de madera y bambú.

A diferencia del plástico, las propiedades dentro del bambú matan las bacterias que penetran en su superficie, proporcionando una protección duradera contra las bacterias dañinas.

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Alaitz Anabitarte Urizhttp://www.misohicosmetica.com

Biografía de Alaitz Anabitarte

Licenciada en periodismo y en comunicación audiovisual Universidad del Pais Vasco, Máster en marketing digital en Mondragón Unibertsitatea.

Forma parte del equipo de Misohi Nutrición y Cosmética (www.misohicosmetica.com), especializados en cosméticos naturales certificados y suplementos alimenticios de gama alta. Colabora con diversos medios: Aprendete.com y trucosdebellezacaseros.com

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