Te contamos algunos de los numerosos beneficios de la práctica del Mindfulness para cultivar la atención en la escuela
Introducir la práctica del Mindfulness o Atención Plena en la actividad diaria dentro de la escuela, reporta numerosos beneficios tanto para los niños, que se presentan más atentos y receptivos a las exigencias del momento, como para los profesores. Veamos algunas de ellas.
Mejora el equilibrio emocional
A menudo los niños se ven arrasados por sus sentimientos, presionados también por la sociedad que insiste en que los niños mayores no lloran, no se enfadan, etc, etc. A través del mindfulness los niños se permiten sentir y comprenden que no somos nuestros sentimientos.
Mejora la impulsividad
Aumentando el autocontrol, podemos frenar antes de que nuestros sentimientos nos lleven a comportamientos no admisibles.
Desarrolla la capacidad de resiliencia
Es decir, la capacidad que tenemos las personas de recuperarnos frente a los duros golpes que nos da la vida, centrándonos en el momento presente y aprendiendo a canalizar los sentimientos que nos producen sufrimiento.
Mejora la atención
El focalizar en la actividad que estamos realizando y la memoria, algo que sin duda tiene su efecto en el rendimiento académico que tanto preocupa a muchos padres.
Potencia la amabilidad
No sólo hacia los demás sino también hacia uno mismo así como otras habilidades sociales que buscan el bienestar del grupo: la empatía, la colaboración, la objetividad o la paciencia, por ejemplo.
Desarrolla la capacidad de ser consciente
Una herramienta vital que se considera absolutamente básica en el desarrollo de un ser humano.
Aprende a parar la mente
Ayuda a posibilitar momentos de relax y a conciliar el sueño.
En definitiva, la práctica del mindfulness ayuda a activar el Sistema Nervioso Parasimpático, proporcionando la relajación y calma que a su vez estimulan la creatividad, la intuición en los niños.
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