¿Te has preguntado alguna vez que puedes hacer para alejar de tu mente los pensamientos negativos que en ocasiones la invaden? Existen muchas formas distintas de meditar, sin embargo la gran mayoría de meditaciones tienen un efecto en común, y es que la mente se aclara, se calma y es en ese momento en el que la mente está con menos cantidad de pensamientos, cuando podemos identificar los más certeros, los que nos dan la solución o la respuesta a las preguntas más profundas para las que estamos buscando respuesta.
¿Qué se busca con la meditación?
También es cierto que en la meditación no solo buscamos la paz mental. Hay veces que lo que provocamos es todo lo contrario. Se viaja a las profundidades de nuestros recuerdos y vivencias, a veces llegando a esos archivos que permanecen totalmente apartados de la luz, en el fondo de nuestro subconsciente. Y una vez allí se remueve todo, se quita el polvo y se toma conciencia.
En estas ocasiones es posible que a través de la meditación se provoque un caos, pero un caos sanador en el que entramos con la intención de limpiar la mente de patrones antiguos limitantes, hacer limpieza y plantar nuevas semillas de prosperidad.
En definitiva, a la hora de meditar es importante la intención con la que nos adentremos en dicha meditación.
Hoy compartimos una meditación para eliminar un poco de esos pensamientos negativos, de esa excesiva negatividad que a veces paraliza o condiciona nuestra vida.
Meditación para los pensamientos negativos
Siéntate con la columna erguida, en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas.
Posición del cuerpo
Forma con las manos una especie de cuenco, colocando la mano derecha sobre la izquierda (con las palmas de las manos mirando hacia arriba) y coloca el mudra (las manos en dicha posición) a la altura del 4º chacra, anahata, en la zona del pecho.
Los ojos están ligeramente abiertos, lo justo como para enfocar la mirada a la punta de la nariz y también poder ver las manos.
Respiración para los pensamientos negativos
Para comenzar respira profundo.
Toma aire por la nariz y siente el aire llenar los pulmones, el ombligo ir un poco hacia delante y cómo las costillas se abren un poco.
Suelta el aire poco a poco, por la boca haciendo un círculo con los labios, dirigiendo el aire hacia las manos.
¿Te has fijado que cuando nos tensamos en algunos momentos del día, resoplamos? Esto lo hacemos de forma automática y nos sirve para liberar tensión.
Liberar negatividad
Pues en este caso lo que vamos a liberar va a ser un poco de negatividad. Así que mientras meditas, mantén la mente en calma, pero permítete tomar conciencia de los pensamientos negativos que rondan tu mente. Este paso lo hacemos de la forma más neutral posible, sin ponerle más peso a esos pensamientos y sin juzgarlos. Solamente los identificas y en la exhalación te imaginas que junto con el aire que sueltas, va ese pensamiento negativo. Lo dejas que salga de ti, de tu mente y de tu Ser, lo liberas y aceptas que al exhalarlos, dejan de formar parte ti y de tu vida.
Puedes hacer esta meditación todo el tiempo que quieras y para terminar, toma aire, suéltalo y suspende la respiración con los pulmones vacíos durante unos segundos (las retenciones de la respiración con los pulmones en vacío ayudan a calmar la mente, además favorecen la relajación y el desapego). Repite este paso dos veces más.
Sin más, deseo que esta práctica nos ayude a que nuestras vidas sean un poco más como queremos.
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