Los niños de 1 a 3 años deberían comer cada día alrededor de 200 gramos de verduras y al menos una pieza de fruta, pero sólo con ver el color verde de la mayoría de los vegetales, ya se niegan a comerlos.
Hay una gran variedad de estudios sobre el consumo de vegetales y frutas por los niños y, entre las principales conclusiones de todos ellos, destaca el hecho que el sabor amargo del calcio, muy presente en verduras como las espinacas y acelgas, la col, la cebolla, el cardo o el brócoli, puede ser un factor sensorial que influye muy negativamente en el consumo infantil. Otros estudios afirman que el sabor dulce es innato, por eso los niños lo aceptan, en cambio los sabores ácido, salado y amargo se deben aprender y, en el momento de introducirlos en su dieta, serán mejor o peor aceptados por los niños.
Los especialistas en nutrición infantil dicen que la aceptación de los nuevos alimentos es más fácil en los niños cuando tienen entre 2 y 4 años. Esto no quiere decir que si el niño es mayor y no has conseguido que le guste un alimento no lo consigas en los años siguientes, sólo que será preciso algo más de esfuerzo y constancia. Cuanto menos se las des, menos les gustarán, si se pierde el hábito de incluirlas en el menú, el niño acabará por olvidarlas. Y recuerda que los niños aprenden por imitación, por lo cual es difícil conseguir que coman aquello que tú no comes. Prueba a darles verduras “dulces” como los guisantes, el maíz, la zanahoria, la calabaza… Con las frutas no es tan problemático como con las verduras que es dónde reside el reto para los padres.
Instintivamente, los niños comen para calmar su hambre, por eso, los cereales, los azúcares o las féculas, que sacian mucho más que las verduras o la fruta, son mejor aceptados. El estómago de los niños es pequeño y requiere muchas calorías en poco volumen, las frutas y las verduras aportan mucho volumen de fibra y pocas calorías. Por ello, un buen truco es introducir los vegetales en platos que cereales, como la pasta o la pizza, y cambiar los azucares de los postres de pastelería por fruta preparada en alguna forma que resulte más atractiva que sola.
Es importante, conforme el niño va creciendo, llevarlo siempre que sea posible, a la compra, haciéndole jugar al volver a casa con el colorido y forma de frutas y verduras, que las dibuje y las pinte, que aprenda sus nombres. Aprende cómo hacer que los niños coman fruta, qué desayunos infantiles podrías prepararles y así mantengan una nutrición saludable y evitar el empacho en niños.
También lo introduciremos en tareas que pueda hacer sin riesgo en la cocina, ya que están más dispuestos a comer lo que ellos mismos preparan.