La arboterapia o el abrazar árboles es algo que a mucha gente le parece una tontería, pero no son conscientes de que es un gesto simple que nos hará sentir mucho mejor. Yo lo he probado y es una sensación única que nos hace sentir mucho más cerca de la naturaleza. De hecho, en Islandia, las autoridades forestales del país recomiendan a la población salir a abrazar árboles, animan a la gente a caminar por el bosque. Hay estudios que confirman que ayuda combatir el estrés o la depresión.
Hay una disciplina llamada arboterapia o silvoterapia que engloba lo relacionado con los beneficios de abrazar árboles. Aunque estas disciplinas también animan a frecuentar los bosques, sobre todo para aquellas personas que sufren insomnio, nerviosismo, asma bronquial, bronquitis crónica o hipertensión arterial.
Earthing: conectar con la tierra
Abrazar un árbol para sentirse mejor
Está demostrado que personas de todas las edades, especialmente los niños, muestran mejoras en la salud cuando interactúan con las plantas. Consiguen alcanzar una mejor función cognitiva y emocional gracias a su cercanía con los entornos verdes.
La arboterapia sostiene que el aire de los bosques es beneficioso porque contiene grandes cantidades de iones negativos de oxígeno y estos ayudan a estimular y armonizar los procesos vitales. Las moléculas de oxígeno con exceso de carga negativa son conocidas como “vitaminas del aire”. El sistema inmune se refuerza, la circulación se activa y los procesos de recuperación son estimulados. Además, los árboles también tienen efectos beneficiosos sobre las enfermedades mentales, los trastornos de déficit de atención e hiperactividad.
En definitiva, los árboles tienen poderes terapéuticos y sanadores que nos aportan buenas vibraciones y pueden curar diversas dolencias. Cada árbol tiene diferentes propiedades que influyen también a la hora de abrazarlo. Según la sabiduría popular, el cedro y el ciprés reducen la sensación de calor.
El arce alivia el dolor, la higuera purifica el corazón y elimina la humedad del cuerpo. El pino, considerado por la medicina china como un árbol inmortal, tiene una gran capacidad de curación. Por su parte, el sauce elimina del cuerpo el exceso de humedad y reduce la presión arterial. Para el estómago el mejor árbol es el olmo y el espino blanco fortalece el intestino y ayuda la digestión. Incluso las fracturas pueden mejorar al abrazar a un abeto, hay quien dice que reduce la hinchazón.
Qué transmite un árbol
Seguro que todos coincidimos en que un árbol transmite paz, te llena de energías positivas. De hecho, nuestros antepasados vivían muy vinculados a los árboles. La arboterapia es una corriente incluida en la balneoterapia, un conjunto de terapias para la cura de enfermedades a través de elementos naturales. Elementos como los árboles, el agua y los fangos han sido utilizados durante siglos como elementos para mejorar nuestra salud.
Laarboterapia se ha practicado desde la antigüedad. El médico griego Galeno aconsejaba a sus pacientes pasar más tiempo en los bosques de laurel. Paulino, otro médico antiguo, recomendaba a los enfermos de epilepsia dormir a la sombra de los tilos en flor. Mientras que su compañero Plinio prohibía a sus discípulos acostarse a la sombra de un nogal, ya que su fuerte olor podía causar dolores de cabeza.
En Japón hablan de medicina forestal porque hay estudios que defienden que los baños de bosque reducen considerablemente el cortisol, más conocida como la hormona del estrés. Además de la arboterapia practicar mindfulness en el silencio del bosque y sus ejercicios nos ayudan a conectarnos con nosotros mismos.
La mejor estación para abrazar árboles
No hay una estación recomendada para abrazar árboles, aunque guiándonos por la temperatura, todas las estaciones son buenas menos el invierno que hace más frío. De hecho, los koalas, abrazan a sus queridos eucaliptos o acacias para refrescarse durante los calientes veranos de Australia. Estos animales combaten el calor poniendo la mayor superficie posible del cuerpo en contacto con el tronco.
A partir de abril los días son más largos, hay más horas de luz y parece que apetece más laarboterapia. A mí lo que más me gusta es disfrutar de los aromas de las flores y su colorido. Aunque los troncos también transmiten un olor especial. Hay personas a las que les gusta ir en otoño por la sensación de paz que da ver caer las hojas y ese olor de la naturaleza.
Siempre es bueno acercarse a la naturaleza para alejarse del estrés diario. Hay estudios que afirman que disfrutar del bosque durante tres días aumenta el rendimiento y la creatividad.
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