La arcilla se ha usado terapeuticamente desde tiempos inmemoriales, desde la antigua China hasta Egipto eran bien conocida por sus beneficios. Según su color varia en su composición y por lo tanto sus usos son diferentes, poseen poderes refrescantes, anti-inflamatorios, descongestionantes, purificadores, cicatrizantes, absorbentes, calmantes y antibacterioloogicos. Es un gran y poderoso desinfectante, húmeda inhibe o anula el desarrollo de gérmenes patógenos y favorece la regeneración celular.