La cosmética natural o ecológica no usa derivados del petróleo, no contiene conservantes y tampoco parafinas, siliconas y fragancias sintéticas, ni se experimenta con animales. Nuestra epidermis es un filtro de doble sentido que expulsa residuos del organismo, pero también absorbe cualquier producto que le apliquemos.
Las sustancias utilizadas para la elaboración de estos cosméticos son afines a nuestra piel, por lo tanto son mejor asimiladas que las sustancias químicas y no son agresivas con la epidermis. No producen alergias, ni infecciones y mucho menos efectos secundarios. No tapan ni obstruyen los poros de la piel, por tanto, se absorben mucho mejor y la hidratación es más profunda.