Un 80 % de nosotros sufre o sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida, según datos oficiales, en 1 de cada 5 casos ese dolor será crónico. No nos extraña nada que sea así, el tipo de vida que llevamos, la mala alimentación, las prisas, el estrés y el sedentarismo, entre otros no ayudan mucho a que nuestra columna no sufra. Las causas que producen las diferentes dolencias de la espalda son variadas malas posturas, sobre peso, tensiones musculares, estrés, etc.
Conoce tu espalda
Nuestra columna la forman 33 huesos apilados uno sobre otro, las vértebras, y une el cráneo con la pelvis. Estas vértebras están agrupadas por regiones en 4 grupos, comenzando desde arriba: cervical, dorsal, lumbar y sacra.
A su alrededor tenemos tres grandes grupos de músculos que ayudan a que nuestra columna funcione con normalidad, extensores, flexores y oblicuos. Aunque no debemos olvidar que algunos de los músculos de las piernas también juegan un papel fundamental en el mantenimiento de una espalda sana.
Si conoces la anatomía de tu espalda te resultará mucho más sencillo comprender su funcionamiento y las causas por las cuales sufre tensiones.
Soluciones para aliviar tu dolor de espalda
Alivia tu dolor de espalda. Respiración
Sabemos que una respiración lenta, consciente y profunda ayuda a reforzar toda la muscul
Lo conseguiremos llenando de aire no solo la parte superior de los pulmones, sino también la inferior. Para empezar a practicar siéntate en una postura cómoda, con la espalda recta y pon las manos en tu abdomen, si se mueven hacia fuera notablemente cuando inhalas es que lo estás haciendo bien.
De esta forma conseguiremos también reforzar un músculo que nos rodea desde el ombligo hasta la columna y cuya misión es ofrecer estabilidad a nuestra postura y proteger la espalda, dicho músculo, llamado transverso del abdomen, ejerce un movimiento de fijación a la espalda cada vez que respiramos.
Sencillo, práctico y barato…
Alivia tu dolor de espalda. Masajes
Sin duda un placer que no te puedes perder, ponte en manos de un profesional y regálate un buen masaje, tus músculos lo agradecerán. El terapeuta usando diferentes grados de presión con dedos, manos o nudillos irá paseando por todas las zonas de la espalda relajando tu musculatura por completo. Estudios recientes demuestran que los masajes reducen el dolor, aumentan el movimiento y la flexibilidad, así como la circulación, relajando los músculos y subiendo los niveles naturales de analgésicos.
Si no puedes acud
Alivia tu dolor de espalda. Control del estrés
Dado que en innumerables ocasiones el dolor de espalda tiene un origen en el frenético ritmo de vida que llevamos, controlar nuestro nivel de estrés será un gran aliado para combatir la dolencia.
Entre las diferentes formas que tenemos a nuestro alcance para relajarnos y calmar la ansiedad y el estrés, te recomendamos por experiencia, una de las más efectivas, el yoga, con el que no solo practicaremos ejercicios, posturas y movimientos que reforzarán y darán elasticidad a la columna vertebral. También aprenderemos diferentes técnicas respiratorias que pondrán a trabajar músculos hasta ahora desconocidos para nosotros. Así como técnicas de relajación, concentración y visualización que nos ofrecerán muchos recursos para calmar nuestro cuerpo y nuestra mente.
No obstante, si crees que el yoga no es lo tuyo, puedes inclinarte por el Tai Chi, un arte marcial con origen en la antigua China, en el que mediante una serie de movimientos coordinados realizados con precisión y lentitud, conseguiremos alcanzar el equilibrio físico y psíquico, además de beneficiarnos de sus muchas cualidades terapéuticas.
Alivia tu dolor de espalda. Ejercicio físico
No lo dudes, uno de los mejores regalos que le puedes hacer a tu espalda es decir NO al sedentarismo. La práctica regular de ejercicio físico y mantener unos hábitos de vida activos, te ayudarán no solamente a mantener a tono tu cuerpo, también a poner a raya el sobrepeso, otra de las causas de nuestros dolores.
Puedes adaptarlo a tu tiempo, gustos o necesidades, entre los más recomendados por su acción terapéutica en la espalda tenemos la natación. Si no te apetece mojarte puedes probar el Pilates. También los deportes aeróbicos ayudarán a mantenerte activo y tonificar tu cuerpo.
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