¿Quieres conocer los beneficios del Reiki en el embarazo y como poder practicarlo si estás en periodo de gestación?
Reiki es un conocimiento oriental considerado como terapia natural no invasiva. Tiene su origen en Japón, a través de su creador, Mikao Usui, a principios del siglo XX.
Consiste en la recopilación y reestructuración de diferentes enseñanzas orientales como la meditación, el concepto del yin y yang, y la comprensión del ser humano como un compendio de cuerpo, mente-emociones, energía y su conexión con el universo, en forma de una metodología estructurada para la aplicación en uno mismo o en las demás personas para equilibrar de manera holística a la persona.
Generalmente utilizamos las manos para trabajar y permitir el flujo de Reiki, para una adecuada estimulación y autoregulación del cuerpo. De esta manera y con una técnica concreta, se liberan las diferentes tensiones ocasionadas por nuestro ritmo de vida. Esto quiere decir que numerosas patologías y síntomas que experimentamos a lo largo de nuestra vida están ocasionadas por nuestra forma de vivir y como recibimos cada estímulo diario, cómo nos enfrentamos a los «problemas» o situaciones que van surgiendo a lo largo del camino.
Gracias a Reiki podemos liberarnos de estas patologías, incluso de problemas de salud crónicos. Para ello, a través del Reiki, vamos soltando las diferentes capas emocionales y mentales, que nos producen tensión, hasta llegar al cuerpo físico, donde se plasman todo tipo de tensiones en forma de patologías o «enfermedades».
Comprendiendo todo esto, hemos de ser conscientes que Reiki no es una «cura milagrosa», sino que es un estímulo y através de el será el cuerpo el que sane.
¿Que puede hacer Reiki en el embarazo?
Durante el embarazo, existen diversos tipos de molestias producidas por los diferentes cambios hormonales y orgánicos fruto de la gestación como un aumento de la retención de líquidos, aumento en la sensibilidad emocional, posibles emociones encontradas, molestias a nivel visceral por el acomodamiento del feto en el vientre materno y la redistribución de los órganos del cuerpo dejando espacio al futuro bebé, insomnio, o por el contrario exceso de cansancio, vómitos o mareos producido por hormonas liberadas durante este periodo.
Reiki, nos ayuda a aliviar todos esos síntomas antes mencionados, pudiendo mejorar nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean, que tan volcados van a estar durante este periodo.
Otros de los beneficios que podemos encontrar es el alivio de las molestias musculares, dolores en diferentes partes del cuerpo e incluso aliviar las molestias y aumentar el umbral del dolor durante las contracciones del parto, pudiendo influir de manera positiva en que nuestros niveles de oxitocina sean adecuados para un parto tranquilo, a demás de facilitar una conexión empática y equilibrada de la futura mamá con el bebé que se esta gestando.
Vamos, un todo en uno que sin duda va a favorecer la salud de la mamá y por ende del bebé.
¿Quieres aprender unos ejercicios para poder practicar sencillos pasos de Reiki con tu embarazo?
Aquí te dejo un sencillo paso a paso de relajación y Reiki para que lo disfrutes en el momento en el que desees.
- Escoje un lugar tranquilo y en el que puedas concentrarte.
- Pon una música relajante, puedes incluso utilizar auriculares, a un nivel no muy alto.
- Siéntate en un sillón, o en una silla, incluso si puedes, utiliza una alfombra o cojines para sentarte en el suelo en posición de yoga.
- Pon tus manos en posición de rezo a la altura de tu pecho.
- Respira profundamente y empieza a cerrar lentamento tus ojos (3 respiraciones).
- Lleva tu atención a la respiración. (3 respiraciones).
- Imagina una luz encima de tu coronilla, es una luz muy brillante, que proporciona paz y tranquilidad a todo tu cuerpo, incluido el bebé.
- Imagina como esta luz va bajando desde tu coronilla a tu cabeza, cuello, pecho y brazos hasta tus manos, por tu espalda, estómago, hasta tu vientre, por debajo del ombligo y va llenando de calma y seguridad todo tu cuerpo.
- Levanta los brazos y pide al universo conectarte con el para sanar o liberarte de las tensiones que estas experimentando (pide Reiki para el objetivo en cuestión), o símplemente para estar en equilibrio y disfrutando del momento presente.
- Cuando sientas como una sensación de calor, hormiguitas o simplemente que tus manos empiezan a pesar un poco, baja tus manos y ponlas donde sientas molestias. Ejemplo: si sientes molestias en la espalda llévalas a tus hombros y posteriormente a los riñones y el sacro; si sientes molestias en el estómago o reflujos, llévalas a tu estómago. También puedes llevarlas al vientre y sentir a tu bebé, incluso hacerle Reiki si te sientes cómoda.
- Puedes hacer Reiki durante el tiempo que veas oportuno, y en el momento que lo desees puedes dejar de hacerlo y dar las gracias al universo con las manos en posición de rezo.
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Que disfrutes en armonía con la vida. Muchas gracias por haberte permitido este momento para tí.
Autor: Holistic Centro de Estudios
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