CONTRA-DECÁLOGO DIRIGIDO AL COLEGIO DE MÉDICOS DE MURCIA
Vaya por delante mi total respeto por absolutamente todos los médicos y, en concreto, por aquellos que ejercen la medicina en la Comunidad Autónoma Murciana. Vaya también mi enorme respeto y mi admiración por este colectivo de profesionales que ejerce la medicina por ser probablemente, el principal pilar de nuestra sociedad.
Pero basándome en ese respeto y, con todo el dolor de mi corazón, también quiero realizar una dura crítica, desde el más profundo objetivo constructivo.
Mi crítica va concretamente dirigida a los ilustres señores de la Comisión de Seguimiento creada por el Colegio de Médicos de Murcia a cuenta de un decálogo dirigido a los profesionales sanitarios para intentar combatir la proliferación de las pseudociencias.
Como uno no deja de sorprenderse ante tal tipo de “información”, me he permitido crear un contra-decálogo, que tal vez les permita replantearse ciertos conceptos a los colegiados murcianos.
El decálogo propuesto por la corporación es el siguiente (debajo de cada punto, mis impresiones y como replanteo el titular con mi contra-decálogo):
Informarse sobre qué son las pseudociencias y la poca base científica que las sustenta.
Echo en falta que concreten que terapias asocian con pseudociencias y el porqué.
“Informarse sobre que es la Medicina Integrativa y la ABUNDANTE base científica que la sustenta”
No difundir o publicitar prácticas terapéuticas sin aval científico entre los pacientes. Plantear siempre alternativas terapéuticas válidas.
Coincido con este punto. Sin embargo, les emplazo a revisar el actual método científico.
¿Plantean alternativas terapéuticas válidas aun procediendo de medicinas consideradas no convencionales, si presentan aval científico?
“No difundir o publicitar prácticas terapéuticas sin aval científico entre los pacientes. Plantear siempre alternativas terapéuticas válidas, AUN procediendo de terapias consideradas no convencionales”
No mostrar en consulta actitudes permisivas o indiferentes cuando el paciente comunique que ha iniciado este tipo de terapias.
¿Cómo? Si el paciente le transmite su bienestar tras el uso de alguna de estas terapias, ¿no va a tener una actitud permisiva?
¿No sería más lógico reconocer con modestia que lo que no conocemos en ciencia es lo que la hace avanzar? En vez de ello, ¿Por qué no tienen una actitud de verdaderos científicos e intentan comprender que es lo que está ocurriendo?
Así, les recomiendo que revisen el punto 1 y antes de adoptar cualquier actitud, permisiva o no, desde el desconocimiento, se informen adecuadamente sobre las terapias que puedan aportar bienestar y, sino, pues nos quedamos en el punto 2.
“Mostrar una conducta permisiva cuando el paciente comunique bienestar (estar bien) y, una actitud científica totalmente contraria a la indiferencia”
Plantear tratamientos fútiles, aún sin provocar daño, es una falta al Código Deontológico y a los principios de la ética.
Coincido con este punto ya que plantear estrategias que no aporten nada, evidentemente no merece la pena.
Sin embargo, ¿Qué les parece que una práctica considerada pseudoterapia, el reiki, esté experimentando un importante crecimiento en los centros hospitalarios públicos desde que comenzaron las primeras experiencias en 2008? ¿Creen que la gran cantidad de pacientes y profesionales que hablan de una mejora tras haberse sometido a esta práctica, pese al escepticismo que despierta, no merece la pena, cuanto menos de una inquietud científica?
¿Consideran una falta al Código Deontológico si algún estudio concluyese que el mismo reiki alivia a los enfermos de cáncer tras reducir sus niveles de ansiedad, depresión y fatiga?
“Plantear tratamiento fútiles que no provoquen daño pero aporten bienestar PARA NADA son una falta al citado código ni a los principios de la ética”
Denunciar si el empleo de estas pseudoterapias está causando daño u ocasionando una pérdida de oportunidad terapéutica en un paciente.
Coincido con este punto. Pero les quiero realizar dos preguntas:
Volviendo al punto anterior (4) ¿Qué opinan de aquellos tratamientos que son fútiles y además hacen daño? Les recomiendo, a modo de ejemplo, que revisen la bibliografía científica sobre los tratamientos de quimioterapia paliativa a un enfermo de cáncer terminal. En este caso, ¿Por qué el paciente tiene que perder una oportunidad terapéutica de alguna técnica mal considerada pseudocientífica que les mejore su calidad de vida?
¿Qué opinan del reciente estudio del sildenafilo (viagra) y su relación con la muerte de 11 fetos?
“Denunciar CUALQUIER terapia, convencional o no, que cause daño o suponga una pérdida de oportunidad terapéutica en un paciente, AUN si esta oportunidad proviene de alguna terapia no convencional”
Informar al paciente cuando no exista tratamiento o alternativa terapéutica eficaz para su enfermedad, ofreciendo si son precisos unos cuidados paliativos adecuados.
No creo correcto decir que “no existe tratamiento”, sino que “no conozco” otras alternativas eficaces para tratar su enfermedad y menos si pertenecen al campo de las medicinas consideradas no convencionales.
Este punto me lleva a la necesidad por parte de los profesionales de la Medicina Integrativa a divulgar sus conocimientos científicos adecuadamente y al resto de los profesionales de la medicina a querer acceder a los citados conocimientos.
“Informar al paciente del “desconocimiento” de una alternativa terapéutica eficaz para su enfermedad y la “posibilidad” de una consulta a un profesional de la Medicina Integrativa con suficiente experiencia en esa situación concreta”.
No mostrar, en el lugar de trabajo, publicidad relacionada con procedimientos o terapias engañosas.
Coincido con este punto. Si es un procedimiento o terapia “engañosa”, lógicamente no tiene sentido seguirlas,… salvo que habiendo algún tipo de evidencia científica, tendenciosamente se las catalogue como engañosas.
“No mostrar, en el lugar de trabajo, publicidad relacionada con procedimientos o terapias engañosas. Aconsejar a profesionales cualificados, aquellos procedimientos o terapias no convencionales sobre los que SI exista alguna evidencia”
Colaborar con las organizaciones sanitarias, colegios profesionales y sociedades científicas en la difusión de mensajes claros en contra del uso de este tipo de terapias.
¿Contra qué tipo de terapias?, ¿Pueden ser más concretos?
¿Van a difundir un mensaje claro contra, por ejemplo, el uso de la acupuntura en determinadas situaciones clínicas o la misma aromaterapia en el tratamiento de la emesis inducida por la quimioterapia? Personalmente, ello me parecería una temeridad.
“Distintas Sociedades Científicas de Medicina Integrativa SE PONEN A DISPOSICIÓN de las organizaciones sanitarias, colegios profesionales y sociedades científicas para CREAR la estructura necesaria que nos permita aceptar o desechar cada una de las pseudoterapias planteadas”
Cuestionar los estudios que muestran efectos beneficiosos de este tipo de terapias.
¿Cóooooomo?, ¿Qué se cuestionen las investigaciones científicas que muestren eficacia? No entiendo nada…
Si son eficaces, ¿Qué sentido tiene renegar de ellas si tienen un beneficio para el paciente?
Por cierto, ¿Qué opinan de las palabras del oncólogo e investigador Vinay Prasad acerca de que “El 40% de lo que hacemos los médicos es incorrecto”? ¿Nos podemos plantear una cierta autocrítica sobre tratamientos y pruebas ineficaces, intereses económicos, ensayos clínicos inadecuados…?
“Investigar los estudios que muestran efectos beneficiosos de este tipo de terapias, buscando una explicación. Cuestionar CUALQUIER tipo de estudio, procedente de la medicina tradicional y no convencional”
Recordar siempre la máxima primum non nocere.
Este ya es el remate final. Precisamente esta máxima de “lo primero es no hacer daño” quien la sigue como primera norma de un decálogo son los antiguos naturistas y los actuales médicos integrativos.
Les recomiendo que revisen las estadísticas. Solo les recordaré un dato: Los efectos secundarios de las medicinas causan más muertes que los accidentes.
“Recordar siempre y NO OLVIDAR en nuestra práctica diaria la máxima primum non cere”
Miren, ilustres señores de la Comisión de Seguimiento que han redactado este documento. ¿Qué les parece si en vez de destruir, tendemos puentes y construimos? Si les parece, les recomiendo que lean dos cartas de dos excelentes profesionales de la medicina y buenas amigas. La primera, de la Dra. Alejandra Menassa, presidenta de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) dirigida al Presidente del Colegio de Médicos de Madrid.
La segunda, de la Dra. Esther de la Paz, presidenta de la Asociación Española de Médicos Integrativos (AESMI), dirigido al Presidente de la Organización Médica Colegial.
Les aseguro que su lectura no tiene desperdicio.
Y volviendo al punto 1. Si realmente desean una buena información y transmitir todas las inquietudes expresadas en el decálogo, les invito a que participen en el próximo Congreso Científico que organizará SESMI en Alicante el próximo mes de noviembre.
Muy probablemente, la calidad de las ponencias y de los ponentes del Congreso, les lleven a replantearse que es una pseudoterapia y que es una terapia, llamémosle, “a la que no había tenido la ocasión de conocer en profundidad”
Saludos cordiales.
Agradecimientos: Agradezco a Mar García de cultivarsalud, su ayuda para la inserción de este post.
La información proporcionada en cultivarsalud.com ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación que existe entre un paciente/visitante de este sitio web y su médico
Gracias. Muy buen análisis y contra-decálogo. Nos están matando con medicinas que son un veneno a un plazo de no más de diez años.
Gracias a ti Maria, nos alegramos que te guste. Un saludo.