Curar la Mitocondria es una buena práctica para prevenir el cáncer. Aunque posiblemente suene a chino, la Mitocondria es una de los orgánulos más importantes del cuerpo humano y no es para menos. En nuestro cuerpo disponemos aproximadamente de 10 billones de ellas, aproximadamente un 10% de nuestro peso o, para hacernos una idea, de 6 a 10 kilos de mitocondria por persona.
Facilita el 90% de la energía a nuestro cuerpo
Es una de las mayores responsables de la respiración celular y por lo tanto de facilitar el 90% de la energía a nuestro cuerpo. Según la necesidad energética de cada órgano dispondremos más o menos cantidad: músculo, hígado, riñón, piel o cerebro son algunas de esas zonas.
La historia de la mitocondria, como todo lo que tenga relación con la evolución animal no deja de ser fascinante. Se baraja que sus orígenes fueran bacterianos o parasitarios y que, tras colonizar el cuerpo, se convirtiera en una suerte de simbionte hasta llegar a formar parte de la estructura intrínseca de los animales que nos viene dada sólo por nuestra madre.
Actualmente son varias las vías de la ciencia que estudian la relación de la Mitocondria con diferentes enfermedades tales como fibromialgia, fatiga crónica, enfermedades cardio-vasculares o Cáncer entre algunas de ellas.
¿podemos mejorar la salud de estos pequeños orgánulos? Uno de los grandes avances de la ciencia ha sido descubrir que la actividad física, ciertos tipo de ayunos, la estimulación cognitiva,la meditación o la suplementación, tendrían potencial para mejorar la función de la mitocondria.



¿A qué se debe la enfermedad mitocondrial?
Para que haya un correcto mecanismo de supervivencia en nuestro cuerpo, la mitocondria debe autoregenerarse cada semana a través de un proceso conocido como biogénesis. A través de ese proceso se recuperan procesos como la muerte celular necesaria para prevenir procesos como el Cáncer.
Diferentes estudios relacionan la enfermedad mitocondrial con diferentes variables:
• El exceso de calorías que libera radicales libres y que lesionan el ADN Mitocondrial
• Comer antes de ir a dormir. Los alimentos se convierten en energía que no es necesaria, y generan un efecto acumulativo que deja la cadena de transporte de energía bloqueada.
• El sedentarismo
• El terreno ácido o alcalino de nuestro entorno celular. Las células cancerosas sobreviven en un terreno ácido y sin oxígeno y tienen una especial afinidad por el azúcar. Llegan a captar la glucosa 50 veces más rápido que las células normales, obligando a la mitocondria ya de por sí enferma a producir ATP 100 veces más que una célula normal
Todo esto supone un interesante debate ya que cuestionaría si el cáncer forma parte de una enfermedad metabólica resultado de una disfunción de los procesos de depuración celular.



¿Qué podemos hacer ante estas situaciones de enfermedad celular en la Mitocondria?
Por lo pronto, es importante retirar aquellos elementos que sean lesivos para la mitocondria: estrés, cansancio, mala alimentación, sedentarismo.
Entendiendo el problema de la mitocondria como una disfunción de los mecanismos de energía de toda la célula debemos establecer estrategias para optimizar su función:
• Uso de un combustible apropiado dentro de la propia alimentación.
• Comer en el momento adecuado, y la cantidad de alimentos ajustado a lo que vamos a necesitar
• El ejercicio mejoraría la regeneración de la mitocondria
• Suplementación: Omega tres, Cúrcuma y CoQ10, Pirroloquinolina quinona (PQQ), Probióticos, Vitamina D3, Magnesio
• Meditación
• Regulación del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal a través de técnicas de masaje, coherencia cardiaca, descanso,…
Debemos evitar los elementos que puedan producir radicales libres o ralentizar la cadena respiratoria
Dentro de las pautas de alimentación debemos plantear evitar los elementos que puedan producir radicales libres o ralentizar la cadena respiratoria: cereales, azúcar, pesticidas y alimentos transgénicos. Restricción calórica , ayuno intermitente y dieta cetogénica. Una alimentación con una proporción importante de omega 3, y con alimentos antiinflamatorios, en la que la cúrcuma ocuparía un papel destacado.
Desde la homeostasis las células sanas pueden utilizar glucosa o cetonas para obtener energía, pero las células tumorales carecen de esa flexibilidad metabólica que debemos atender. La eliminación de la glucosa y el mantenimiento del estado de cetosis nutricional corta el suministro de combustible de las células tumorales.
Es importante cuidar las mitocondrias protegiendo y reparando los procesos derivados de la oxidación celular. Para ello disponemos del té verde, el pterostilbeno de los arandanos, resveratrol, sulforafano del brócoli y también el omega tres.
La grasa parda contiene muchas más mitocondrias que la blanca
La grasa parda contiene muchas más mitocondrias que la blanca, ésta es un tipo especial de grasa corporal que se activa cuando sientes frío. Casi todos los mamíferos, incluido los humanos la tenemos en distintas cantidades. El color que le da el nombre se debe a la cantidad apreciable de citocromos que contienen las numerosas mitocondrias que existen en los adipocitos. La grasa parda tiene una función termogénica muy importante de mucho interés adaptativo y energético y la podemos estimular a través de la alimentación (comer las frutas con piel que contiene ácido ursólico, alimentos ricos en omega 3 y la actividad física).
Ya he hablado de la importancia de la actividad física, la Irisina, conocida como la hormona mensajera de la actividad física, facilita el proceso de conversión de grasa blanca en grasa parda. La práctica de actividad física también regularía la melatonina: una hormona con capacidad antioxidante.
Desde una perspectiva clínica existen otras formas avanzadas para estimular la biogénesis mitocondrial desde centros médicos como puede ser el uso de Glutatión parenteral, la oxigenoterapia hiperbárica y la ozonoterapia.
Conclusiones de curar la Mitocondria
Resumiendo, es importante entender el concepto de cáncer como enfermedad metabólica tanto a nivel preventivo como terapéutico así como coadyuvante a los tratamientos clínicos habituales. Debemos entender que la mitocondria es una estructura básica en nuestro cuerpo y que precisamos que esté lo más sana posible. Normalmente existen de cientos a miles de mitocondrias en cada célula, pero se reducen en número y salud en las células del cáncer con un metabolismo primitivo e ineficiente.
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Interesante, las sugerencias para la Mitochondria, por algo hay que comenzar.