El ágata es un cuarzo de variedad microcristalina ”calcedonia” que presenta bandas de varios colores, opacos y translúcidos, que recuerdan el corte de un tronco de árbol en sentido circular. Muchas ágata son huecas, ya que a menudo no se deposita la cantidad suficiente de solución silícea como para llenar toda la cavidad. En estos casos, la última deposición suele ser cuarzo o amatista, y se produce de forma tal que los cristales apuntan al interior del hueco. Se dice entonces que se ha formado una geoda.
Esta piedra debe su nombre al río Achates en el sur de Sicilia, Italia, donde se dice que se encontró la primera de estas piedras, ágata proviene del griego aghate “buena”. El ágata fue muy venerada por los antiguos, era la octava piedra del pectoral de Aarón (Sumo sacerdote Judío).Plinio el viejo, decía que el ágata de la India era el mejor remedio para las enfermedades de los ojos, y que el ágata Egipcia era muy efectiva contra las mordeduras de arañas y picaduras de escorpiones.
Las ágata de Aleppo, en Arabia, recibieron el nombre de “ágatas de ojo”, debido a que parecían pupilas rodeadas del iris, y se usaban como ojos en las imágenes de los dioses, y en las cuencas oculares de las momias del viejo Egipto. En el Islam el ágata es muy apreciada. Según la tradición, un anillo de ágata, protege a su portador y le garantiza la longevidad. Un antiguo proverbio dice que la mujer que se adorne con un ágata obtendrá todo lo que quiera de los hombres, quienes serán muy pródigos con ellas. Los hindúes adoraban el ágata musgosa que todavía llaman «Mocha Stones, pues provienen del famoso puerto cafetero de Mocha, en el Mar Rojo.
Eneas, el troyano, llevaba siempre consigo un ágata, creyendo que a ella se debía el éxito de sus planes guerreros, según cuenta Ludovico Celio, un ágata fue la causa de que Pirro, Rey de Epiro, fuese enterrado en un templo, como un dios en 227 A.C., al incinerar su cadáver se observó que un dedo que llevaba una sortija con un ágata resistió al fuego, y así los despojos del monarca, junto con la sortija, fueron depositados en el templo. Se cree que un anillo de ágata que se exhibe en la Catedral de Perugia, Italia, perteneció a la Virgen María. El Obispo de Rennes, que vivió en el siglo XI, decía que el portador de un ágata tendrá el poder de persuasión y obtendrá el favor de Dios. El Santo Cáliz Valenciano, en su parte superior esta hecho de “ágata cornalina”, esta variedad se le dio este nombre por relacionarla con el cuerno de la abundancia.
«Mi nombre es Legión» es el lema del ágata, ya que, despertando lo imaginario, crea una multitud de pensamientos y de ideas nuevas, transmite inspiraciones, promueve impulsos creativos, estimula facetas inexploradas y desconocidas de nuestra personalidad, haciendo que tomemos conciencia de ellas. Hace asomar a la superficie los deseos latentes, despierta la voluntad y el valor para enfrentarnos a nuevas experiencias, estimula nuestra emotividad y nuestros impulsos, tanto amorosos como sexuales. Nos transmite sed de libertad y nos proporciona una agradable sensación de alegría interior, fruto de la libertad, y nos hace mucho más extrovertidos.
Los yacimientos más importantes de ágata se encuentran en Brasil, Uruguay, India y Madagascar.
Coordinador: José Miguel Arguix. (Afric Art)
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