La fisioterapia en bebés y en los peques de la casa es muy saludable
La fisioterapia no solo es para los más mayores, también consigue corregir trastornos en bebés y adolescentes. Los expertos coinciden en decir en que cuando menor sea la edad del niño, mayor será su plasticidad muscular y esquelética.
¿Supone un riesgo para el bebé?
Lo primero, hay que saber ponerse en manos de un buen especialista, comprobar su trayectoria y especialidad. Suele ser el pediatra quien recomienda a los padres que lleven a los pequeños al fisioterapeuta infantil. Suelen recomendarlo en bebés prematuros o cuando no desarrollan las habilidades motrices, aunque también es bueno para los que están totalmente sanos.
El fisioterapeuta en pediatría practica técnicas como las movilizaciones, ejercicios para ganar fuerza, las técnicas de fisioterapia respiratoria, ayudas posturales o de movilidad. La técnica que utilizan es muy suave, adaptada a las debilidades de los pequeños. No provoca dolor ni riesgo para el bebé.
Antes de empezar un tratamiento, los niños deben ser valorados por un profesional que determine si lo adecuado es fisioterapia. Por ejemplo, no se recomienda cuando se tiene fiebre, diarrea, traumatismos recientes o reumatismos inflamatorios.
Beneficios de la fisioterapia infantil
La fisioterapia infantil ayuda a diagnosticar que tienen los primeros síntomas en la edad de desarrollo. Enfermedades como parálisis cerebral, síndrome X frágil, espina bífida, agenesias, hiperlordosis o escoliosis del lactante. Estos trastornos suelen deberse a infecciones durante el parto, traumatismos, complicaciones al nacer o partos prematuros. Los problemas digestivos como estreñimiento suelen ser muy habituales durante los primeros meses de vida. En la mayoría de los casos consiguen reducir los llantos de los bebés o de los peques de la casa, hay dolores que no se localizan a simple vista. Las principales herramientas del fisioterapeuta son el juego y la estimulación del aprendizaje del movimiento.
Un simple gesto como complicaciones para darse la vuelta, gatear o sentarse puede ayudarnos a identificar un futuro problema. Gracias a la fisioterapia se puede activar un tratamiento para estimular las funciones del bebé.
Los masajes ayudan a que el bebé se encuentre más tranquilo, relajado y a mantener el equilibrio del sistema inmune. Los movimientos de las técnicas ayudan a mejorar la calidad de vida, su alimentación y descanso. Si el pequeño tiene dificultades respiratorias los tratamientos de fisioterapia ayudan a reducir toses o mucosidad. También tratan problemas respiratorios como asma, bronquitis o fibrosis quística.
El papel de los padres en la fisioterapia en bebés
Los padres y familiares son básicos en el cuidado y desarrollo del niño durante los primeros años de vida. La familia tiene un papel protagonista en la fisioterapia pediátrica, son esenciales para los ejercicios del bebé. Por eso, es conveniente que los padres sepan dar un masaje básico. Los niños necesitan el contacto físico con su entorno, especialmente con sus progenitores. Aunque hay que tener en cuenta que nunca sustituirán a un tratamiento cualificado por profesionales. La fisioterapia ayuda al desarrollo físico, psíquico y cognitivo.
La familia ayuda a que los niños estén motivados y que tengan una actitud lo más activa en todo el proceso. La comunicación niño familia es fundamental para conocer las necesidades y motivaciones de los más pequeños.
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