La prevención del cáncer y las dimensiones del ser humano

El cáncer, sin duda alguna, tiene un origen multifactorial. Si somos una unidad bio-psico-social y energética entonces nos podríamos preguntar: ¿Cuáles son los porcentajes de “culpa dimensional” en la génesis del cáncer? Es decir, ¿la aparición de un tumor se debe a un mal estilo de vida, a un conflicto emocional, es una fatalidad que no tiene nada que ver con lo uno ni con lo otro?

En este sentido no hay certezas científicas. Bajo mi punto de vista no podemos generalizar. Atendiendo a la unidad dimensional antes descrita probablemente sea un conjunto de variables las que se conjugan dando como resultado la aparición de una determinada neoplasia (masa anormal de tejido).

El seguimiento de un estilo de vida saludable y el generar una emocionalidad adecuada, con toda probabilidad minimizará el riesgo de desarrollar un cáncer. Metafóricamente, las armas están cargadas (genes), solo se tiene que activar la espoleta (hábitos de vida inadecuados + gestión emocional inadecuada). De la relación hábitos de vida saludable-génesis de cáncer, las estadísticas son contundentes: tal y como estima la OMS, se podrían evitar el 30% (porcentaje mucho mayor según ciertos epidemiólogos), de las muertes producidas por el cáncer con unos hábitos de vida saludables, especialmente en lo concerniente a la alimentación. De este dato surge mi primera pregunta: si la dieta tiene una implicación reconocida en la mortalidad de esta terrible enfermedad, hasta el punto que a la alimentación se le atribuye un 35% de las muertes, ¿se le presta la suficiente atención a este hecho por parte de los oncólogos a las personas afectas de cáncer?

La segunda parte de la ecuación, probablemente sea mucho más conflictiva. Afirmar con rotundidad que un determinado conflicto emocional genera un cáncer es una insensatez, pero a mi juicio, negar lo contrario lo es igualmente. Es una certeza científica (aunque no se lleve por lo general a la práctica clínica) que cada persona es un ser integral que se desenvuelve dentro de un ambiente, en el que esta unidad funcional mente-cuerpo se sustenta en una compleja red de interacciones psiconeuroinmunoendócrinas donde la estructura mental, el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunológico se constituyen en un supersistema psicobiológico de administración orgánica, totalmente interrelacionados. De este modo, cualquier persona es una totalidad dimensional imposible de separar, perfectamente ordenada y de carácter jerárquico en la que probablemente predomine la dimensión esencial, donde la influencia de una dimensión resonará en el resto y conjuntamente influirán en el proceso salud-enfermedad y con seguridad también en la génesis del cáncer.

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Dado el origen multifactorial de la patología tumoral, no podemos prescindir de nuestro ser completo a la hora de diseñar estrategias que minimicen el riesgo de padecer esta dura enfermedad. Por ello, nuestra apuesta por la los Modelos Integrales de Salud, que contempla abordar la enfermedad desde distintas perspectivas como la alimentación, las emociones o las intoxicaciones del organismo.

Juan Serrano Gandía.

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  • Licenciado en Ciencias Biológicas, especializado en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Valencia.
  • Analista en el Instituto Valenciano de Oncología (I.V.O)
  • Autor de los libros: Cancer: un enfoque bio-lógico y Poder anti-cancer
  • Divulgador científico sobre temas de Medicina y Oncología Integrativa.
  • Miembro fundador de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI).

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