La lumbalgia conocida coloquialmente por lumbago afecta a millones de personas en algún momento de su vida
La lumbalgia, conocido también por dolor lumbar es una dolencia que por desgracia muchas personas sufrimos. Quién no ha tenido un dolor de lumbago agudo que puede durar desde unas horas hasta varios días.
Es un dolor que como dicen los que lo sufren, «solo lo sabes cuando lo pasas», pero que además tiene unas repercusiones psicológicas importantes ya que te inutiliza hasta el punto de no poder moverte, o no poder hacer cosas tan cotidianas como atarte los cordones de los zapatos o lavarte la cara.
Es una dolencia que suele aparecer alrededor de los cuarenta años como tributo al bipedismo propio del ser humano, es decir por una degeneración de la columna vertebral y es la causa de muchas bajas en el trabajo y de consulta en los servicios de traumatología de ambulatorios y hospitales.
El dolor lumbar, puede estar asociado a:
La ciática y su relación con la lumbalgia
Es un dolor que se produce debido a la inflamación del nervio ciático y se extiende hacia las piernas y las nalgas y que generalmente proviene de una hernia discal.
La hernia discal y la lumbalgia.
Se produce cuando el disco que se encuentra entre las vértebras, esta comprimido entre estas y se sale de su emplazamiento presionando la médula espinal, dando lugar al dolor intenso que dificulta el caminar o incluso el movimiento casi total de la persona que lo padece.
En la medicina convencional, se suelen administrar fármacos del tipo antiinflamatorios, después de haber confirmado el diagnostico a través de pruebas como TAC o escáner o la conocida resonancia Magnética.
En la mayoría de los casos se termina con una solución quirúrgica (microcirugía, laminectromía, nucleotomía etc.) que tal y como reconocen los propios especialistas, no siempre es efectiva ya que el fracaso es de un 40% y debería de aplicarse solamente en aquellos casos en los que no hayan funcionado otros tratamientos.
Los antiinflamatorios son adecuados para paliar los molestos dolores que se dan al principio de una crisis, pero no deberían constituir una solución al problema, pues sabemos que solo lo enmascaran y su abuso generalmente provoca efectos secundarios como son: hemorragias en el aparato digestivo, úlceras…. y deben de tomarse con especial cuidado por personas de edad avanzada y embarazadas.
¿Qué alternativas tenemos antes de la cirugía para mejorar la lumbalgia?
La quiropráctica, a diferencia de las anteriores soluciones, pone especial interés en la capacidad natural de curación del organismo y en la relación del sistema nervioso con otros sistemas que se encargan de controlar el equilibrio general del cuerpo humano.
Esta profesión sanitaria trata al paciente a través del ajuste manual de las vértebras, basándose en las evidencias racionales y de carácter empírico que ha día de hoy se disponen. En muchos casos los profesionales de la quiropráctica, se ayudan de otros tratamientos muy beneficiosos como la moxibustión, el láser o el masaje, entre otros.
Los ajustes quiroprácticos específicos, corrigen subluxaciones o el desplazamiento de las vértebras responsables del dolor, mejorando de forma segura y natural la salud de la columna, sin tener que acudir a la cirugía y sin ningún tipo de efectos secundarios y libre de riesgos parea la persona.
Lo que si recomendamos desde cultivarsalud, es la elección de un buen profesional, que sepa lo que lleva entre manos.
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