Ver moscas en el ojo puede ser una señal de aviso de tener problemas de visión. No supone riesgo inmediato, pero conviene ir al oftalmólogo. Hay otras patologías como conjuntivitis, las uveítis o las queratitis que sí son más fáciles de detectar prematuramente.
Conviene tratar la rotura de la retina lo antes posible. Si somos rápidos y prevenidos, se puede tratar inmediatamente con láser. Será una forma de prevenir un desprendimiento de la retina.
Los expertos dicen que en algún momento de nuestra vida es probable que notemos un cambio brusco en la visualización de esos cuerpos flotantes. Las moscas volantes, se transforman en algo diferente, aumentan las moscas, puntitos negros, telarañas, luces o relampagueos.
Síntomas habituales
Más vale prevenir que curar, por ello analizamos los síntomas habituales. Ante la duda, conviene ir al especialista para evitar posibles problemas en un futuro. El más habitual es notas deformidad u ondulaciones en las líneas horizontales y verticales. Esto lo notaremos sobretodo en azulejos y las vallas de metal. Puede ser un problema asociado a la edad. También debemos acudir al oculista si tenemos dolor ocular y el ojo se ha puesto rojo. Pero, sobre todo, tenemos que ser rápidos si notamos una pérdida visual, tanto las progresivas como las más bruscas.
Precaución con las patologías que no producen síntomas
Existen enfermedades oculares que no producen síntomas hasta que la patología está muy avanzada. Por ejemplo, el glaucoma, que limita de forma progresiva el campo de visión lateral de los pacientes. La mejor forma de prevenir el glaucoma es tomándose la presión intraocular periódicamente. Engaña porque mantienen una buena visión central hasta la fase final. No te das cuenta de que están perdiendo visión hasta que es tarde.
Las personas con diabetes pueden perder visión. Para prevenir sus efectos, los oftalmólogos aconsejan a las personas con diabetes el control estricto de su glucosa en sangre. También del colesterol y los lípidos sanguíneos. Siempre es bueno mantener una dieta sin sal, controlar la tensión arterial y bajar de peso. Todos los médicos recomiendan cuidar la alimentación, no fumar y llevar a cabo revisiones oftalmológicas.
Problemas más frecuentes en cada edad
Aunque no nos lo creamos, en infancia hay que prevenir el conocido síntoma del “ojo vago”. Conviene llevar el pequeño al médico cuando se observan actitudes extrañas. Lo normal, es llevar al pequeño cuando cumpla los 3 años de edad. Por ejemplo, si el niño tiene algo raro en su mirada, que no siga los objetos, se le ponga la pupila blanca.
Durante la juventud, los problemas más habituales son miopía, hipermetropía, astigmatismo y problemas corneales evolutivos. También surgen problemas relacionados con las enfermedades hereditarias de la retina o del nervio óptico. Por ejemplo, las distrofias retinianas centrales y periféricas. Los traumatismos son frecuentes cuando empiezan a practicar actividades deportivas.
Síntomas a partir de la madurez
Finalmente, en la madurez, la prevención del glaucoma es una prioridad, es la enfermedad que más ciegos causa en el mundo. La diabetes también es una patología que conlleva bastantes cegueras.
Precaución con aquellos que tengan alta miopía, por encima de las 6 dioptrías. Tienen predisposición alta a enfermedades como el desprendimiento de la retina o el glaucoma. Los expertos recomiendan revisiones periódicas.
La catarata es la enfermedad de visión más común a partir de los 60 años.
Por encima de los 60 años, la enfermedad de visión más común es la catarata. Los médicos resaltan que la principal causa de pérdida visual grave en las personas mayores es la DMAE. Se trata de una enfermedad degenerativa de la zona de mayor sensibilidad visual.
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