He tenido el privilegio de trabajar con musicoterapia y de compartir la música en la UCI pediátrica y de neonatos en varios hospitales públicos y privados de Madrid. Con la llegada del COVID, se ha restringido la entrada del personal no sanitario por lo que hemos tenido que interrumpir estos proyectos. Pero hace unos días contactó conmigo una compañera cuyo bebé de dos meses se encuentra ingresado en cuidados intensivos. Comparto con vosotros/as las pautas generales que le sugerí para utilizar las canciones en un momento como este.
«No es solo música«
Además de las propiedades beneficiosas que la música posee en sí misma, debemos tener en cuenta la importancia del contacto, la presencia y el afecto. Los vínculos son esenciales y, especialmente en los primeros meses después del parto, la relación con la progenitora. Muchas veces es ella quien, de forma intuitiva, empieza a cantar suaves melodías para su bebé… y la ciencia y la experiencia van confirmando la sabiduría de las madres.
5 Orientaciones sobre el uso de la música en la UCI pediátrica
- La voz cantada es uno de los mejores recursos por varios motivos:
- El/la bebé reconoce las voces que escuchó durante el embarazo, y le tranquilizan especialmente, sobre todo la de su madre.
- Se puede adaptar el volumen y el ritmo del canto a las necesidades del momento presente, a las circunstancias de cada bebé, de su familia y de un lugar tan sensible como es una UCI pediátrica.
- Posee una gran carga afectiva, los sentimientos se canalizan y transmiten a través de la voz.
- Cada canción está viva, se puede cambiar la letra y cantar los mensajes que se desee comunicar: “estoy contigo”, “te quiero”, etc.
- Las canciones más adecuadas son las que el/la bebé conoce, las que escuchó desde su gestación. Las recuerda y le calman.
- Toda la familia puede cantar para su bebé. Incorporar al otro/a progenitor/a, hermanos/as, abuelos/as será una práctica muy enriquecedora para todos. Se sentirán partícipes, podrán contribuir de forma activa, les reconfortará mutuamente, les dará sensación de pertenencia y al bebé le gustará mucho escuchar también sus voces.
- Cantar cuando le están practicando algún procedimiento médico o de enfermería puede facilitar mucho el trabajo de los/as profesionales, tranquilizar al bebé y permite acompañarle con mayor cercanía afectiva.
- El uso de la voz no solo beneficia al bebé, sino que también tiene repercusiones en quienes cantan: regula la frecuencia cardíaca y respiratoria, propicia la relajación y facilita la expresión emocional. La experiencia de la UCI es estresante para toda la familia, y el canto proporciona una estupenda vía para poder liberar algunas de las tensiones acumuladas. Quizás te guste leer este artículo «El poder terapéutico del canto«
En definitiva, la música beneficia al bebé, a su familia, a los/as profesionales y a la UCI en su conjunto, ya que las melodías repercuten en el ambiente y pueden disminuir el nivel de ruido y estrés en la unidad entera. Pero no debemos olvidar la especial vulnerabilidad de la hospitalización en cuidados intensivos, por lo que hemos de utilizar la música con gran respeto, sin provocar interferencias ni molestias a pacientes, familiares o personal sanitario.
Lo ideal es que puedan acompañar profesionales cualificados en musicoterapia, que den el sostén emocional y musical que requiere una situación tan delicada como es el paso por la UCI pediátrica o de neonatos… Pero si no es posible, espero que estas orientaciones sean de ayuda.