Una investigación reciente ha analizado el comportamiento de adultos que solo habían dormido menos de cinco horas. Estos presentaron niveles persistentemente más bajos de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA en comparación con los que habían dormido entre siete y nueve horas.
En el estudio se analizaron los datos de una encuesta realizada a 1.314 adultos mayores de 19 años.
El estudio también encontró que más de dos tercios de los adultos no consumen actualmente una cantidad suficiente de omega-3 en su dieta diaria para satisfacer sus necesidades nutricionales.
Los resultados de este estudio se suman a un creciente cuerpo de investigación que sugiere que los ácidos grasos omega-3 tienen un papel aún mayor en apoyar la salud humana de lo que se pensaba anteriormente.
El papel de los omega-3 en la salud
Durante años, varios estudios han indicado que el consumo de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria. Actualmente, varias investigaciones recientes están identificando otras áreas de la salud donde los omega-3 pueden desempeñar un papel beneficioso.
Por ejemplo, en 2021, un estudio publicado en el Journal of Affective Disorders Reports, fue el primero en evaluar la relación entre la depresión y los niveles de ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) en el sistema circulatorio. El análisis de los datos reveló que los adultos con niveles más altos de omega-3 en la sangre se correlacionaron con un menor riesgo de depresión; mientras que, en el caso de aquellos con niveles más altos de EPA, hubo una asociación con una mejor calidad de vida, incluida la realización de tareas de la vida diaria y llevarse bien con las personas.
Estos últimos hallazgos publicados en la revista científica Sleep Health se suman a la creciente evidencia que apunta hacia el impacto más amplio que los ácidos grasos Omega-3 pueden tener en la salud. Destaca su papel en el sistema cardíaco, la salud mental y ahora el sueño.
Esta no es la primera vez que se analiza el vínculo entre el sueño y la falta de omega-3. En 2014, un estudio aleatorizado controlado con placebo realizado por la Universidad de Oxford sugirió que los niveles más altos de omega-3 DHA, el grupo de ácidos grasos de cadena larga que se encuentran en las algas, los pescados azules y los mariscos, están asociados con un mejor sueño.
El impacto del omega-3 en los niños
En otro orden de cosas, un estudio analizó el vínculo entre de la falta de omega-3 y el sueño en niños. Estos parámetros se usaron para determinar si podría afectar a su aprendizaje.
Específicamente, examinaron los patrones de sueño en 362 niños sanos de siete a nueve años en edad escolar del Reino Unido. Para ello, analizaron los niveles de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega-3 y omega-6 (LC-PUFA) que se encuentran en muestras de sangre de punción digital. Investigaciones anteriores han sugerido vínculos entre la falta de sueño y niveles bajos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en sangre en bebés y en niños y adultos con dificultades de comportamiento o de aprendizaje. Sin embargo, este fue el primer estudio que analizó los vínculos entre el sueño y el estado de los ácidos grasos en niños sanos.
Por último, este estudio también encontró que los niveles sanguíneos más altos de omega-3 DHA de cadena larga están significativamente asociados con un mejor sueño. Esto incluye menor resistencia a la hora de acostarse, parasomnias y trastornos totales del sueño. Además, las proporciones más altas de DHA se asocian con menos problemas de sueño.
Si bien el aporte de Omega-3 puede ser de gran ayuda para la salud y el bienestar, ante cualquier duda lo primordial sigue siendo consultar con un profesional de la salud.
Referencias
Murphy RA, Devarshi PP, Mun JG, Marshall K, Mitmesser SH. Association of omega-3 levels and sleep in US adults, National Health and Nutrition Examination Survey, 2011-2012. Sleep Health. 2022 Jun;8(3):294-297.