Podemos encontrar muchos tipos de masajes, estos y sus beneficios son la fórmula terapéutica más antigua que el ser humano utiliza como recurso natural contra el dolor. Existen diferentes tipos de masajes, con técnicas variadas, cada uno con un propósito distinto. Unas modalidades nos relajan los músculos, otras alivian el dolor, incluso pueden estimular el sistema inmunológico.
Además, tu cuerpo es sabio a la hora de decirte que necesitas un masaje. En el post de hoy vamos a ayudarte a encontrar el estilo más acorde según las circunstancias. A continuación, detallamos algunos de los diferentes tipos de masajes.
Masaje linfático
El masaje linfático uno de los tipos de masaje más conocidos, se aplica sobre el sistema circulatorio, moviliza los líquidos del organismo para eliminar sustancias de deshecho del organismo. Reduce la inflamación, ayuda a reabsorber los líquidos y tiene una acción sedante sobre el dolor. Contribuye a mejorar las defensas del organismo y también es recomendable para quitar el estrés, además produce relajación.
Los expertos coinciden en que es un buen tratamiento para la piel gracias a mejorar la circulación de la sangre. Previene la aparición de arrugas y bolsas en la piel. Incluso, este tipo de masaje es recomendable tras una operación, acelera la cicatrización y reduce la inflamación.
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Masaje thai
El masaje thai, el tradicional tailandés, es una práctica milenaria que se realiza en una zona acolchada sobre el suelo. Lo aplican en todo el cuerpo de la cabeza a los pies. Consiste en una serie de estiramientos intensos en una persona totalmente vestida. Mejora la flexibilidad y alivia temporalmente el dolor. Es como si fuera una técnica que algunos llaman «yoga para perezosos». El terapeuta realiza unas presiones y estiramientos para liberar tensiones del cuerpo. Esto hace que nuestro cuerpo se equilibre él solo. No tiene que dolor, quien lo hace tiene que tener la habilidad de saber cuánto apretar en función de la sensibilidad de la persona.
Masaje hawaiano Lomi Lomi
El masaje Lomi Lomi, quizás uno de los tipos de masajes menos conocidos, significa «Manos amorosas», es uno de los masajes orientales más populares y relajantes. Además, tiene la cualidad de devolver la armonía a mente y cuerpo. El masaje se aplica con los brazos y los codos, y a la vez en varias partes del cuerpo.
El fisioterapeuta lo aplica a la vez en varias zonas del cuerpo para que el cerebro no sea capaz de centrarse sólo en un área. Empiezan por la espalda, pasando después a otras zonas formando ondas cada vez más extensas. Combina estiramientos suaves y rotación de las articulaciones de una forma delicada y agradable. Como curiosidad destacar que los masajistas más ortodoxos convierten la sesión en un acto sagrado con determinados rituales.
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Masaje con piedras volcánicas
El fisioterapeuta para realizar este tipo de masajes se apoya en piedras de basalto calientes para relajar las partes tensas de la espalda. El calor que emana de las piedras puede ayudar a mejorar el riego sanguíneo y consigue liberar áreas tensas.
El terapeuta aplica una leve presión sobre las piedras y las utiliza para masajear el cuerpo, aliviando la tensión muscular y disminuyendo el estrés. Suelen practicarlo aquellas personas que tienen puntos difíciles de destensar pues a estos les sienta muy bien el calor terapéutico.
El masaje metamórfico
El masaje metamórfico permite liberar bloqueos profundos en el patrón de energía de su cuerpo. Lo aplican en los pies, las manos y la cabeza en la parte que corresponden con la columna vertebral. La técnica es suave, fácil de aprender, no se necesita ninguna habilidad especial y es accesible para todos. Los profesionales no pueden predecir ni garantizar lo que sucederá después de una sesión. Los resultados dependerán de la singularidad de la propia fuerza de vida de cada persona.
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Reflexología podal
Finalmente, la reflexología podal es probablemente de los tipos de masajes más antiguos. Una forma especializada de masaje en los pies durante el cual los practicantes estimulan puntos precisos de la articulación. Estos puntos se piensa que están correlacionados con otros órganos y sistemas corporales.
La reflexología se basa en la teoría de la terapia de la zona, es decir, que las distintas partes del cuerpo están reflejadas en las plantas de los pies. Masajeando dichas partes se masajean de forma refleja los órganos, músculos u otras partes del cuerpo, estimulando los mecanismos autocurativos. La reflexología puede ayudar a corregir desajustes en el cuerpo. También es beneficioso para aliviar tensiones desarrolladas por llevar tacones o permanecer de pie mucho tiempo.
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