Amatista: Cuarzo (SiO2) Oxido de Silicio
La amatista es una preciosa y apreciada variedad del cuarzo. Su color e intensidad varía en función del hierro que contiene. Su dureza es de 7; su índice de refracción de 1.544 y su gravedad específica de 2.65.
De acuerdo a las tradiciones bíblicas, su profundo color violeta representaba la perfección, por ello las Amatistas fueron usadas para el pectoral que usaba Aaron, el principal de los sacerdotes hebreos.
La historia de la amatista
Desde Egipto, donde se le conoció durante siglos, pues se piensa que ya el anillo de la reina Cleopatra era de Amatista, la piedra fue traída a Grecia en el período inmediato a la muerte de Alejandro El Grande. Los joyeros griegos durante el cenit de su gloria como artesanos de la piedra, diseñaban y hacían fabulosas piezas de joyería, empleando los más finos metales y otras de las más exquisitas piedras que ellos podían encontrar.
En la Edad Media, el cristianismo la adoptó como símbolo de renuncia a los bienes terrenales y castidad, y aún hoy la llevan en forma de anillo muchos cardenales y obispos. Este apreciado cuarzo simboliza además la sabiduría divina. Leonardo da Vinci escribió de ella que tenía el poder de disipar los malos pensamientos y de afinar la inteligencia.
La leyenda de la Amatista
El nombre ‘Amatista’ proviene del griego Amethystos (no borracho), ya que esta piedra era considerada un potente antídoto contra la embriaguez. La leyenda atribuye el hermoso color de la Amatista al dios griego Dionisio, llamado Baco por los romanos quien estando un día borracho por tanto beber vino, juró matar al primer mortal que viese. Tuvo la mala suerte de pasar por allí Amatista, una bella mujer.
No obstante, intervino la diosa Artemisa (diosa de la virginidad y de la caza), quien convirtió a Amatista en una bellísima estatua de mármol blanco. Cuando Dionisio se enteró de lo sucedido, utilizó lo último que quedaba en su copa de vino y lo derramó sobre la estatua, que tomó en parte, un hermoso color violeta-púrpura. Es por ello que la piedra de la que hoy hablamos es púrpura en su parte superior y blanca en su base.
Hablemos de su energía…
De entre los cuarzos, es el que más alta frecuencia emite, transmutadora, protectora, absorbe las energías negativas, regenera el cuerpo y estimula la intuición. Debido a su bonito color morado tiene efecto sedante y calmante, facilitando el sueño y previniendo el insomnio. Algunos terapeutas recomiendan poner una en la mesita de noche para tener plácidos sueños.
La piedra de Amatista es originaria de Brasil, Uruguay, Rusia, Sudáfrica, Namibia, Tanzania, y Zambia. Aunque también existe en menor cantidad en Bolivia, México y Estados Unidos. Dependiendo de la zona de la que se extrae tiene un color más o menos intenso. Las más apreciadas son las de Uruguay y Brasil.
La Amatista es la piedra de las personas nacidas durante el mes de febrero, y según algunas tradiciones se dice que hay que regalarla a los recién casados en el primer aniversario de bodas.
Las diversas formas de las amatistas
Como todos los cuarzos podemos encontrar este mineral en diversas formas y cada una de ellas tiene un uso diferente, las puntas se utilizan para dirigir la energía a un punto localizado, por contra las esferas la expanden, las drusas se suelen usar más para cargar o limpiar otros minerales, así como las geodas, con los huevos se simboliza el nacimiento (de un proyecto, relación, etc.) y las pirámides se pueden utilizar como catalizadores concentrando la energía en la punta superior y distribuyéndola a la base a través de sus cuatro vértices.
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