


La Broussonetia papyrifera, se le llama popularmente «La morera de papel».
- Como es lógico pertenece a la familia de las moráceas, donde el morus alba, la morera de los gusanos de seda, es la más conocida.
2. Procede de Asia, concretamente de Japón y de China.
3. Es un árbol, que en su juventud se comporta como un arbusto, en cuanto a su porte.
4. Llega a alcanzar los 15 metros de altura, pero normalmente los ejemplares que encontramos en los parques suelen tener sobre los 8 -10 metros.
5. Se trata de uno de esos árboles con raíces superficiales notorias. Es una especie dioica, es decir tiene árboles machos y árboles hembras.



6. Hojas caducas, alternas y variables en cuanto a su forma, con lóbulos o sin ellos. Son de color verde mate por el haz y algo más claro por el envés.
7. La floración en primavera, da paso a unos frutos carnosos y espinosos de un llamativo color anaranjado.
8. La multiplicación se realiza por semilla o a partir del denominado, esqueje tierno, que se planta en la estación cálida.
9. Es un árbol resistente a la contaminación atmosférica, propia de nuestras ciudades, resiste heladas no muy severas y vegeta bien en suelos rústicos. Tiene eso si, que ser regado de manera periódica, ya que no resiste las sequías prolongadas. Todo esto lo hace muy indicado como árbol urbano.
10. La corteza de las Broussonetias se utiliza para fabricar papel.
Broussonetia papyrifera. Descripción
La Broussonetia papyrifera es un árbol que en su zona de procedencia puede alcanzar los 15 metros de altura, con una copa muy expandida horizontalmente. La planta tiene un hábito que puede ser arbóreo, con una copa grande y expandida, o tupida, con una copa más baja y ramificada. El tronco es delgado y recto, con una corteza marrón grisácea y lisa cuando es joven, luego se agrieta, lo que permite vislumbrar el corcho marrón púrpura joven de abajo.
Las hojas son pecioladas alternas de 4-8 x 7-12 cm, ovadas lanceoladas, aserradas en el margen, verde intenso en la parte superior, grisáceas y tomentosas en la parte inferior. Las de la base de las ramas son enteras, los distales tienen 3-5 lóbulos profundos separados por una ensenada. Es una planta dioica con árboles masculinos que producen pequeñas flores amarillentas agrupadas en espigas axilares y árboles femeninos donde encontramos pequeños capullos esféricos y compactos de flores verdosas reducidas solo al pistilo. El fruto de esta planta, al igual que la mora de morera, esférico, de 2 cm de diámetro, de color naranja rojizo en su madurez. La floración ocurre de mayo a junio. La polinización se ve favorecida por el viento.
Broussonetia papyrifera Cultivo
La Broussonetia papyrifera es una planta rústica, indiferente al sustrato, tolera posiciones frías y poco luminosas. De hecho, se adapta a cualquier situación: sol o sombra, fértiles o pobres, secos o húmedos, profundos o pedregosos, etc. Incluso el clima no es un problema: solo en la montaña tiene difícil prosperar, ya que teme las heladas prolongadas. La fertilización no es esencial, la poda se realiza solo en caso de volumen excesivo. Para un crecimiento rápido, se puede utilizar donde se desee una sombra rápida. La multiplicación se realiza por semilla en otoño, o por esqueje semi leñoso en verano. Suele multiplicarse también mediante el trasplante de ventosas basales que se pueden extraer. Al enraizarlos es primero en un contenedor y se plantarán la primavera siguiente.
Broussonetia papyrifera. Usos y tradiciones
El nombre de «Paper morera» recuerda el uso de su corteza para la producción de papel en el este de Asia desde la antigüedad, de ahí también el nombre de la especie «papyrifera«, porque es útil para la producción de papel el papiro. En Extremo Oriente se utiliza la piel que, macerada, proporciona un papel de buena calidad. En Oriente, la corteza macerada se utilizó en la producción de papel. Broussonetia papyrifera tiene varias propiedades medicinales: es galactogogo, diaforético, hemostático, astringente, oftálmico, estimulante, estomacal, diurético, laxante, tónico.
En China se utiliza para reemplazar a la morera para la cría de gusanos de seda.
De la corteza de la planta se obtienen fibras muy largas que se utilizan en la Polinesia para producir hilos y tejidos. En los territorios de origen, la corteza macerada se utilizaba para producir papel fino, de aspecto fino y sedoso, conocido como «papel chino o papel de seda«.
La producción de papel se remonta al siglo II dC El ministro chino Ts’ai Lun iba todos los días a un estanque utilizado como lavadero y allí observaba a las mujeres lavando su ropa.
Un día notó que las fibras, desprendidas de la ropa gastada por el roce y los golpes de las lavanderas, se acumulaban en un recodo del estanque y se juntaban como un fieltro muy fino. Ts’ai Lun recogió suavemente el fajo, lo dejó secar y lo extendió.
Así nació una hoja de cierta consistencia, de color blanquecino y apta para escribir.
El ministro ordenó la sustitución de fibras animales por fibras vegetales en la fabricación de fieltros.
El primer material adoptado por Ts’ai Lun fue la corteza de la Broussonetia papyrifera.
La parte fibrosa de la corteza se dejó macerar en agua, se enjuagó y, posteriormente, se batió en morteros de piedra hasta obtener una pulpa uniforme de fibras celulósicas.
La pasta, diluida con abundante agua, se vertió sobre la “forma”, una celosía formada por palos de bambú muy finos. El agua pasaba por las mallas del enrejado y las fibras, pegadas unas a otras, quedaban en la superficie formando una fina lámina que, desprendida de la forma, se ponía a secar al aire.
La demanda de papel para escribir fue inicialmente bastante pequeña. De hecho, incluso antes de ser utilizado como soporte para la escritura, el papel se había utilizado en China para confeccionar ropa. Las primeras referencias a este uso se remontan al siglo I aC Hacia mediados del siglo III dC, sacerdotes, poetas y escolares taoístas llevaban sombreros de papel. Con papel hicieron cometas, linternas y abanicos.
Por la abundancia de chupones, el rápido arraigo y su rusticidad se utiliza para estabilizar suelos móviles y deslizamientos.
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