Uno de los efectos de la pandemia ha sido el cierre de gimnasios y centros deportivos en el mundo. Los gobiernos consideran que estos espacios representan riesgos en torno al contagio del COVID-19. Otros han permitido su funcionamiento con numerosas restricciones, en donde incluso los usuarios deben utilizar mascarillas para ejercitarse. De cualquier manera, no es el mejor momento para acudir a un gimnasio. Sin embargo, hay numerosas opciones para ponernos en forma y no ganar peso durante el confinamiento ni la crisis sanitaria.
Camina estratégicamente
¿Conoces los beneficios de caminar? Caminar a buen ritmo durante 2 horas y media a la semana puede incrementar en un 25 % la pérdida de peso. Para hacer la rutina más eficiente es necesario crear picos de intensidad, es decir: variar la velocidad de la caminata en intervalos de 30 a 60 segundos.
Ejercitarse en casa
Bien, no hemos descubierto la pólvora. Pero quizá estés olvidando la gran cantidad de material fitness que hay en Internet. Descubre nuevos canales de entrenamiento en Youtube o plataformas que brindan clases online. Además, puedes optar por aplicaciones para entrenar como Nike Training Club, Freeletics, Endomondo, FitStar, Lose It, etc.
Balance energético
El balance energético es la diferencia entre la energía ingerida a través de los alimentos y el gasto energético que se realiza. Existen tres tipo de balances energéticos:
- Equilibrio energético: Si la ingesta y el gasto energético son iguales, se alcanza un equilibrio. Por lo tanto, el depósito calórico se representa a través del peso corporal.
- Balance energético positivo: La ingesta de energía es mayor al gasto, por lo tanto, se incrementa el tejido adiposo. En otras palabras, se aumenta de peso.
- Balance energético negativo. Este balance es ideal para bajar de peso, pues la ingesta de energía es menor que su gasto.
Para lograr un balance energético negativo, es importante controlar las porciones que consumimos en cada comida. Para mayor eficacia, este régimen debe ser diseñado por un nutriólogo o especialista. Además, puedes utilizar un contador de calorías para llevar un conteo calórico diario, semanal y mensual. De esta forma, podrás tener un registro adecuado de lo que ingieres y lo que gastas.
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Minimiza el consumo de alcohol
El alcohol interrumpe la oxidación de las grasas e hidratos de carbono, por lo tanto, hace que en lugar de quemarlos, los almacenemos. Además, por lo general, este tipo de bebidas son ricas en azúcares.
Reduce al mínimo el consumo de alcohol. Así no solo desintoxicarás tu organismo y tu piel, sino que además reducirás la ingesta calórica.
Prioriza el desayuno
Saltarte el desayuno es la peor forma de ganar peso innecesariamente. Provoca que la persona tenga más hambre de lo normal en las siguientes horas del día y elija peor sus alimentos. Diversos estudios han demostrado que un buen desayuno facilita la continuación de una dieta saludable. Este debe constar de 35 % de carbohidratos, 20 % de proteínas y 45 % de grasas saludables.
Cuando no desayunamos, el organismo se defiende de ese ayuno prolongado activando enzima o mecanismos de acumulación de grasa.
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