El principal interés de todos es mantener el Covid-19 lejos de nuestros hogares y para lograrlo generalmente recurrimos a la lejía. Sin embargo, puede que tú seas de ese nutrido grupo que se mantiene en pánico por la pandemia y se abalanza a comprar todo tipo de productos químicos de limpieza para usarlos en casa.
Muchos no sabemos que la mayoría de los productos de limpieza son innecesarios, ineficaces o peligrosos para la salud. La lejía es de los productos con más demanda en el transcurso de la pandemia, lo cierto es que se logró determinar que sus vapores en combinación con la luz y un compuesto cítrico, puede formar partículas en el aire que son dañinas cuando son inhaladas por personas o mascotas.
¿Por qué la lejía es tan efectiva?
La efectividad de la lejía se debe a elementos químicos que reaccionan con la materia orgánica y forman compuestos organoclorados, que son contraproducentes para la salud y para el medio ambiente. Aunque el mayor peligro surge cuando se mezcla con el amoníaco que produce vapores de cloro altamente tóxicos.
Sin embargo, la lejía es un producto que se mantiene entre los predilectos de los hogares al momento de realizar la limpieza doméstica, por su alta efectividad en eliminar de un plumazo la suciedad o manchas que resulten difíciles de remover.
Coronavirus, los riesgos del uso de la lejía
Aunque su efectividad no se discute, debe saber que en su hogar representa un peligro porque provoca intoxicaciones o quemaduras de las mucosas nasales, ojos y garganta.
Esta sustancia se convierte en más peligrosa cuando es usada en su forma pura. Lo más recomendable para la limpieza del hogar y más si quieres mantenerlo libre del Covid-19, es que mezcles una tapa de 4 mililitros de lejía en medio litro de agua. Su efecto es potente porque inactiva al virus tras mantener cinco minutos de contacto.
Muchos expertos recomiendan usar opciones que no son tóxicas ni comprometen la salud como los jabones. Los jabones ejercen fuerza de atracción entre las cabezas del virus, su espuma rodea las moléculas del virus y las destruye hasta que finalmente el agua las arrasa. Los desinfectantes de manos funcionan de forma similar, destrozando las proteínas contenidas en el virus.
Desengrasante para manchas: cómo usarlo
Limpieza de los suelos en tiempos de coronavirus
Aunque no tenemos un contacto tan directo con el suelo como con otras superficies, al caminar impulsamos contaminantes hacia el aire con nuestros zapatos.
Para lograr una óptima desinfección, primero se debe barrer hasta eliminar todos los restos de migajas y mugre. Una vez totalmente limpio, se aplica el detergente o la lejía en la superficie extendiéndolos con un trapeador. El trapeador remueve todo tipo de partículas, pero el agua debe cambiarse constantemente. Reutilizar el agua podría transportar el virus a otras superficies.
Mezclar la lejía con otras sustancias como vinagre, alcohol o amoniaco solo potencia su toxicidad. Tampoco se recomienda diluir el componente en agua caliente, pues logra que la lejía se evapore, lo que minimiza su efectividad.
Usos alternativos al limpiacristales
Índice de contenidos