Tal y como está actualmente el tema, es necesario llevar ¡ya! la educación a debate
¿Y si ser profesor de infantil, primaria, ESO y bachiller fuera equivalente a ser médico o ingeniero?
Porque todos sabemos que hay excelentes profesionales con verdadera vocación en nuestro sistema educativo, pero también conocemos personas que han ido a parar al sistema educativo como una vía fácil de lograr un puesto fijo “para toda la vida” con unos estudios asequibles. Personas que tienen escaso o nulo interés o vocación por la educación.
Es una auténtica pena, porque estas personas, que pasan muchas horas con nuestros hijos, tienen en sus manos las mentes que van a conformar la sociedad del mañana, su responsabilidad es muy grande. Su misión es vital, fundamental, deberían tener una preparación extraordinaria. El filtro para llegar a ser profesional de la educación debería ser mucho más exigente de lo que es ahora, no solo en años, la formación debería durar al menos 6 años y cubrir muchos mas aspectos, sino también en el tipo de pruebas a superar para llegar a ser profesor. Es decir que solo las personas con vocación y con una gran preparación llegarán al final del camino. Evidentemente ese esfuerzo ha de estar recompensado, el sueldo de un profesor deberá ser equiparable al de un médico o un ingeniero.
Elegir lo mejor de lo mejor
Teniendo a los mejores entre los mejores como docentes podremos aspirar a tener un buen sistema educativo. Por supuesto también dotándoles de recursos y de una buena legislación educativa consensuada. Pero sabemos que estos últimos dos factores no siempre son los adecuados porque dependen de los vaivenes políticos y en este país está aún por ver un pacto de estado por la educación, así que la manera de compensar esto es dotando al sistema de los mejores profesionales capaces de amortiguar las carencias del sistema con su buena preparación y sobre todo motivación, porque si algo es importante en esta profesión es tener una motivación muy alta, deben ser muy conscientes del material “sensible” que tienen entre las manos.
En la escala de reputación de las profesiones, si es que queremos establecer una, la profesión de profesor debería estar en los primeros puestos, de modo que el profesor tenga el estatus de respeto, admiración y reconocimiento que merece su trabajo de “modelado” de personas.
El papel de los padres
Los padres tenemos que dejar de ser “sindicalistas” de nuestros hijos, ver al docente como alguien que está para sacar lo mejor de ellos y merece nuestro respeto y apoyo. No nos queda otra opción que trabajar conjuntamente, padres y docentes para educar mejor a las nuevas generaciones.
Personalmente no querría para mis hijos profesores/as que están ahí porque aprobaron una oposición en la que básicamente lo que hacen es memorizar temas y luego presentarlo a un tribunal, que saben hacer una unidad didáctica fenomenalmente bien pero quizá no saben resolver conflictos, negociar, tener empatía, saber enfocar los contenidos para hacerlos interesantes, despertar las ganas de aprender en los niños, que les estimulen la creatividad en lugar de coartarla, que sean verdaderos ejemplos de personas que han crecido, que se han desarrollado en muchos mas aspectos además del de ser buenos transmisores de conocimientos.
Qué otras materias deberían dominar los profesores
¿Qué aspectos debería contemplar la carrera universitaria para ser profesor?, pues muchos, desde los mas tradicionales como pedagogía, psicología, hasta cosas mas transversales como técnicas de desarrollo de la creatividad, desing thinking, pensamiento lateral, técnicas de indagación personal y autoconocimiento como mindfulness, técnicas de gestión de equipos para enseñar a trabajar en equipo eficazmente, trabajo por proyectos, potenciar el autocuidado de la salud, técnicas de desarrollo personal como el coaching, técnicas de emprendimiento… pues no hay puestos de trabajo por cuenta ajena para todos, ni los habrá en una sociedad cada vez mas desindustrializada, así que más vale que nuestros niños aprendan a crearse su forma de ganarse la vida. Deberán ser capaces de descubrir sus fortalezas y potenciarlas, para ello necesitarán “coaches” más que al profesor tradicional que transmite conocimientos.
Cómo comprobar que estas personas responsables de la educación en 1/3 del tiempo de vida de nuestros niños siguen haciendo bien su trabajo? Pues con evaluaciones de desempeño periódicas, deberían existir comisiones de evaluación independientes, la dirección del centro debe tener potestad para evaluar y además se deben hacer auditorias. Todo esto ha de ser diseñado cuidadosamente para evitar subjetividades, el sistema debe ser lo más objetivo posible. Esto exige un esfuerzo y una dedicación importante de recursos, pero yo clamo ¿Acaso no es importante educar extremadamente bien a las generaciones venideras? ¿Acaso no vale la pena?
Recortes en educación ¡NO!
La gente se rasga las vestiduras cuando se habla de recortes en pensiones, pues tendremos un gran problema, tarde o temprano, la población envejecerá y la solución no será alargar la edad de jubilación, eso impediría el acceso de los jóvenes a los puestos de trabajo. ¿qué haremos cuando no haya trabajo para todos, la población envejezca y el gasto en pensiones sea inasumible? Debemos prepararnos para ese escenario desde ya. Mi propuesta es diseñando un sistema educativo excepcional, necesitaremos para ese futuro jóvenes muy bien preparados, emprendedores, capaces de afrontar los retos que se nos vienen encima.
En mi opinión, aceptaría un recorte de la pensión si ese ahorro se va a destinar para la educación. Se que un pequeño recorte (no mas 5%) de la pensión no va a provocar que muera de hambre, normalmente a los 65 años uno tiene su vida hecha, siendo una persona medianamente precavida, se puede tener un hogar en propiedad y realmente las necesidades básicas no son tantas, puedo apañarme, pero no quiero que mis nietos perpetúen una situación educativa penosa, con ratios de abandono de los mas altos de Europa, con un sistema educativo aun basado en la revolución industrial. Hay algunos rayos de esperanza con los colegios públicos constituidos como comunidades de aprendizaje, pero esto es aun muy incipiente, apenas hay centros y los pocos que hay apenas tienen recursos. Así es muy desalentador trabajar en la docencia.
La clave: priorizar
Estoy segura que el sacrificio es para un bien común mayor. Yo le pido a nuestros gobernantes no solo que sean honestos y no nos roben el dinero público, sino que el que haya lo empleen con una estrategia y miras a futuro. Esto incluye que paguen más los que mas tienen.
Si es verdad que no hay recursos económicos para sufragar todo el sistema social, hay que priorizar, pues yo afirmo sin miedo a equivocarme que hay que priorizar la educación, solo así en unas cuantas generaciones habremos conseguido “sanear” el sistema. Esas nuevas generaciones mejor preparadas podrán pensar mejor, crear formas de hacer sostenible el sistema y probablemente poder seguir pagando las pensiones. Siendo egoístas, debemos priorizar la educación o en unos cuantos años, el barco hará agua y todos saldremos perjudicados. Es demasiado lo que está en juego, así que pongámonos en marcha ya exigiendo un pacto por la educación.
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¿Están preparados los padres y madres para criar a sus hijos e hijas?
Lo mas probable es que no. Para ser buen padre o madre primero hay que ser capaz de autoliderarse, si uno no es capaz de cuidarse bien a si mismo en todos los aspectos, ¿cómo va a ser capaz de criar a otro ser humano? Ese es el aprendizaje, el gran reto.