Hoy hablamos de la importancia de observarse a uno mismo. La Atención Plena u observación dirigida hacía uno mismo es lo que nos impulsa en cada momento a estar atentos a nuestros pensamientos, emociones y acciones. Es decir, a lo que nos pasa por dentro y lo que hacemos fuera: hablar, escuchar, andar… Es solo a través de la auto-observación que podemos realizar una autoevaluación para saber si necesitamos ajustar alguna conducta a la situación presente, o adaptar una actitud a una nueva realidad.
Características de observarse a uno mismo
La auto-observación es una función que necesariamente debemos realizar de forma consciente, y por lo tanto es incompatible con el piloto automático que nos domina casi durante todo el día.
Otra característica del observarse a uno mismo es que necesitamos situarnos a una cierta distancia de nosotros mismos para poder “vernos” desde un punto de vista más amplio y sobre todo más objetivo. Este desdoblamiento entre observador-observado nos va a ser muy útil tanto para darnos cuenta o tomar consciencia de ciertas situaciones, como para facilitarnos la NO implicación o NO involucrarnos emocionalmente en ellas.
La emocionalidad nos arrastra directamente al piloto automático, porque su velocidad es altísima y no nos deja ni tiempo ni espacio para la reflexión. Sin embargo, si logramos mantenernos a la justa distancia para no contar con la participación de la emocionalidad, vamos a tener un poco más de tiempo para controlar la situación y tener la posibilidad de realizar un pequeño análisis o valoración de qué cuál es la respuesta más adecuada a la situación que se nos presenta.
Como observarse a uno mismo
Cuando uno para a observarse a sí mismo tiene que tener en cuenta algunos factores que harán que la observación sea fructífera:
Observar para aprender, una regla de oro que no hay que saltarse nunca. Observarse a uno mismo desde el más profundo respeto, para conocerse mejor, para aprender, nunca para criticar, ni para emitir juicios, ni para poner etiquetas, esto solo entorpecería la labor.
Hacer la parada de observación en silencio y en soledad. Buscar un lugar cómodo y confortable que te haga sentir bien, intentar que los ratitos de introspección, de trabajo interno, sean tranquilos, serenos y conscientes, serán mucho más útiles si se llevan a cabo en calma.
Como se comentaba anteriormente intentar convertirnos en meros observadores de nuestra propia vida, solo de esta forma podremos ser realmente objetivos.
Intentar que las emociones no tomen en timón en los momentos de auto observación. No dejarnos llevar por lo que «veamos» en esos ratitos, es importante no dejar que esas emociones nos arrastren, no se puede observar con objetividad cuando es una emoción la que lleva las riendas.
Seguramente encuentres cosas, actitudes propias que no terminen de gustarte, es perfectamente normal, así que permítetelas, no somos perfectos ni queremos serlo. Si deseas modificarlas tómatelo con calma y ponte metas alcanzables, no pretendas que los cambios se den de la noche a la mañana.
En cultivarsalud publicamos un artículo de Anif García que hablaba de la «Confianza autopista hacia nuestros sueños». Se preguntaba ¿Cuántas oportunidades te perdiste por no confiar? ¿Estas confiando en ti mismo? ¿Reflejas el pasado en el futuro? ¿Qué te gustaría que pasara a partir de ahora? ¿Y si nos propusiéramos empezar a encontrar una oportunidad distinta de las de hasta ahora?.
En conclusión resalta que la confianza es la autopista que conecta un sueño con una meta. Lo que conecta nuestro sueño dentro de nosotros mismos, lo que conecta ese sueño que todavía está en nuestra nube con una meta que sería cuando nosotros podríamos concretarlo, y sería la energía que nos sostiene para llegar a buen término.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.