Cuando pensamos en el metabolismo, nos viene a la cabeza la acción de convertir los alimentos que comemos en energía. Si bien esto es cierto, el metabolismo es más complejo que solo la producción de energía. Es la base de la vida, ya que sin un metabolismo celular óptimo, no podríamos pensar, movernos ni respirar.

A rasgos generales, se trata de la suma de los procesos bioquímicos que se encuentran vivos en el organismo y nos ayudan de alguna manera a mantenernos con vida. El metabolismo funciona 24 horas los 7 días de la semana, con 16.000 metabolitos y más de 8.700 reacciones a lo largo de tres vías metabólicas clave, que son las siguientes:

  • El anabolismo une moléculas.
  • El catabolismo rompe las moléculas.
  • La eliminación de residuos elimina toxinas y material de desecho.

¿Qué es una vía metabólica? Es una serie de reacciones químicas que tienen lugar dentro de la célula. La función de estas vías determina la tasa metabólica y puede ayudar a reducir el riesgo de trastornos o enfermedades relacionadas con el metabolismo.

Síndrome metabólico

Es el trastorno más común y problemático. Se relaciona normalmente con enfermedades derivadas de la obesidad abdominal, resistencia a la insulina o presión arterial y colesterol altos. Estos casos mencionados pueden conducir a diabetes tipo 2, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca u otras consecuencias negativas para la salud.

El aumento de peso y la falta de actividad física se combinan para aumentar el riesgo de síndrome metabólico. Esto es porque los alimentos que comemos y un estilo de vida sedentario pueden disminuir la tasa metabólica basal, que es la cantidad de energía necesaria para que el cuerpo funcione correctamente. La clave es encontrar formas de acelerar un metabolismo lento, eso requiere poner en valor la dieta y el ejercicio.

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Acondicionamiento metabólico

El ejercicio es la mejor manera de acelerar el metabolismo, que sirve también para condicionar nuestros músculos. De hecho, el acondicionamiento metabólico es una tendencia cada vez más habitual, relacionada con el ejercicio físico. Está diseñado para quemar tantas calorías como sea posible durante y después de la rutina de ejercicios. A menudo incluye entrenamientos de alta intensidad, de cuerpo completo, tipo circuito.

A esta acción también se la conoce como entrenamiento funcional de alta intensidad (HIFT) o entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT). Son entrenamientos diseñados específicamente para aumentar el metabolismo. Cabe señalar que, si no te gustan los entrenamientos de alta intensidad, es posible poner en práctica otras rutinas de ejercicio y actividad física regular, estas también aumentan el metabolismo.

Alimentos aliados

Además del ejercicio, la nutrición puede impactar positiva o negativamente sobre el metabolismo. Por ejemplo, se ha demostrado que una dieta alta en proteínas aumenta la termogénesis, lo que nos beneficia. Por lo tanto, la estrategia de dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos se suele utilizar para perder peso. Actualmente, el régimen más alto en proteínas y grasas, y bajo en carbohidratos, es la dieta cetogénica.

Por otra parte, el ayuno intermitente también puede aumentar el metabolismo. Hay varios tipos de dietas diferentes dentro de esta modalidad: ayuno durante la noche con restricción de tiempo, ayuno en días alternos o ayuno 5:2, donde se consume una cantidad limitada de calorías durante dos días a la semana.

Estos tipos de ayunos tienen otros beneficios aparte de la pérdida de peso. Por ejemplo, según muchos expertos, gracias a este tipo de dieta se puede conseguir un mejor control de la glucosa y una disminución de la inflamación y el estrés oxidativo.

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Respecto a la restricción calórica, importante también para perder peso, puede ayudar a mejorar la salud general de las personas. Apoya a la función mitocondrial, la sensibilidad a la insulina y los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial y el colesterol altos.

Suplementación y dieta mediterránea

Los suplementos alimenticios también pueden desempeñar un papel decisivo en el aumento del metabolismo. Las vitaminas B, en particular, pueden ayudar a mejorar el metabolismo. También se ha demostrado que el té verde consigue aumentarlo y contribuye a una pérdida de peso saludable.

Por su parte, la dieta mediterránea es una gran aliada a la hora de ayudar a mantener un metabolismo saludable. La investigación ha demostrado que regula la glucosa y los lípidos, que son dos factores clave. El patrón de alimentación mediterránea se asocia con un efecto protector, específicamente contra el síndrome metabólico.

Conclusión

Ya sabemos cómo aumentar el metabolismo y por qué eso puede ser necesario. Así que, a partir de ahora, mediante una combinación de dieta, ejercicio y suplementos dietéticos, podemos mejorar nuestra salud general y a la vez perder peso.

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  • Experto en Nutrición Ortomolecular y Medicina Biológica.
  • Desde hace más de 20 años se dedica a la formación y a la elaboración de contenidos relacionados con los complementos alimenticios y la fitoterapia.
  • Director Técnico de Misohi Nutrición y Cosmética (www.misohinutricion.com), herbolario online especializada en suplementos nutricionales y cosmética natural de las mejores marcas.

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