Si a tu hijo le encanta comer y probar de todo, no es raro que haya sufrido episodios de indigestión o empacho. Sin embargo, tampoco es raro que, aunque sea algo casi común en la población infantil, sea un episodio que suele confundir a los padres, pues en muchos casos no saben qué hacer para que el pequeño se sienta mejor. Si este es tu caso, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre él, empacho en los niños, así que toma papel y lápiz antes de comenzar la lectura.
¿Qué es el empacho en niños?
El empacho en niños, es una condición que se produce cuando el sistema digestivo de un niño se sobrecarga o bloquea debido a la ingesta excesiva de alimentos o la combinación inadecuada de estos. Esta condición es común y se caracteriza por síntomas como dolor abdominal, distensión, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea, y malestar general en el área del estómago.
El empacho suele ser más común en niños pequeños que aún están desarrollando su sistema digestivo y no tienen la capacidad de manejar grandes cantidades de comida o ciertas combinaciones de alimentos de manera eficiente. También puede ocurrir cuando los niños consumen alimentos demasiado rápidamente o tragan grandes trozos de comida sin masticar adecuadamente. Es importante destacar que no es una condición médica grave en la mayoría de los casos y generalmente se resuelve por sí sola en poco tiempo. Sin embargo, puede causar molestias significativas para el niño y preocupación para los padres.
Síntomas del empacho
El empacho se puede manifestar de distintas maneras, los síntomas dependen del niño, del origen del empacho y de las acciones tomadas ante los primeros signos. Algunos de los síntomas más comunes son:
Dolor abdominal
Uno de los síntomas más comunes del empacho es el dolor en la zona del abdomen. El niño puede quejarse de molestias en el estómago, que a menudo se describen como punzantes o una sensación de llenura incómoda.
Distensión abdominal
El abdomen puede sentirse hinchado o abultado debido a la acumulación de gases en el sistema digestivo.
Náuseas
Las náuseas pueden ir acompañadas de arcadas o incluso vómitos en algunos casos. El afectado tendrá la sensación de que vomitar lo hará sentir mejor.
Estreñimiento o diarrea
Dependiendo de la causa subyacente del empacho, el niño experimentará cambios en los patrones de evacuación intestinal. Teniendo dificultad para evacuar o, en algunos casos, presentar diarrea.
Malestar general
Esta condición a menudo provoca un malestar general que incluye una sensación de debilidad, falta de energía y disminución del apetito.
Irritabilidad
Los niños que experimentan empacho generalmente se vuelven irascibles debido al malestar que sienten, estando inquietos y difíciles de consolar.
Flatulencia
Debido a la acumulación de gases en el intestino, verás un incremento en el número de gases y eructos que el niño presenta.
¿Cómo curar el empacho? Paso a Paso
Es de sabio ser precavidos, aunque nunca hayas tenido que cuidar y curar a un niño empachado, no está de más tener a mano un paso a paso de que acciones tomar. Aquí te dejo uno, anótalo y tenlo a mano por las dudas:
Paso 1: Reconoce los síntomas del empacho
Observa los signos
Antes de iniciar cualquier tratamiento, es crucial identificar los síntomas del empacho en el niño. Como dijimos con anterioridad pueden incluir dolor abdominal, distensión, náuseas, vómitos, estreñimiento o diarrea.
Consulta con un profesional
Si tienes dudas sobre si el niño tiene empacho o si los síntomas son graves, considera la posibilidad de consultar a un médico o pediatra para obtener un diagnóstico adecuado.
Paso 2: Proporciona hidratación
Agua mineral
Asegúrate de que el niño beba suficiente agua para mantenerse hidratado, esta es esencial para aliviar el empacho y evitar síntomas más graves, producto de la deshidratación.
Evita bebidas azucaradas
Reduce por completo las bebidas azucaradas, como refrescos y jugos, ya que suelen empeorar la indigestión.
Paso 3: Descanso y comodidad
Tiempo de descanso
Fomenta el descanso adecuado para permitir que el sistema digestivo se recupere y evita actividades físicas intensas durante este período.
Comodidad
Proporciona un ambiente cómodo y tranquilo para el niño, donde pueda relajarse y recuperarse, si se aburre, piensa en actividades creativas que no requieran esfuerzo físico, crear cuentos, pintar, moldear plastilina, etcétera.
Paso 4: Dieta blanda y ligera
Alimentos adecuados
Ofrece al niño una dieta blanda y ligera, que incluya alimentos como arroz, puré de manzana, pan tostado, plátanos maduros y yogur sin azúcar. Dichos alimentos son fáciles de digerir y no sobrecargan el sistema digestivo.
Evitar alimentos irritantes
Evita alimentos picantes, grasos y fritos, así como lácteos enteros, ya que pueden empeorar los síntomas.
Paso 5: Evita alimentos problemáticos
Alimentos a evitar
Durante el período de empacho, es fundamental evitar alimentos pesados y grasos que puedan agravar los síntomas como; frituras, comidas picantes, alimentos ricos en grasas y lácteos enteros.
Control de porciones
Enseña al niño sobre el control de porciones para evitar excesos en futuras comidas.
Paso 6: Monitoreo de síntomas
Registro de síntomas
Eleva un registro de los síntomas del niño y su progreso durante el período de recuperación. Si los síntomas persisten o empeoran, busca atención médica de inmediato.
Consulta de seguimiento
Si el empacho es grave o los síntomas duran más de unos días, considera programar una consulta en el hospital.
Paso 7: Uso de medicamentos de venta libre (opcional)
Consulta con un profesional
Si consideras que es necesario recurrir a medicamentos, primero, consulta con un profesional de la salud antes de administrar cualquier medicamento de venta libre al niño.
Siga las indicaciones
Si un médico te receta cualquier tipo de remedio, lee el prospecto para ser consciente de las posibles contraindicaciones y sigue las instrucciones con precisión, sin exceder la dosis recomendada.
Paso 8: Educación sobre la prevención
Conversación sobre la prevención
Una vez que el niño se haya recuperado por completo, habla sobre la importancia de la prevención futura. Enseña al niño a comer en porciones adecuadas, masticar bien los alimentos y evitar combinaciones de alimentos que puedan causar empacho. Siempre desde la empatía y no el miedo o el castigo.
Hábitos alimenticios saludables
Fomenta hábitos alimenticios saludables en el hogar y establece un ejemplo positivo como padre o cuidador.
Remedios caseros para el empacho en niños
Cuando tu hijo experimenta empacho, puedes recurrir a sencillos remedios caseros que son seguros y efectivos para aliviar sus molestias digestivas. Aquí te dejamos una lista de ellos:
Té de Manzanilla
Prepara una taza de té de manzanilla utilizando una bolsa de té o flores de manzanilla secas en agua caliente. Deja que se enfríe a temperatura ambiente. La manzanilla es muy conocida por su capacidad para aliviar la indigestión, calmar el estómago y ayudar con la inflamación.
Compresa de calor
Sumerge un paño limpio en agua tibia y exprime el exceso de líquido. Coloca suavemente la compresa tibia sobre el abdomen del niño durante unos 10-15 minutos. Esto ayudará a relajar los músculos del estómago y aliviar el dolor.
Jengibre
Así como con la Manzanilla, también puedes hacer una infusión de jengibre añadiendo rodajas finas de jengibre fresco a una taza de agua caliente. Esta raíz es popular por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas, además de que ayuda al sistema inmunológico.
Compresas de Hinojo
Hierba semillas de hinojo en agua durante unos minutos, luego cuela el líquido y déjalo enfriar, luego satura un paño con el líquido enfriado y colócalo en el abdomen del niño.
Masaje abdominal
Realiza un suave masaje en el abdomen del niño en sentido de las agujas del reloj con movimientos circulares. Esto estimula el movimiento intestinal y reduce la incomodidad.
Dieta de arroz y manzana
Ofrece una dieta de arroz hervido y puré de manzana sin azúcar durante un día o dos. Dichos alimentos son suaves para el sistema digestivo, por lo que ayudarán a reducir la carga en el estómago.
Aumento de la fibra
Después de la dieta de arroz y manzana, gradualmente introduces alimentos ricos en fibra, como pan integral y frutas frescas, la idea es que de a poco hagas que el sistema digestivo vuelva a la normalidad.
Recuerda que estos remedios caseros son apropiados para casos leves de empacho. Si los síntomas persisten o empeoran, o si tienes preocupaciones adicionales, es fundamental consultar a un médico.
¿Cuándo se cura el empacho?
La duración del empacho en niños variará según la gravedad de los síntomas y la rapidez con la que se tomen medidas para aliviarlos. En casos leves de empacho, donde los síntomas son sencillos y se toman medidas adecuadas, es posible que el niño experimente mejoras significativas en cuestión de horas o en un día. Sin embargo, si los síntomas son más pronunciados, como dolor abdominal intenso o vómitos frecuentes, la recuperación llevará varios días. ¿La clave? Los cuidados adecuados, el niño debería empezar a sentirse mejor en aproximadamente tres a cinco días.
En casos graves o si el empacho persiste durante más de una semana, se recomienda buscar atención médica de manera inmediata. Puede haber una causa subyacente más seria que requiere evaluación y tratamiento por parte de un profesional de la salud.
¿Qué frutas son buenas para el empacho?
Antes que nada, nos parece importante aclarar que, las frutas, deben introducirse gradualmente en la dieta del niño después de un período de dieta de arroz y manzana (como se mencionó en los remedios caseros). Debes observar cómo reacciona el niño a cada fruta y ajustar la ingesta según su tolerancia individual.
Debido a la naturaleza del empacho, es fundamental proporcionarle alimentos suaves y fáciles de digerir para aliviar su malestar. La idea es que el sistema digestivo no trabaje de manera excesiva, poniéndolo bajo estrés y afectando aún más al niño. Algunas frutas son excelentes opciones debido a su contenido de fibra soluble y propiedades digestivas. Esta es una lista de ellas:
Manzana
Las manzanas son suaves para el estómago y contienen fibra soluble, que puede ayudar a regular el sistema digestivo. Es mejor ofrecerlas en forma de compota o en puré si el niño tiene dificultades para masticar.
Peras
Las peras también son ricas en fibra soluble y tienen propiedades suavizantes para el sistema digestivo.
Plátanos
Los plátanos son suaves y fáciles de digerir. También son una buena fuente de potasio, que puede ayudar a reponer los electrolitos perdidos si el niño ha experimentado vómitos o diarrea debido al empacho.
Papayas
La papaya contiene una enzima llamada papaína que puede ayudar en la digestión.
Melocotones
Los melocotones son frutas suaves que también contienen fibra soluble, como la manzana o la pera.
Mangos
Los mangos son ricos en fibra y vitamina C.
Aguacates
Estas frutas son suaves y fáciles de digerir, además son una excelente fuente de grasas saludables.
Sandía
La sandía tiene un alto contenido de agua y puede ayudar a mantener al niño hidratado, especialmente si ha experimentado diarrea.
Tratamiento para el empacho si va a peor
En casos donde los síntomas de empacho empeoran o persisten a pesar de los remedios caseros y las medidas iniciales, es crucial tomar medidas adicionales y, en algunos casos, buscar atención médica. Si los síntomas, como el dolor abdominal, los vómitos o la diarrea, se vuelven más intensos o duran más de lo esperado, es importante comunicarse con un médico o pediatra. No administres medicamentos sin la orientación de un profesional de la salud, especialmente en niños. Algunos medicamentos podrían empeorar la situación. Cuando el empacho incluye vómitos y diarrea, es vital prevenir la deshidratación. Ofrece líquidos claros y fáciles de digerir, como soluciones de rehidratación oral, agua o caldos suaves.
Si ya llevaste el niño al médico, seguiste el tratamiento proporcionado al pie de la letra, pero los síntomas siguen iguales o empeoraron, vuelve de urgencia al hospital y solicita más estudios. Seguir las recomendaciones del profesional de la salud es importante, pero aún más importante es la prevención, por eso debes actuar rápido. Mantente atento, precavido y confía tanto en tus cuidados como en el equipo médico.
Conclusión
En conclusión, en caso de empacho, sigue las recomendaciones que aquí te damos y verás la mejoría. Recuerda que lo más importante es que tus hijos estén sanos y, sobre todo, felices, y esa felicidad indudablemente repercute en la buena salud. Como puedes ver, prevenir los atracones en los niños es posible, pero es más común de lo que piensas. Por lo tanto, es recomendable ser precavido con la alimentación y crear buenos hábitos alimenticios. Recuerda que enseñas con el ejemplo, así que incorpora prácticas saludables en tu vida para que tu hijo vea lo que esto implica: comer de forma equilibrada, evitar los excesos y, en definitiva, mantener un estilo de vida saludable. Prueba con una dieta a base de vegetales y frutas, y en caso de que no sepas cómo hacer que los niños coman fruta tienes el artículo disponible, solo es cuestión de que hagas clic en el enlace. Además, conoce el mejor desayuno para ir al cole súper saludable que cuidará a tu hijo de empacharse periódicamente si comienzas a preparárselo.
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