La música puede ser una ayuda interesante para nuestros mayores, no solo si lo vemos desde el punto de vista psicológico, como deleite de ocio y placer, sino también si lo valoramos desde un punto de vista físico: puede constituir una técnica de rehabilitación real y propia, si se cuenta con los profesionales adecuados.
Existen profesionales de musicoterapia en Madrid que a través de la música tienen el objetivo de aumentar el potencial de la persona, mejorando su proceso de integración en la sociedad y mejorando considerablemente su calidad de vida.
Pero ¿sabemos qué es la musicoterapia realmente?
Según la empresa Salus Mayores, centrada en el cuidado y los tratamientos de nuestros mayores, definen la musicoterapia como:
La utilización de forma profesional de la música y sus componentes por parte de un profesional musicoterapeuta cualificado con personas mayores, grupos, familias o comunidades que quieren mejorar su calidad de vida y su forma física, social, espiritual, emocional, intelectual y comunicativa.
La musicoterapia se fundamenta en ser una técnica terapéutica basada en el uso de la música en cualquiera de sus expresiones: no solo el hecho de escucha, sino también a través del canto, el baile y el uso de todos los instrumentos musicales. El objetivo es utilizarla para conseguir mejorar los síntomas en una gran variedad de enfermedades, especialmente en las que están relacionadas con las áreas neurológica y psiquiátrica.
¿Qué beneficios podemos encontrar para nuestros mayores?
Sí lo miramos desde un punto de vista físico-cognitivo:
Para nuestros mayores, escuchar música es uno de los mejores consejos para mantener la mente entrenada, algo de lo que hablamos en este post sobre musicoterapia para personas mayores.
La técnica que conocemos como musicoterapia es, con mayor razón, una ayuda muy valiosa en la terapia de los trastornos de tipo motor y cognitivo de las personas mayores.
La musicoterapia se emplea para el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer, la conocida como demencia senil, distintos tipos de discapacidades motoras, dolores crónicos, daños cerebrales por accidente cerebrovascular, entre otras patologías.
El ritmo de una determinada música, incluso marcado por un simple metrónomo, (marca el tempo o pulso de una composición musical), consigue estimular la marcha, ayuda a recuperar la simetría del paso, el sentido del equilibrio y la coordinación de los movimientos de la persona.
De igual manera, a la vez se estimulan y potencian distintas habilidades como son la de atención, el habla, la organización y el aprendizaje.
Todos hemos oído aquello de que la música amansa a las fieras, por ello el poder calmante de la música mejora algunos trastornos del comportamiento, como la agresividad y la deambulación, en enfermería, la deambulación hace referencia a la forma en que el paciente camina. Lo normal es hacerlo en forma activa, con control de los movimientos, en los que se nota coordinación y armonía.
La musicoterapia, al ser una terapia no verbal, también es adecuada para pacientes con un grado bastante elevado de deterioro cognitivo.
La música también posee una extraordinaria capacidad para despertar los recuerdos (cuantas veces una melodía o una determinada canción te ha conectado con algún recuerdo, casi más que una fotografía). Las personas mayores llevan consigo un bagaje muy grande de recuerdos relacionados con la música. Canciones religiosas, danzas populares, serenatas, instrumentos musicales tradicionales, canciones de amor, baladas, etc.: son vivencias que han formado parte de su historia, y recordarlas no puede sino ayudar mucho a recuperar la función mnemotécnica.
Sí lo miramos desde un punto de vista psicológico
Es bien sabido que las personas mayores en muchas ocasiones corren el riesgo de experimentar problemas de tipo psicológico.
En el post mindfulness para mayores hemos hablado de los problemas de la soledad, la ansiedad o la depresión en las personas que atraviesan esas circunstancias propias del envejecimiento. Otra fuente de trastornos psíquicos puede ser el ingreso en una residencia de personas mayores, a consecuencia de la cual el anciano/a se aleja de su hogar, de sus cosas y de sus hábitos. Con la musicoterapia podemos mejorar el estado de ánimo, conseguir tranquilidad, calma, ayuda a exteriorizar las emociones que sienten, entre otros efectos beneficiosos.
En el caso de que la musicoterapia se realice en sesiones grupales, se favorecen las relaciones, la comunicación, el placer de compartir con los demás.
Es impresionante el gran poder evocador que tiene la música; si los mayores están rodeados de sonidos familiares, con toda la carga de tradiciones, costumbres y emociones, podrán integrarse más fácilmente en una nueva realidad, sintiendo que su historia y su persona son importantes.
Desde revista cultivarsalud.com, te recomendamos que no subestimes los beneficios de la musicoterapia. El primer país de habla hispana que contó con una carrera de Musicoterapia fue Argentina, cuando en 1967 se crea esta Carrera con duración de 4 años en la Universidad de El Salvador de Buenos Aires.
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